Descubriendo la Paternidad (Irondad / Spiderson)

Capítulo 4: El Dolor de la Mentira

-¡¿Qué?!-Gritó Peter desconcertado, su padre acababa de decirle que era el Capitán América, uno de los miembros del equipo de los Vengadores, era la noticia más sorprendente e impactante que había escuchado Peter en su vida.

O bueno... hasta el momento, aún le faltaba enterarse de la noticia que cambiaría su vida para siempre, aquella noticia era que era el hijo biológico de Tony Stark y Pepper Potts, la noticia no sólo cambiaría su vida sino también la vida de Tony y Pepper cuando saliera a la luz.

Lo irónico era que Peter no tenía la más mínima idea de que su padre biológico, a quien no se había interesado en buscar porque pensaba que lo había abandonado, estaba en la misma habitación que él, a unos cuantos pasos, mirándolo preocupado porque sabía que la confesión de Steve lo había lastimado, pero bueno... Tony estaba en las mismas condiciones que él, el magnate tampoco tenía idea de que tenía un hijo y era Peter, todo debido a la cobardía de Pepper años atrás para buscarlo y decirle que ambos iban a tener un hijo, sin embargo... no faltaba mucho para que padre e hijo se enteraran de la verdad.

Por su parte Pepper no estaba enterada de que su hijo estaba vivo, ella pensaba que había muerto en el parto pero... ¿seguiría pensándolo cuando Peter fuera a la Torre de los Vengadores y lo viera por primera vez? ¿cuándo notara el parecido que el chico compartía con Tony y ella?

-¿Me... me dijiste... que eres el... Capitán América?-Le preguntó Peter a su padre en un hilo de voz, quería asegurarse que había escuchado bien y no era imaginación suya.

Tony sintió mucha pena por Peter, el chico no se veía bien, su labio inferior temblaba y a juzgar por la expresión de su rostro, parecía a punto de largarse a llorar, tenía los ojos aguados y respiraba de manera irregular, Tony sintió un fuerte e inexplicable impulso, quiso acercarse a Peter y abrazarlo para consolarlo pero obviamente no lo haría, para eso el mocoso tenía a su padre, Steve Rogers.

May miró preocupada a su hijo adoptivo, evidentemente la noticia no le había caído bien ¿y cómo no? ella y Steve le habían ocultado durante años un importante secreto pero lo habían hecho pensando en su bienestar, May realmente esperaba que cuando a Peter se le pasara el enojo del momento, pudiera comprenderlo.

-Respóndeme.-Le pidió Peter a su papá con mal tono, había empezado a enfadarse ya que su padre se mantenía callado.-¿Eres el Capitán América?

Steve se acuclilló delante de su hijo, aún lo seguía sujetando de los brazos, suspiró y asintió con una mirada seria, demostrando que no estaba bromeando, ante esa confirmación, los ojos de Peter se aguaron más, el castaño estaba al borde de derramar lágrimas.

Peter respiró una bocanada de aire, tratando de serenarse, no quería largarse a llorar así que intentó que no se le escapara ninguna lágrima, de verdad lo intentó pero la noticia que le había dado su papá... era demasiado fuerte, más para un adolescente de 15 años que acababa de pasar por un momento determinante en su vida.

Hacía pocos días que Peter había sido picado por una araña radioactiva y había obtenido sus poderes, lo cual era un hecho irreversible, Peter no volvería a ser el mismo chico de antes, su ADN se había modificado para siempre, eso ya era fuerte para asimilar y sobrellevar, ahora se sumaba la mentira de su padre.

Porque si, su papá le había mentido feo, le había ocultado durante años una noticia muy importante, no había confiado lo suficiente en Peter y por eso el castaño no sólo estaba sorprendido, también enojado y dolido, su papá prácticamente le había ocultado quién era en realidad, le había ocultado una parte importante de su personalidad, Peter sentía que lo conocía a medias, que no podía volver a confiar en él.

La primera lágrima rodó por la mejilla de Peter y a ésa le siguieron muchas, el castaño había sucumbido al llanto debido a la mezcla de sentimientos que tenía dentro, se sentía impotente, dolido, enfadado, traicionado, éste último sentimiento era el que más lo afectaba, no podía asimilar la mentira de su padre, no podía creer que no había tenido la suficiente confianza en él como para confiarle un secreto tan importante.