𝑹𝒆𝒎𝒆𝒎𝒃𝒆𝒓 𝒎𝒆 | Duff McKagan [2]

capítulo quince

West Hollywood, Los Ángeles,
California 1988.

-¿Hace cuanto que no lo ves?

-Si no me equivoco hará una semana. Pero es tan... tan extraño. No me ha nisiquiera llamado, nada. Su comportamiento de esa vez que nos vimos fue muy raro.- hice una mueca y le di un sorbo a mi café.

-¿Y que crees que pueda ser?- se sentó Stephanie en el taburete de la cocina.

-No lo sé.- suspiré - Quizá luego hable con alguno de los chicos para preguntarles como es que está él y así. Después veré, que estrés.

-Tranquila nena, seguro estará todo bien. Se paciente.- dijo con una pequeña sonrisa.

-Intentaré ser positiva, si es que antes no me vuelvo loca.- reí.

-No lo harás.- negó - Ahora, ¿Tienes todo listo?

-¿Que hora es?- fruncí el ceño.

-Mmm...- se fijó en su reloj de mano - Las diez treinta.

-¡Mierda!

°

-¿Que quieres para beber?- me preguntó Kevin al verme entrar por el bar.

-Whisky no vendría mal.- suspiré.

-Enseguida.- rápidamente lo sirvió y me lo puso en frente.

-Gracias Kev.- le agradecí y lo bebí de un solo trago.

-No te veo bien... ¿Que sucede?

-Es Duff...- golpetee el vaso con las llemas de mis dedos con insistencia.

-¿Y ahora que ocurre?

-Actuó raro la vez que nos vimos, muy raro. Estaba nervioso todo el tiempo, hablaba entrecortado. Si le preguntaba que pasaba el me decia que estaba todo mas que bien, pero se que no es así, lo conozco.

-¿Recuerdas que hace un tiempo estabamos aquí teniendo la misma conversación?- rió.

-No era la misma, parecida nada más.- hice una mueca - Bien, iré a prepararme. Por favor, si lo ves a Duff avisame. Espero venga.

-Claro nena, te avisaré.- besó mi mejilla para despues dejarme el camino libre hasta mi camerino.

Hoy no me siento entusiasmada como otras veces, y eso que este trabajo me encanta. Pero él me tiene mal. Me tiene con la intriga de saber que le sucede conmigo, no atendió mis llamadas, nisiquiera las devolvió. Es extraño.

Enciendo la radio pretendiendo no seguir pensando en esas cosas, si no me pondré peor y nisiquiera podré salir a realizar mi set.

De forma tranquila comienzo a maquillar mi rostro, usando los tipicos colores de siempre. Que ya son parte de mi.
Me coloco la ropa que usaría esta noche, esos trajes que suelo utilizar, algo ajustados para realzar la figura. Aunque lo que menos me importa en este momento es como me veo.

Un golpeteo en la puerta logró quitar esos pensamientos de mi cabeza. Giré la silla hacia esa dirección y di el si para que quien esté detrás entrara.

-Summer.- sonrió.

-Oh, hola Jim.

-¿Estas bien? Me ha dicho Kevin que no te sentías muy bien...- se paró frente a mi.