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—Hey —un Gilbert animado sonrió al ver a Anne parada frente a él, varios metros atrás

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—Hey —un Gilbert animado sonrió al ver a Anne parada frente a él, varios metros atrás.

Se encontraban en aquel lago, más alejados, donde se alzaba un hermoso prado con flores inundado en una naturaleza hermosa.

Ambos chicos portaban una vestimenta similar a las primeras veces que se encontraban en el lago. Pero esta vez la corona de flores que Anne llevaba combinaba aún mejor con el campo donde estaba ubicada.

Una leve brisa corrió ligeras partes de su cabello y ambos chicos se sonrieron en lo que el clima los deleitaba. Aún con tantos metros de distancia, la conexión entre ellos no cesaba. Eran el uno para el otro, estaba más que claro, y en el fondo ellos lo aceptaban.

¿Qué los detenía a amarse?

La vida real.

Pero la vida real era una mierda si el otro no estaba al lado. Y en los sueños la misma no existía, porque ellos controlaban todo. Ahí podían hacer lo que quisieran y nadie los juzgaría.

En sus sueños eran libres.

Entonces ella corrió. Corrió con decisión y seguridad. Corrió con alegría y hambre de victoria. Corrió sin pensar en más que aquel chico al que se acercaba.

Corrió tanto que cuando estaba cerca, ya con un Gilbert extendiendo los brazos en su espera, saltó encima suyo y unió sus labios como si poseyeran imanes especiales el uno para el otro.

Desde lejos se podía ver a aquellos chicos besarse con ternura: Anne rodeaba a Gilbert por el cuello con los brazos y él la sostenía de la cintura, haciendo que sus pies no tocaran el suelo. Por lo menos hasta que el aire fue necesario.

Entonces se separaron. Pero no evitaron el mirarse. Atónitos. Absortos. Sorprendidos. Felices. Sonrientes.

—Yo...

Gilbert no dejó que Anne terminara su oración, porque la tomó de la mejilla y quitó la sonrisa de su boca con un beso.

Al fin, quince sueños después, se besaban.

Al fin, un mes después, cumplían ese deseo secreto.

Ninguno quería separarse en realidad, aquello se sentía tan bien... aunque fuera un sueño. Es decir... aquello no era real, ¿no?

O por lo menos todavía no era real.

—Guau —dijeron al unísono cuando se separaron, provocando una risa por parte de ambos. Su agarre seguía intacto y sus miradas no paraban de chocarse.

—Planeaba hacerlo, pero tu madre nos interrumpió —se defendió Gilbert momentos después.

Iban caminando cerca del lago, con las manos entrelazadas y una que otra mirada en medio de las charlas triviales. Parecían una hermosa pareja feliz. Solo parecían.

—Tuviste más sueños para intentarlo —Anne alzó una ceja, imitando la forma en la que Gilbert lo hacía.

—Tú también tardaste en besarme a mí —el pelinegro se encogió de hombros.

Está bien, puedo comprender tu lógica. Pero vamos, usa el método anticuado y bésame tú.

—De acuerdo, ambos estamos mal —Anne extendió la mano en señal de tregua, pero en lugar de estrecharla, Gilbert la atrajo hacia él, quedando a centímetros de sus labios.

El cuerpo de Anne se tensó al observarlo tan cerca y deleitarse con su mirada. Con sus cejas. Sus labios...

—Prefiero otras formas de declarar una tregua —susurró con un tono de voz gruesa que hizo estremecer a la pelirroja.

Cerró los ojos por inercia en la espera de que Gilbert fuera a besarla. Pero en lugar de eso sintió un impacto que heló su piel: la había tirado al agua y no paraba de reírse.

—Eres... ¡un imbécil! —si bien podría haberse molestado, no evitó burlarse de sí misma con la situación. ¿Por qué? porque momentos después era Gilbert quien caía al lago y ella quien se divertía mirando como casi se ahogaba.

Bueno, de todas formas, no podía morir.

Allí todo estaba bien. Las risas no faltaban. La diversión no se alejaba. Las cosas se encontraban en orden.

En su mundo de ensueño, Anne no pasaba por la inestabilidad de una mudanza que tal vez la obligaría a dejar el patinaje en su zona.

En su mundo de ensueño, Gilbert no fingía ser un intelectual y atractivo chico que por dentro se destrozaba con la enfermedad de su madre a empeorar.

En su mundo de ensueño existía la felicidad.

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Cortito, sí :(

Quería explicar algo que se me pasó de decir en el capítulo anterior:

Roy es hermanastro de Gilbert, sí. ¿Por qué? Porque Roy es hijo de Marilla, pero Gilbert no

Cuando John y Marilla se unieron, cada uno ya tenia a su hijo. Y Gilbert sabe eso, pero siempre tomó a Marilla como su madre. En cambio, Roy no tiene mucho contacto con ella ni con John, solo está aveces junto a Gilbert y nada más, así que obviemos su existencia

Si llegaste hasta acá, gracias por leer. Espero que te haya gustado 🤍

Toca la estrellita y mira como se colorea ;)

—Mort🪐

IN MY DREAMS; Shirbert [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora