Tras lo que había sucedido la noche anterior los chicos no vacilaron en hacer un plan para rescatar a los tres pequeños secuestrados por lo que ellos creían era la hermandad, aún no estaba confirmado pero tenían sus sospechas y para empezar a investigar decidieron ir todos al pueblo separándose para así poder tener la mayor cantidad de información posible.Vegetta por su parte se acercó a una chica que miraba algunas cosas en la cafetería indecisa por el que comprar.
—Hola.— Hablo el de ojos morados dándole una sonrisa a la chica quien al darse cuenta de quien era se quedo completamente embobada por ver aquel hombre hablándole, no podía creer que uno de los famosos héroes como ahora eran llamados por los pueblerinos agradecidos por ayudarles con sus necesidades, en defenderse de los diferentes monstruos que solían aparecer y el más guapo según ella.
—H-Hola, soy Valentina, un gusto.— La muchacha sonrió y puso un mechón de su cabello castaño claro tras su oreja.
—Un gusto, soy Vegetta. Em, ¿Cómo van las cosas en el pueblo?.— Hablo nuevamente el de ojos morados tratando de sacar sutilmente información.
—Oh, bueno, desde que habéis llegado todo mucho mejor, sois unos verdaderos héroes y muy guapos también.— Murmuro lo último mientras mordía su labio inferior y Vegetta elevo una de sus cejas.
—¿Disculpa?.— Menciono tras no oír lo último que había dicho la chica de vestido.
—Em, que también sois muy guapos.— Hablo la chica mientras un suave rubor subía por sus mejillas y en ese mismo momento entro Rubius a la cafetería logrando escuchar eso último, este hizo una pequeña mueca algo celoso y paso de largo de aquellos dos acercándose a la chica que atendía el lugar.
—Hola, em por favor un café.— Hablo el de ahora cabellos blancos mirando de reojo a la pareja mientras esperaba su café, al ver que Vegetta había notado su presencia le pago a la chica y le dio una sonrisa.
—Muchas gracias, guapa.— Hablo este tomando el café y antes de salir del lugar ignoro completamente a el de ojos morados.
—¿Y a este que le pasa?.— Susurro Vegetta y la chica le miro extraño.
—¿Perdona?, no he logrado oírte.—
—Nada, ¿me das un momento?.— Hablo este quien seguía con la mirada a Rubius y antes de que la chica respondiera ya se encontraba fuera de la tienda.
(...)
—Oh Dios, mira todas estas delicias.— Hablo Auron para si mismo mientras miraba el mostrador con varios postres como un niño pequeño pegado a la vitrina.
—¿Gustas de alguno?.— Hablo amablemente Cleotilde quien era la panadera al otro lado del mostrador.
—Uf, me encantaría pero no se cual de todos pedir.— Hablo el pelinegro mirando varios de los postres.
—¿Qué tal este?, es tarta de queso y cerezas, es muy rica.— Hablo la chica con una sonrisa amable señalando esta.
—Si, definitivamente la quiero probar.— Hablo el pelinegro con una sonrisa y Cleotilde partió un trozo de esta dándosela al chico quien gustoso la tomo dándole un bocado mientras saboreaba.
—¿Y que tal?.— Menciono la panadera mientras Luzu observaba a lo lejos acercándose a aquellos dos.
—Esta de puta madre.— Hablo Auron con la boca algo llena y continuo disfrutando de su tarta.
—Auron, ¿Quién es esta tía con cara de sapo?.— Hablo Luzu quien se acercaba a la pareja.
—¿Cómo que cara de sapo?, escucha, que es Cleotilde.— Hablo el pelinegro quien ya conocía a la panadera, mientras terminaba de comer y la chica le dio una sonrisa a pesar de cómo la acaba de llamar el castaño.
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Los Elegidos (Karmaland 4) [Terminada]
FanficNueve chicos son separados a varias partes del mundo pero su destino es encontrarse en un pequeño pueblo llamado Karmaland, algo les impedirá cumplir con la profecía y su misión como elegidos por los dioses, pero sin embargo el amor siempre los hará...