Capítulo 19

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Cassie Walker, sábado 4 de julio.

Durante las noches que he pasado en casa de los chicos, Dana decidió hacerme compañía, ese era el plan pero la verdad es que cada noche se escabulle de la habitación y vuelve por las mañanas antes de irse a clases. Ella cree que es una ninja discreta pero sinceramente mi sueño es liviano y he escuchado cada vez que sube al cuarto de Mike. No culpo a mi rubia amiga, y a la vez agradezco su preocupación por mí, ella ha sido quien me ayuda con mis tareas diarias. Los chicos por su lado han sido muy atentos, me ayudan cada vez que lo necesito y todo ha estado tranquilo, hasta Ashton se ha comportado.

Estos días no he asistido a clases, ya que tengo licencia pero Mike me trae sus apuntes y me acompaña a estudiar para no quedar atrasada. Mi jefe se ha contactado conmigo, llamó asegurándome que no perdería mi empleo y que conseguiría un remplazo temporal. Mi madre por su lado, me envía textos todo el día preguntado cómo estoy, dándome indicaciones y sospecho que habla con Dan y Ash a mis espaldas.

Hoy es el cumpleaños de Mike y todos los chicos hablaban sobre que podrían hacer para celebrarlo, y así poder incluirme, la verdad es que me negué a que se quedaran en casa conmigo. Es su día y no lo arruinaré por estar en este estado, además con todos los medicamentos que debo tomar no puedo beber alcohol, no he fumado y mi horario de sueño a cambiado por completo haciéndome quedar profundamente dormida muy temprano.

Después de mucho insistir y lograr convencerlos, accedieron a dejarme sola. Cuando anocheció todos cantamos cumpleaños feliz y Mike apagó sus velas, estuvimos un par de horas conversando y los chicos bebiendo. Lo que más me causa extrañeza es el semblante de Ash, durante estos días no ha tenido su chispa, su carisma e impresionantemente su actuar es el de un hombre serio. Ya no hay bromas de ningún tipo, para ningún integrante de esta acogedora casa, hemos tratado de evitarnos y ha resultado con éxito.

En cuanto salieron de casa para dirigirse a la discoteca de Tom, donde celebrarían los 23 años de Mike, recibí una llamada que alegró mi noche.

—  Hey, adivina a quien invitaron a una fiesta donde uno de los invitados quiere matarme. — carcajea el chico al otro lado del teléfono.

—  Déjame pensar, porque lo has puesto muy difícil — digo haciendo una pausa como si realmente lo pensara. — No me digas que a ti.

—  Así es — responde aún con tono divertido — Pero por el aprecio que le tengo a mi vida he decidido no ir.

—  Creo que eso suena como una buena idea.

—  Lo es, tuve una idea mejor, ¿Quieres saber cuál es?

—  Ilumíname.

—  Es un panorama que no puede fallar, se trata de películas de terror y comida grasosa.

—  Bien Zack, creo que podría considerarte como una persona con inteligencia. — bufo sonriendo aunque él no pueda verme.

—  Pero no te adelantes Cassie, hay más.

—  ¿Qué más? — pregunto intrigada.

—  Abre la puerta y lo verás.

El timbre suena y quedo congelada, realmente esto ha sido algo que no esperaba y con honestidad puedo admitir que es muy dulce de su parte el preocuparse de ese modo por mí. Zack corta la llamada y yo camino hacia la puerta de entrada para abrirla. Y efectivamente, ahí está parado con una bolsa en su mano, una mochila en su espalda y su distintiva sonrisa de boca cerrada. Sus ojeras visibles lo hacen lucir cansado y su cabello desordenado un poco más largo que cuando lo conocí. Le queda muy bien. — Entra — digo sonriendo cuando me hago a un lado para que pueda entrar. — No vas a la discoteca por temor al lobo y en vez de eso vienes directo a su guarida.

Yo nunca, nunca [TERMINADO] [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora