Jessica dice que quiere seis meses, pero todos sabemos que eso no es verdad, ella quiere más, porque es del tipo de persona, donde todo no es suficiente y ella no quiere aceptar que ha perdido, que perdió en el momento que se acostó con Nate. Jessica, me recuerda a mi madre, y eso, en definitiva, no es un cumplido.
—Seis meses serán suficientes Simón, para que te des cuenta que yo te conozco mejor que nadie, que he visto lo peor de ti y sin embargo me quedé a tu lado. ¿Crees que alguien más te va amar como yo te amo?
Hay algo en la forma en que ella dice eso, que no me da para nada buena espina. Hay algo más detrás de aquellas palabras, algo que solo ella y Simón saben.
—Quieres seis meses, bien, tendrás tus malditos seis meses. Pero si no firmas en ese momento, dejare que Amelia lleve este divorcio bajo sus reglas y créeme, no quieres eso. —Dice Simón.
Amelia suelta una suave risa que me hiela un poco la sangre.
—No, no quieres eso, porque si dentro de seis meses no firmas, llevare esto a juicio y te dejare sin nada, te juro que te quitaré hasta el apellido. ¿Nos estamos entendiendo ahora, petite salope?
—También hablo francés, Amelia.
Jessica se acerca hasta el escritorio de Amelia y la pelirroja se levanta y pone sus manos con fuerza sobre el escritorio haciendo sobresaltar a Jessica.
—Lo sé, Jessica. —le responde Amelia.
Yo dejo de prestar atención a la batalla entre las dos mujeres y miro a Simón, que no ha dicho nada y se ha quedado quieto cerca de la pared de vidrio que hay en la oficina. Seis meses más, Simón, debe esperar seis meses más. ¿Serán seis meses suficientes para que él quiera reconsiderar el divorciarse de ella? Él se ve dolido y deja caer sus hombros con cansancio antes de salir de la oficina, Amelia sale detrás de él y Jessica me mira con una sonrisa y una mirada llena de felicidad, en su mente ella ganó. No entiendo como ella puede sonreír después del dolor que le esta causando a Simón. ¿Qué cree ella que ha ganado? Ella se parece mas a mi madre de lo que yo pensaba. Jessica pide disculpas, pero lo culpa a él por lo que sucedió, pide perdón, pero le dice que fue él quien no luchó. Jessica, tiene en una mano la miel y en la otra la hiel. Mi madre solía culpar a mi padre por abandonarlo y a mis hermanos, y a mí, para ella todos tenían la culpa de sus errores menos ella. Mi madre jamás aceptaba la culpa de nada, nunca asumía la responsabilidad por sus malas decisiones y acciones. Y yo siempre la justificaba, casi igual cómo, Simón, justifica a Jessica. Me doy cuenta que es fácil ver los errores y en que nos hemos equivocado cuando no estamos dentro de la escena.
—Tienes que detener esto. —le digo a Jessica. —Lo que estás haciendo es muy egoísta. Tan increíblemente egoísta, que aquella palabra le queda corta. Tienes que dejar de intentar prolongar lo inevitable entre ustedes, esto está afectando a Simón, y también debes dejar de decir que esto lo haces porque lo amas, porque eso tampoco es cierto. Esto que estás haciendo, lo haces por ti y solo por ti. Puedo reconocer a una persona egoísta cuando la veo, Jessica, y tu egoísmo se ve a millas de distancia.
Ella me da una sonrisa llena de cinismo. Me levanto y me paro delante de ella. Su jueguito no funciona conmigo, sus trucos, no me sorprenden y tampoco me creo el cuento de la esposa sufrida. A ella simplemente le cuesta aceptar que Simón, quiere seguir adelante, que él puede seguir viviendo sin ella, que Simón no se va a hundir en el dolor por no estar a su lado, como ella debió haber pensado. Conozco a las personas como ella y estoy cansada de dejarlas ganar.
—¿Crees que Simón va a estar contigo dentro de seis meses? —me pregunta ella. —No seas tan ingenua, eres solo el premio de consolación, porque yo le rompí el corazón y dentro de seis meses cuando él no firme esos papeles y regrese conmigo, te darás cuenta que yo tengo razón.
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Cuando las estrellas forman constelaciones [Serie escrito en las Estrellas #3]
RomanceSer la dama de honor en la boda de mi hermana mayor, no sería un problema sí yo no estuviera en secreto enamorada de su futuro esposo. Y ahora tengo que fingir una sonrisa, decir que todo está bien, mientras veo como él se casa con ella, porque siem...