ノ𝟮 𝟵

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𝘝𝘢𝘭𝘦𝘯𝘵𝘪𝘯𝘢 𝘝𝘢𝘭𝘥𝘦́𝘴.

¿porque estas cosas me pasan a mi?

estaban al frente mio y yo estaba llorando a mares y todavía el Diego no entendia el porque.

— dime que...no me hiciste esto...porfavor —le suplique sin poder hablar correctamente.

no queria aceptarlo, me negaba a creer que el Diego seria capaz de hacer algo así.

— ¿que?

— dimelo porfavor, Diego —jale de su polera desesperada.

— que esta pasando, Valecita —tomo mi cara entre sus manos parando mis movimientos.

no sabia que estaba pasando por mi cabeza en estos momentos, quizas morir por amor era una de ellas, quizas solamente odiarlo por lo que me hizo o odiarla a ella por lo que me quito. No lo tenia claro aun pero si queria estar sola y llorar hasta no poder, hasta que el dolor se fuera, hasta que no sienta esa opresion en mi pecho, quizas por amor o por exceso de rabia.

tenia claro solo una cosa:

no lo queria ver nunca más en mi vida.

— andate —hable decidida.

me aleje de él soltando su polera. Alejandome lo mas que podia, como si su tacto me quemara, como si mirarlo me matara.

— ¿que? no —en su cara se notaba su confusion, estabamos muy bien, bastante para ser tan real.

— ¡andate! —grite agotando mi paciencia.

ya no era el juguete con el que todos los niños jugaban, prefería ser el que nadie quería.

no podia con su presencia aca, me ahogaba. Me dolia demasiado esto, sufrir por amor era una verdadera locura.

el Diego me tomo de la cara nuevamente, pero lo aleje, le pegue un manotazo para que me soltara de una vez.

estaba muy alterada, sofocada. Lo necesitaba lejos de mi, lo mas que pudiera.

— Diego seria mejor que te vayas —escuche hablar a alguien.

sentí todo lejano, el piso moverse. Mi vision estaba cada vez mas borrosa y no podia el peso de mi cuerpo en mi piernas, el dolor en el pecho era cada vez mas fuerte.

me desplome, solo me senti caer en seco, sin fuerza en mis piernas, senti el golpe, duro. Tan duro que solo quise cerrar los ojos.

— ¡vale!.

habia un destello, una luz pequeña en toda la oscuridad, destellaba cada vez mas rapido al punto de apagarse dejando todo oscuro.

recuerdos pasaban rapidamente, con mi familia, con el Diego. Los golpes de mi papá se sentia mas fuerte de lo que recordaba, la cara de satisfaccion de la Martina era mas como una sonrisa de gloria, disfrutaba ver como me pegaban con cada vez mas fuerza.

mi mamá, la cara de decepción cuando el Joaco le dijo que era gay. Su finjida sonrisa cuando le presento a su pololo, sus llantos desgarradores cuando mi papá la dejo por su amante y le pego, su margaritas cuando cocinaba para la familia, el terror que sintio cuando mi hermana andaba sola en la calle y alguien la seguia.

la Nadia, en la UCI critica, eso nunca paso, nunca estuvo ahí. Esa era la Maite, un intento de suicidio despues del suicidio de su hermana, a causa de una violacion.

EL, con una pistola en la boca. No podia hacer nada, estaba inmovil, no podia pararlo. solo veia como se quitaba la vida y yo no lo paraba.

No, no, NO.

el no esta muerto, no. el me prometio nunca dejarme sola, nunca abandonarme, pase lo que pase, el prometio seguir ahí conmigo.

LO PROMETIO

rompio nuestra promesa...

— no me voy a ir ahora, Nadia. Me necesita.

— ella te odia weon, le cagaste todo tan facil que no te da verguenza —escuchaba su voz pero no la podia ver, no podia moverme como si no tuviera movilidad en mi cuerpo— dejaste embarazada a otra mina care' raja, con que pelotas veni aca...

— ella te odia weon, le cagaste todo tan facil que no te da verguenza —escuchaba su voz pero no la podia ver, no podia moverme como si no tuviera movilidad en mi cuerpo— dejaste embarazada a otra mina care' raja, con que pelotas veni aca

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Ape CuliaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora