Peter vio con horror que su padre avanzaba cautelosos pasos en su dirección, quedando cada vez más cerca de él, su mirada era de determinación, el castaño tragó saliva y le lanzó una fugaz mirada a su madre, ella, a diferencia de su papá, permanecía rezagada, estaba de pie cerca de la puerta, de brazos cruzados y con una expresión sumamente seria.
El inconfundible sonido de una pisada llamó de inmediato la atención de Peter, dejó de mirar a su mamá y fijó sus cafés ojos en su papá, comprobó con preocupación que estaba a nada de alcanzarlo, Peter tragó saliva, presa del pánico, quiso alejarse pero paradójicamente no pudo así que permaneció quieto, tenía los brazos a los costados de su cuerpo y estaba en una postura rígida, se sentía incapaz de moverse por los nervios que le generaba la situación.
Cualquiera pensaría que Peter ya estaba perdido, que iba a ser atrapado pero por suerte el adolescente consiguió salir de su estado de trance y reaccionó justo a tiempo para escapar de su padre, quien ya estaba acercando su mano hacia él, con la intención de sujetarlo del brazo, Peter saltó hacia un lado, evitando que su padre lo capturara y luego se alejó corriendo por dos motivos, uno para recuperar la distancia perdida y dos para ir en busca de sus tan preciados artefactos lanza telarañas, los cuales iba a necesitar para poder marcharse de allí.
Peter pegó un patinazo en el suelo, deteniéndose delante de la silla de escritorio y sujetándose con sus manos del respaldo de cuero en el proceso para evitar caerse, se había movido demasiado rápido para estar dentro de una habitación tan pequeña, también le habían jugado en contra la adrenalina que sentía y el no saber controlar muy bien sus poderes aún.
Peter se estabilizó, parándose derecho, luego soltó el respaldo de la silla y agarró la mochila, abrió torpemente el cierre con dedos temblorosos, tenía mucha prisa, temía que su padre lo atrapara en cualquier momento si se demoraba, cuando hubo abierto el cierre, metió ambas manos dentro de la mochila y revolvió su contenido hasta palpar los artefactos lanza telarañas, los sacó rápidamente y esbozó una sonrisa de alivio, no se molestó en cerrar la mochila.
-¿Qué estás haciendo?-Consultó Steve con una ceja arqueada, estaba de brazos cruzados y se había quedado quieto a unos cuantos pasos de Peter.
-¿No es obvio?-Contestó su hijo con un deje de impaciencia en su tono de voz, aún sin mirarlo ya que estaba demasiado ocupado colocándose los artefactos en las muñecas, de todos modos ya no estaba preocupado de que su padre lo capturara porque su súper oído no escuchaba pasos aproximarse, así que sabía que su papá se había quedado quieto, desistiendo de ir por él y eso lo tranquilizaba.-Me estoy poniendo mis artefactos lanza telarañas en las muñecas porque en cualquier momento me voy a ir a la mierda de aquí.-Explicó Peter, terminó de ponerse los artefactos y elevó la mirada, fijándola en la cara incrédula de su papá.-No pienso escucharte.-Espetó con una expresión seria.
La expresión de Steve se tornó más seria que la de su hijo adoptivo.
-En primera lenguaje.-Lo corrigió con tono firme, Peter rodó los ojos, Steve se enfadó al ver esto, Peter no lo estaba tomando en serio así que decidió hablar con más seriedad para dejarle en claro que debía obedecerle.-No me hagas esa cara, sabes que no me gusta que hables así y en segunda, no te irás a ningún lado porque soy tu padre y te lo ordeno.-Aclaró Steve con vehemencia mientras avanzaba un paso hacia su hijo.
Peter retrocedió el paso que su papá había avanzado, le lanzó una rápida mirada a la ventana abierta, tenía pensado subirse al alféizar, saltar y escaparse por los techos de las casas, escuchó otro paso y volvió a mirar a su padre, sólo que esta vez no retrocedió, no se iba a dejar intimidar, el adolescente colocó ambas manos en su cadera y adoptó una actitud desafiante.
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Descubriendo la Paternidad (Irondad / Spiderson)
Fiksi PenggemarPeter Parker, un adolescente de 15 años, no puede creer su suerte el día que el multimillonario Tony Stark, también conocido como Iron Man, se presenta en su casa para ofrecerle ser su mentor, la alegría de Peter se debe a dos motivos, el primero es...