13

510 28 2
                                    


-¡Has estado genial! -Le dije en el camerino mientras la abrazaba, después de que todos mis compañeros hubieran hecho lo mismo. Se separó un poco para besarme. Posteriormente el equipo de Tamara, bueno, de Rizha, publicó un documental en el que se veía ese mismo abrazo.

-Gracias a ti también por venir. Qué guapa estás.

-Sí, bueno...

-Dije, irónicamente.

-¿Y la sudadera?

-Estaba hasta el coño de ella y todo el mundo sabía que era yo. -Ella se rio. Ni puta gracia, en verdad. Lo notó.

-¿Y qué tal? ¿Te gustó? Te vi cantando todas las canciones...

-Pues claro. Lo he disfrutado tanto como el de Barcelona.

-Creía que mi música no te gustaba...

-A ver... No me las pongo todos los días, pero joder, sí me molan. -Me abrazó otra vez.

Lo de cambiar de estrategia y dejarnos ver no funcionó. Al contrario, el publicar cosas e insinuar que estábamos juntas daba más de que hablar. No sé realmente por qué nunca aclaramos públicamente que sí, que estábamos juntas. Supongo que ninguna de las dos consideraba que tuviéramos que hacerlo. Tamara quería que se hablara de su carrera musical y de su participación en la serie como actriz, y yo de mi carrera como actriz y de otros proyectos que estaba empezando a preparar. Tengo que agradecerle todo a mi psicóloga, a mi madre y a mis amigos por todo el apoyo, porque gracias a ellas seguí para adelante, currando sin parar y terminando el bachillerato a la vez. Y, bueno, también a Tamara, que a pesar de todo siempre estuvo ahí.

Realmente me iba bien en todo, pero que mi relación estuviera en boca de todos me desestabilizaba. El caso es que con quién nos acostábamos no le debería importar a nadie, así que cambiamos de estrategia de nuevo. Sorpresa: tampoco funcionó, aunque en parte sí. Me explico. Para las fans Tamara y yo estábamos distanciadas, hablaban de ruptura y demás. Es decir, seguían hablando de nosotras; a veces la insultaban a ella, otras veces a mí, otras veces a las dos. No entendíamos el por qué, si no habíamos hecho daño a nadie, pero era así. Era como si la gente necesitase alguien a quien odiar y alguien a quien amar, todo a través de las pantallas; pero en parte funcionó a largo plazo, porque con el tiempo cada vez se hablaba menos de nosotras, la gente iba asumiendo que no estábamos juntas y se desinfló el cotilleo. Lo mejor es que sí que estábamos juntas, pero escondiéndonos. Hasta que Tamara se cansó y me dejó. Sí, me dejó. Nos queríamos mucho, pero no éramos compatibles en cuanto a cómo llevar la relación. Como todo se había calmado y estábamos rodando la tercera temporada en la que ya no éramos protagonistas, ella quería que volviéramos a ser algo flexibles y exponernos de nuevo. Y yo no quise, porque por fin estaba a gusto con la situación. Es curioso que se fuera todo a la mierda cuando parecía que estaba en calma. Fue como estar en el mar y recibir una ola que no te esperas. Una ola que es una hostia. Una hostia que te rompe el puto corazón.

Nos seguimos viendo, claro, al fin y al cabo ella formaba parte del cast, de la familia y seguíamos trabajando juntas. Llevarnos mal no era una opción. Lo único bueno es que ya no había nada que ocultar, ni teníamos que fingir que no estábamos juntas, porque era verdad que no lo estábamos. Si nos veían juntas era por trabajo o porque éramos amigas. Sin embargo, la gente seguía hablando. Que si habíamos vuelto, que si nunca lo dejamos, que si aunque nos viéramos nos odiábamos... ¿A caso no se iban a cansar nunca?

Empecé a conocer a otras chicas y a liarme con ellas, bueno, y chicos, pero en el fondo seguía preguntándome si lo nuestro podría funcionar de algún modo o en diferentes circunstancias. Sabía que ella también se estaba liando con otras personas. Qué esperabas, Irene, te ha dejado.

El tiempo pasó y durante el rodaje de la cuarta temporada empecé a salir con otra chica. También era cantante. Qué puntería, eh. Tras unos meses lo dejamos. Ella recibía todo tipo de comentarios de odio en las redes por estar conmigo. Joder, estoy crucificada ya, pensaba. Tenía muchísimos fans, mi número de seguidores en Instagram daba cuenta de ello, pero la gente que me criticaba hacía demasiado daño. Bueno, es que no eran críticas, no era un "qué mal actúa esta chica", era que se metían en mi puta vida y hacían daño a las personas que estaban en ella. ¿Por qué mi novia tenía que recibir ese tipo de mensajes? ¿Por qué mi madre tenía que leer en las redes cosas sobre mí que no eran ciertas o insultos cuando yo no había hecho nada a esa gente?

Rodar con Tamara la cuarta temporada fue fácil porque ella tenía pocas escenas y no tuvimos tantos eventos de promoción como en otras ocasiones. Cuando la serie llegó a su fin, no la vi más. Me dolió, no voy a mentir. Durante el rodaje habíamos estado bien, como amigas. riéndonos y disfrutando juntas. Y no nos vimos más porque ella me evitaba, básicamente. Ahora que yo estaba soltera ella estaba con alguien, lo pregonaba por todas sus redes. Y, joder, yo ya no estaba enamorada de ella. Estaba contenta de que hubiera conocido a alguien con quien se la veía feliz, pero Tamara era una persona importante para mí y me jodía que se alejara. Cuando los del cast quedábamos, nunca venía. Excepto cuando yo no podía ir. Al principio me convencía a mí misma de que era coincidencia, pero luego ya era un canteo.

Pasó el tiempo, se publicó mi libro y yo me centré en mis clases de interpretación y en intentar madurar como actriz. No sabía nada de Tamara excepto por lo que publicaba en las redes. Me empecé a presentar a castings de películas. Quería quitarme el cliché de "actriz de serie adolescente". No me decían que sí a ninguna y me estaba empezando a frustrar, pero seguí para adelante porque no quería dejar de actuar y, además, estaba aprendiendo mazo en la escuela de interpretación.

ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora