—ESCUCHAME BIEN MALDITO HIJO DE PUTA, AQUI QUIEN DA ORDENES SOY YO, HAS ROTO EL REGLAMENTO Y ACTUASTE POR LA HERMANDAD SIN AUTORIZACION, DAÑAS NUESTROS PLANES.— Grito el líder de aquella secta furioso mientras empujaba a Jacob con fuerza dentro del círculo dejándolo en el centro de la estrella que estaba pintada con sangre en el suelo.
—Lo lamento mucho en verdad, no volverá a suceder, perdóneme mi señor.— Suplico el muchacho mientras se arrodillaba ante el líder de aquel grupo.
—Has roto el reglamento y dejaste ver tu rostro, no podemos permitir tales actos, si te encuentran sabrán quienes somos y por quienes nos conformamos, espero te encuentres con tu supuesto amado en otro lugar.— Hablo el líder de forma dura y los ojos del chico arrodillado en el suelo se nublaron por las lagrimas.
—Por favor, se lo ruego.— Suplico nuevamente el chico y sin piedad aquel líder saco su gran espada de diamante de la cual salía una energía oscura mezclada con verde lima, este tomo la espada con fuerza y atravesó esta en su pecho mientras los ojos del chico se abrieron como platos muriendo al instante, su cuerpo cayó desplomado al suelo cuando sacaron la espada y su sangre se derramaba por todo el suelo.
—¡Que esta sea una ofrenda para nuestros dioses!, ¡dioses oscuros!.— Hablaba con fuerza el líder elevando sus brazos al igual que los demás a su alrededor.
—¡Vivimos por ustedes y para ustedes!, ¡La hermandad nunca duerme, la hermandad nunca descansa, la hermandad nunca para de castigar a los culpables!.— Gritaron todos al unísono y se escuchó un gran estrueno haciendo que la tierra temblará por un momento.
Los tres pequeños asustados lograron visualizar todo desde la pequeña caja de metal con barrotes en la que estaban encerrados y asustado, Lukas abrazo a Brayan escondiendo su cara en el pecho del más grande, los tres niños estaban sorprendidos y sentían una presión en su pecho, habían presenciado la muerte del muchacho y no sabían que sería de ellos si seguían en aquel lugar.
—Brayan, dime que esas personas de antes nos van a salvar, nunca en mi vida había sentido esto y... solo quiero irme a casa.— Sollozo María mientras su labio inferior temblaba y Brayan solo se dedicó a abrazar a sus dos amigos.
—Nuestros padres vendrán, estaremos bien.— Susurro pesadamente mientras veía a lo lejos como truenos caían alrededor del ahora cuerpo muerto de Jacob y todos a los que su rostro era cubierto por una máscara no dejaban de alabar a sus dioses.
(...)
—Así que, ¿de donde Conocéis a Lukas, Brayan y la chica que les acompañaba?.— Hablo el de ojos morados ofreciéndoles una taza de chocolate caliente a los tres niños que estaban sentados en su sillón mientras los nueve más grandes observaban. Ninguno de los pequeños quería hablar, tanto William como Ángel eran muy fríos y ni siquiera eran capaces de mirar a los otros, Alexander suspiro sabiendo que ninguno contestaría y decidió hablar.
—Desde que nacimos diría yo, Merlon nos encontró a todos y desde entonces estamos juntos.— Hablo el pequeño de máscara y dio un sorbo a su chocolate.
—Y se llama María la chica que acompañaba a Lukas y Brayan, es mi hermana, no cualquier mocosa.— Hablo fríamente Ángel fulminado a todos con la mirada mientras jugaba con su pequeña navaja.
—¿De donde conocéis vosotros a Lukas y Brayan.— Hablo nuevamente Alexander mientras tomaba del rico chocolate con pequeños malvaviscos.
—Bueno, son "nuestros hijos", Brayan nos conto que eran prácticamente eso ya que son la mezcla de nuestros poderes.— Hablo Auron largando un pequeño suspiro mientras pasaba una mano por su nuca un poco cansado, el pelinegro solo quería ir a su casa y dormir para no despertar en al menos un año entero.
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Los Elegidos (Karmaland 4) [Terminada]
FanfictionNueve chicos son separados a varias partes del mundo pero su destino es encontrarse en un pequeño pueblo llamado Karmaland, algo les impedirá cumplir con la profecía y su misión como elegidos por los dioses, pero sin embargo el amor siempre los hará...