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Con un poco de reticencia comenzó a deslizarse dentro de esos extravagantes pantalones rosados que Miyeon le entregó para que utilizara en la alberca. No solo no estaba acostumbrada a vestir colores tan vibrantes- ni siquiera quería mirar al top arcoíris que envolvía su torso- sino que además la prenda tenía unos inusuales volados a la altura de su trasero, haciendo parecer que estaba usando una falda al mismo tiempo.
Sin embargo no opuso resistencia y agradeció que la parte inferior fuera larga, así no tendría que explicar sus múltiples moretones. Tenía uno en la espalda que también le preocupaba, pero mientras el top se mantuviera en su lugar no habría problemas.
Se sujetó parte del pelo en una media cola y abrió la puerta de su habitación, dando la bienvenida una vez más al fuerte sol del verano en medio del desierto. Elevó su rostro al cielo, intentando captar un poco de la sensación de libertad combinada con esa casi inexistente brisa, solo el sonido de la puerta contigua pudo sacarla de su ensoñación.
Enarcó una ceja al observar a Yuqi saliendo de su cuarto, ajustando la parte baja de su vestido en tonos militares y con detalles negros en tela de red. Se veía mucho más oscuro que el traje tejano con el cual la había conocido y pese a salirse de su estilo le sentaba bien.
-¿Por qué Miyeon no me dio ese a mí?- preguntó bromeando aunque estaba ligeramente ofendida, sabía que las piernas descubiertas habrían sido un problema pero le molestaba que la diseñadora no hubiese considerado ese traje para ella cuando claramente tenía preferencia por la coloración opaca.
-A lo mejor solo quería molestarte- Le respondió Yuqi entre risas mientras se acercaba analizándola de pies a cabeza- Creo que te ves muy bien en rosa- alagó.
-¿Rosa? Tengo toda una paleta de colores en el cuerpo- La joven soltó una carcajada grave ante su respuesta, aún le costaba trabajo creer que alguien con un rostro tan adorable fuese la dueña de una voz tan potente.
-Bueno, yo de verdad creo que te ves linda- Le remarcó antes de atreverse a pasar una mano por los mechones de cabello despeinados en su hombro, ella no se movió mientras lo hacía, sostuvo su mirada sin amedrentarse. Había escuchado todo tipo de comentarios lascivos sobre su aspecto a lo largo de su vida, la palabra "linda" no tendría porqué hacer ningún tipo de mella en su mente, sin embargo ahí estaba, resonando como un eco dentro de su cabeza.
-¡Yuqi, Harley!- La voz de Shuhua rompió el momento, haciendo que ambas empezaran a caminar hacia la alberca, esta vez sin mirarse y con un poco de incomodidad en el ambiente.
-¿Harley no es tu verdadero nombre, cierto?- Chica lista. No creía que hubiese peor pregunta para romper el silencio. Soyeon solo la observó brevemente y apresuró el paso.
-No quieres saber. - respondió, ella igualó su velocidad sin problemas.
-De hecho sí, soy una persona honesta y no me gusta que me mientan en la cara- insistió- Te veías bastante nerviosa hace un rato, cuando estábamos presentándonos...- hizo una pausa, buscando su mirada- Creo que...
-Yuqi- ella se detuvo, la joven a su lado la imitó al sentir la fuerza con la que llamó a su nombre- De verdad no quieres saberlo. -Sabía con certeza lo que podría pasarle a cualquier persona que se involucrara demasiado con ella, con su verdadera identidad, nadie jamás estaría a salvo cerca de Jelly.
Pasó por alto a Yuqi y a su mirada sorprendida y llena de molestia para caminar hacia la alberca, en donde el resto de las mujeres las esperaban a ambas para nadar. Shuhua se veía un poco nerviosa por el agua mientras Soojin la ayudaba a entrar de a poco, Miyeon y Minnie ya se hallaban refrescándose sin mayores inconvenientes.
Subió por la pequeña escalera y procuró tantear la temperatura del líquido, hacía calor pero también era algo temerosa del frío, por lo cual no quería llevarse un disgusto. Un escalofrío la recorrió al recordar esas noches lejanas en las que alguien sujetaba su cabello y hundía su rostro en un pozón de agua prácticamente congelada como castigo por haber fallado en alguna práctica...
-¡Harley, entra!- la pequeña voz de Shuhua la arrastró súbitamente al presente- El agua está genial y no es profunda, no te preocupes- Soyeon tardó unos segundos en procesar que probablemente la camarera estaba haciendo referencia a su corta estatura. Río y le dio un pequeño asentimiento, aunque la incomodidad con la alberca estaba lejos de desaparecer, sus nudillos seguían presionando con fuerza la barra de la escalera, a punto de ponerse blancos. No le gustaba siquiera sumergirse en una bañera.
La piel cálida que envolvió su mano la hizo dar un respingo, obviamente solo Yuqi se encontraba a su espalda y su cabeza prácticamente le ordenó que le preguntara a gritos qué demonios estaba haciendo, aunque empujó el pensamiento al recordar que las personas normales no tenían demasiados inconvenientes con el contacto físico espontáneo.
-Te ayudo- dijo ella despacio, como si estuviese asegurándose de que nadie más la escuchara. Soyeon pensó en retirar su mano pero de alguna forma se sentía un poco más segura, era ridículo, sabía que no iba a sucederle nada pero aún así la incomodidad de su cuerpo no desaparecía. Yuqi hizo que sus dedos dejaran uno a uno la barra y luego los apresó con su palma mientras ella terminaba de bajar los peldaños de la escalera, aguantando la respiración como si de hecho estuviera debajo del agua. La lugareña entró detrás de ella, sin soltar su mano hasta que ella misma lo hizo, sintiéndose algo más confiada.
Tan pronto como ambas estuvieron dentro un aluvión de gotas las empapó por completo, al parecer sus acompañantes habían decidido que ellas estaban demasiado secas. Yuqi y Soyeon se miraron antes de empezar a responder al ataque entre risas, claramente en desventaja al ser dos contra cuatro, aunque no pasó demasiado tiempo hasta que las comenzaron a traicionarse y la batalla se convirtió en algo completamente individual.
Más tarde, cuando todas se cansaron de jugar en el agua y solamente reposaron en la alberca, sintiendo cómo el calor descendía un poco, se perdió en sus pensamientos e intentó recordar la última vez que había reído tanto, la última vez que había estado tan tranquila, sin un arma a su lado, sin esperar que alguien clavara un puñal en su espalda.
-¿En qué piensas? - Yuqi nadó a su lado y apoyó los brazos en el borde circular de la pileta, observando su perfil mientras ella seguía mirando al horizonte.
-No quieres saber- devolvió por segunda vez en ese día, de reojo vio como el ceño de su nueva amiga se tornó serio.
-Si, si quiero. Puedes...- Su voz se detuvo y estaba por preguntar qué deseaba decirle cuando descubrió lo que la había hecho guardar silencio. Sus ojos encontraron los suyos fijos en el lugar donde sabía que estaba el moretón de su espalda, esa horrible mancha negra con vestigios violáceos que arruinaba su cuerpo.
-Ya ves que no quieres saber- resopló antes de mirar al frente nuevamente. Solo volvió a contemplarla cuando sintió como sus dedos suaves acomodaban su top sin decir una palabra, dándole una sonrisa tranquilizadora que la tomó por sorpresa.
-Si quiero, pero entenderé si no quieres decirme- habló- No te preocupes no le diré a nadie.
La palabra confianza punzó en su cabeza, pero la apartó rápidamente.
Una historia como la suya no podía ser compartida con nadie.
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Hola, Nevies!
Este cap no cambió en esencia pero sí extendí la escena de la alberca, en la versión original a penas la mencionaba pero siempre me pareció que era un momento excelente como para desarrollar más el pasado de Soyeon y meter un poco de soft Yuyeon.
Espero que la hayan disfrutado!
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No day but Today
RomanceJelly. Ese era el único nombre por el cual la habían conocido durante los últimos diez años, lo obtuvo luego de que la mafia asesinara a sus padres, seres honestos que no cedieron ante las presiones y decidieron evadir la supuesta protección que e...