|| Calvin Thompson ||
》—¿De quién es eso?—, preguntó la pelinegra acostada en la cama, viendo a Calvin regresar a la habitación con un sobre blanco entre sus manos.
—De alguien que conocí—, dijo con simpleza, dejándose caer en el colchón.
—Bueno, ¿Y qué esperas para leerla?
—No creo que sea importante.
La verdad era que esa letra torcida y desprolija la habría reconocido en donde fuera. No quería abrirla y enfrentarse a las palabras que Valeska había escrito para él.
—¿Pero qué dices? ¿Hola? Siglo XXI, si alguien se toma el tiempo de escribir y enviar una carta, debe ser algo importante. De lo contrario te lo habría dicho por un mensaje o un correo.
No renegó ni alegó más. Con un suspiro rompió el sello del sobre y lo abrió.
"Calvin, querido tu,
Eres un maldito desgraciado. Ojalá ardas en el maldito infierno. Te debo una maldita patada en la cara.
Porque gracias a ti me veo en un espejo y no dejo de pensar en el terrible ser humano que soy, en el poco valor que tengo, en lo poco que merezco. Porque no puedo despegar la aguja de mi brazo. Porque a veces siento que no le doy a Derek el valor que merece.
Me jodiste tanto, que ahora estoy jodiendo a quien no se lo merece. Y espero que el karma te lo recompense.
Eres el peor tipo de persona que puede haber. Manipulador, controlador, abusivo. Quisiera, con todas mis fuerzas, regresar el tiempo y evitar conocerte, para así, no estar tan jodida, para ahorrarme tantos traumas.
Me jodiste.
Te odio, Calvin Thompson. Con cada célula de mi cuerpo. Jamás te perdonaré lo que me hiciste. Lo que nos hiciste a mi madre y a mi. A mi familia.
En otras noticias (y te lo digo solo porque sé lo mucho que odiarás saberlo) como ya sabrás, me casaré con Derek, por ahora me iré a vivir con él.
Él es asombro, él es lo que tú -ni en un millón de años- podrás siquiera aspirar a ser.
Él se preocupa por mí, me cuida.
Él es lo que, estúpidamente, busqué alguna vez en ti. La diferencia es que contigo solo hallé sufrimiento y dolor, con él encontré amor, en su expresión más pura.
Te tengo tanto odio guardado, tanto resentimiento, que si hubiera forma alguna de hacerte entender el por qué, créeme, hasta tu mismo te odiarías, ni siquiera lo dudo.
Solo espero que no jodas la vida de alguien más, como jodiste la mía, que no dañes a nadie más. Que no destruyas a otra chica ingenua y enamorada.
Una chica no es tu juguete, no es tu muñeca especial de entretenimiento, no es de tu propiedad.
Desde lo más profundo de mi ser, vete al infierno.
Valeska Stilinski."
Maldita perra. Pensó una vez hubo acabado de leer.
—¿Por qué te dijo todo eso?
—Es una niña inmadura, está encaprichada conmigo, no pongas atención a este maldito trozo de papel, muñeca.
—Bien...
Calvin se lanzó a los brazos de la chica, besando su cuello, intentando dar por finalizada la conversación, pero la pelinegra no quería dar su brazo a torcer.
—Pero, ¿Quién es ella?
—No es nadie. Maldita sea, Amber, déjalo estar.
—¿Amber? Qué imbécil—, se puso en pie de golpe, más allá de lo furiosa. Se vistió con rapidez y empezó a caminar hacia la puerta. Hirviendo en ira porque, obviamente, su nombre no era Amber.
Maldición, pensó.
—Espera, espera. Lo lamento, escúchame—, corrió hacia ella, tomándola de la cintura evitando que se fuera del departamento—. ¿Qué te parece si te invito a cenar esta noche? El restaurante que tu escojas, pasaré por ti, y luego de cenar podríamos venir a... No sé, ver una película.
Valeska siempre tuvo razón en algo. Calvin era un mentiroso, un tramposo. Utilizaba su belleza y palabras bonitas para hacer caer a sus pies a quien quisiera. Valeska siempre lo supo.
—Siete, en mi casa. Y yo escogeré la película.
—Me gusta la idea—, ronroneó cerca de su oído—. Te llevaré al trabajo, déjame vestirme.
—Claro.
Hizo su camino de regreso a la habitación, y con la ropa que descansaba en el suelo, empezó a vestirse. Vio, cerca de su armario, un aro de plata, brillante. Esos no los usaba la pelinegra, y él lo sabía, por lo que no preguntaría.
—¿A qué hora debes estar en el restaurante?—, preguntó en un grito, a la vez que ocultaba el aro en su mesa de noche.
La pelinegra respondió desde la sala, pero él no alcanzó a escuchar.
—¿Pam? ¿A qué hora debes estar en el restaurante?—, salió de la habitación, ahora caminando por el pasillo.
—¿Pam? ¿En serio? ¿Por cuántos nombres más me vas a llamar? Diana, imbécil, Diana, anota. ¿Sabes qué? Olvida la cena. Tal vez esa "caprichosa niña" tenía razón.
-V
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Dear You || Derek Hale [Teen Wolf] (2)
Fanfiction[Terminada] Segundo libro de la bilogía: "Till Death Tear Us Apart" El Sheriff Noah Stilinski, Stiles, Scott McCall, Lydia Martin, Kira Yukimura, Malia Tate, Liam Dunbar y, sobre todo, Derek Hale reciben en sus manos un sobre blanco con sus nombres...