Saga Venganza y Amor. Amor convertido en venganza. Volumen 2

El dolor y sus efectos

Max acaba de salir de la ducha cuando se detiene a mirar el esparadrapo que todavía sigue pegado en su frente. Al verlo no puede evitar acordarse de Lisa y sonríe mientras lo toca. Acto seguido coge su teléfono y llama a Lisa:

  —¿Sabes? ¡Eres una asistente nefasta! —Exclama sonriendo.

  —¿Quién llama? —Pregunta Lisa seria al no conocer el número desde donde la llaman.

  —Soy tu jefe, Max. ¿Creías que no conseguiría tu número? Tienes que estar siempre a mi disposición.

  —¡Mira, en este momento no estoy para aguantar tu ego! Tengo cosas más importantes de las que ocuparme.

  —¡Que inten...! —Max no puede terminar su frase porque Lisa ya le a colgado el teléfono.

Nunca antes una mujer lo había ignorado de esa manera. Y aunque en su interior una parte de el está furiosa, de su cara brota una sonrisa. Y es que Lisa resulta muy interesante para Max.

La ambulancia ha llegado al hospital con Kevin que sigue con dificultades para respirar. Los sanitarios corren por los pasillos de urgencias con la camilla seguidos de Fabián. Pero una vez cruzada la entrada de triage, uno de los enfermeros detiene el paso de Fabián:

  —¡Usted no puede entrar aquí!

  —¡Pero el que va ahí es mi padre!

  —Lo siento pero las normas del hospital son tajantes, y nos obligan a que permanezca aquí hasta que el médico salga para hablar con usted.

Las cosas en la mansión no están mejor. Sofía llora desconsolada como una niña pequeña sin consuelo desde que Fabián se ha ido en la ambulancia con Kevin. Lisa y su madre Rosaline intentan sin éxito calmarla.

  —¡Ya Sofía, ya! —Exclama Rosaline mientras la abraza.— ¡Tranquila eh! Ya pasó lo peor. ¡Todo va estar bien! ¡Ya pasó lo peor!

  —¡N...n...no estoy tan segura mamá! —Balbucea.

Mientras Noahacaba de  llegar al apartamento de Max. Está tan nerviosa y acelerada que apenas se percata de la presencia de su amante.

  —¡Es la ruina, la ruina! —Exclama dando vueltas por toda la sala.

  —¡Ey,! —Exclama Max acercándose a Noah.— ¿Que te ocurre preciosa? Nunca antes te había visto así.

  —¡Como no voy a estar de los nervios! ¡Lo he perdido todo! ¡Mi casa, la compañía, no tengo más que este apartamento!

  —¿Que? ¿Pero qué estás diciendo?

  —¡Fabián se casó con Sofía! Y ella resultó ser una farsante que solo vino a vengarse de nosotros por lo que le hicimos a su madre. Mi hijo le entrego todo a esa mujer cuando está mañana se casó con ella. Ahora todo nuestro patrimonio le pertenece a ella. ¡Estamos arruinados!

  —¡Eso...eso no puede ser cierto! —Exclama nervioso Max.— ¡Tu eres la dueña de una agran compañía! No puedes haberte quedado sin nada. 

  —Lo único que podemos hacer es hablar con Bob y esperar que él pueda romper el matrimonio y el acuerdo que Fabián hizo con esa mujer.

  —Bueno, ¿Y a que espereais para hablar con Bob? ¡Llamalo!

  —Hasta mañana no podemos hacer nada más.

Max se ve demasiado nervioso. Si hasta ahora se ha mantenido al lado de Noah no es por qué la quiera, si no porque siempre ha cumplido sus caprichos por muy tontos que fueran. Pero, si ahora Noah ya no tiene dinero, ¿Cómo va a continuar a su lado si no lo mantiene?