Saga Venganza y Amor. Amor convertido en venganza. Volumen 2

Cuanto dolor

Sofía corre al baño de la compañía a llorar, lo que menos quiere es que los empleados la vean llorar y se arme un revuelo todavía aún mayor. Mientras remoja su cara con un poco de agua comienza a recordar las últimas palabras que Fabián le dijo, y que todavia retumban en su cabeza:

  —Jamas imaginé que esto fuera parte de tu plan.

Sofía se mira al espejo y todavía llorando dice:

  —No Fabián, ese no era parte de mi plan. ¡Dios mío! ¡Como me mirabas! Puedo reconocer ese dolor, es el mismo que yo sentí. Pero no es cierto que la venganza es dulce. No es cierto.

Mientras Sofía se encuentra en el baño, Lisa y Rosaline se meten en el despacho de Sofía. Ambas siguen nerviosas por lo ocurrido hace un rato.

  —¡Es increíble el nivel de maldad de esta familia! —Exclama Lisa dando vueltas por el despacho.— ¡No tienen escrúpulos!

  —Os advertí a ti y a Sofía de la calaña de esta familia. Pero se acabó. Esta empresa ya no les pertenece, y lo que queda en la mansión pienso hacérselo llegar como sea, empezando por lo que hay en esa caja fuerte. No quiero que esta gente siga atormentandonos.

  —¿Y cómo piensas abrir esa caja sin la contraseña?

  —Muy fácil, llamando a un experto en cajas fuertes. Estoy segura que a Samantha solo le preocupa lo que hay en esa caja fuerte.

Mientras, Fabián se lleva en una ambulancia a Samantha. Todo lo que está pasando está superandola. Nada más llegar al hospital, Claudia que está trabajando reconoce a Fabián nada más verlo llegar en la ambulancia y corre a su lado:

  —¿Pero tú estás otra vez aquí? —Pregunta al acercarse a la camilla donde Samantha se encuentra.

  —¡Se trata de mi abuela! ¡Por favor ayudame!— Exclama Fabián.

Claudia al ver el rostro desencajado de Fabián decide hacerse cargo de la situación:

  —Muy bien, a partir de aquí yo me haré cargo de esta paciente. Esperad aquí mientras la reviso. —Dice metiéndose por la puerta de urgencias dejando a Fabián y Noah solos en la sala de espera.

Noah visiblemente furiosa se dirige a Fabián y golpeándolo le exclama:

  —¡Estás contento con todo lo que has conseguido! ¿Verdad? ¡Has traído la vergüenza a la familia Brown! Si algo le llega a pasar a tu abuela caerá sobre tu conciencia.

Noah ya no quiere seguir en el hospital, es un lugar que le aterra, si no va a visitar a su marido que sigue ingresado, no se va a quedar por su suegra. Y lo que es peor, no es capaz de estar en la misma habitación que su hijo, lo culpa de todo lo que la familia está pasando. Es tanta la rabia que siente, que en estos momentos reniegaria de el si pudiera.

Fabián se sienta abatido en uno de los asientos del hospital. Su rostro es el claro reflejo de la desesperación. Y parece que para el ya no hay consuelo.

  —No puedo creer nada de lo que está pasando, es una pesadilla. —Dice Fabián.

Justo en ese momento, Claudia sale sería en dirección a Fabián, el, que la ve, se levanta rápido y le pregunta:

  —¡Que! ¿Como se encuentra mi abuela?

  —Seré sincera Fabián. El corazón de tu abuela ha sufrido demasiado.

  —¿Su corazón? No nos había dicho nada de que estaba mal.

  —Parece ser que hace unos meses tu abuela fue diagnosticada con una enfermedad coronaria. Su corazón esta delicado de salud. Quizás no os quiso preocupar y por eso no os dijo nada, pero la situación es crítica. Cuando está mañana tu abuela cayó inconsciente no fue por un simple desmayo. Me duele ser yo la que te lo diga, pero debéis prepararos para lo peor.