capítulo nueve

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Aeropuerto internacional de Los Ángeles,
California 1988.

-¿Y sabes algo de Nikki?- preguntó Steven sentándose a mi lado.

-Desde que se fue de gira, hablamos una sola vez por teléfono.- hice una mueca - Lo extraño, de seguro debe estar bien.

-Yo tambien lo extraño.

-¿De que hablan?- dijo Slash llegando junto con Izzy. Dejó un par de botellas de alcohol en una pequeña mesa que se encuentra en el centro y se sentó frente a nosotros.

-De lo enamorado que esta Nikki de Summer.- rió Steven.

-Callate.- le golpeé el hombro.

-Igual si es cierto, lo he notado.- Slash sirvió Jack Daniels en vasos para todos.

-¿Cuantas horas son de viaje desde aquí hasta New York?- pregunté intentando cambiar el tema.

-Creo que unas cinco horas.- respondió Izzy.

-Bien, bastante tiempo para dormir.- me acomode mejor en el asiento.

-Claro que no señorita.- Axl se sentó en diagonal a nosotros - Vamos a disfrutar un momento entre todos, bebiendo y así.- tomó un vaso.

-¿Crees que quiero estar despierta para oír eso?- señalé a mis espaldas, todos giraron la cabeza para ver.

-Sólo ignoralos.

-¡Ja! Como si fuera tan fácil.- bebí de una sola vez el trago.

-¿Tu piensas que lo que ocurrió hace unos días el no se acuerda?- abrí la boca sorprendida.

-¿C-como... como se enteraron?

-Nos contó todo.

-¿Qué? Pero... ¿Cómo puede recordarlo si estaba jodidamente ebrio?- pregunté desconcertada.

-No me preguntes por qué, pero se acuerda. ¿Durmieron juntos verdad?- preguntó Axl.

-¡Sh! ¡Callate!- levanté un poco la cabeza por encima de mi asiento para asegurarme de que Duff y Lauren no oyeran nuestra conversación. Al hacer eso, él me vió y sonrió. Nuevamente sin decir nada, me acomodé en el asiento - Si, dormimos juntos, pero no ocurrió nada. Me fui a las horas.- hablé en un tono más bajo.

-¡Te dije que no mentía! Ahora me tienes que dar mis treinta dólares.- exclamó Steven contento, Slash rodó los ojos y del bolsillo de su chaqueta sacó un par de billetes, tirandoselos en la cara a el rubio.

-Sigue festejando por esos insignificantes treinta dólares, total, a mi me sobra el dinero.

Todos comenzaron a reír y a burlarse de Slash debido a lo que dijo, creo que estas horas de viaje serán bastante divertidas gracias a ellos. Me duele escuchar como Duff ríe con Lauren, aunque por una parte me alegra saber que el recuerda todo lo que ocurrió hace unos dos días. Espero ella no se entere de nada.

Nos encontramos Steven y yo en su camerino esperando el momento para salir. Mientras tanto el se mira frente al espejo intentando "acomodar" su despeinado cabello.

-¿No te sientes incómoda mientras ella está aquí?

-¿Tu que crees?- reí - En su mente ya formó su plan de como asesinarme de cinco formas distintas, no pude nisiquiera saludar a Duff.- rodee los ojos.

-Yo te he dicho que es una loca, no entiendo como Duff la aguanta aún. Mientras tanto, aprovecha los momentos en los que ella no esta con el.

-¿Seguro? Creo que a él le implantó un chip para rastrearlo.- Steven largó una carcajada.

-Claro, además si ella quiere hacerte algo, todos estamos aquí para defenderte. Hasta Duff.- aseguró.

-Bien, lo intentaré...- respondí no tan segura.

Tras la puerta se oyó la voz de Doug decir que ya es hora de salir, le di un fuerte abrazo a Steven y ambos salimos de allí. Por el pasillo se iban encontrando todos, emocionados por esta noche.
Duff se encuentra jodidamente sexy, bueno en realidad como siempre. Lleva sus típicos pantalones ajustados que marcan bien sus piernas, junto con esos cinturones llenos de cadenas y tachas. Además de que sólo por arriba lleva una camiseta de red negra, junto con unos tirantes debajo. Amo como le quedan los tirantes.

-Cuidado, se te va a caer la baba.- bromeó Slash.

-Idiota.- lo empujé levemente, éste al instante me tomó por las piernas y me cargó sobre su hombro, pasando por delante de todos, dejando mi trasero casi a la vista debido a la falda que llevaba puesta - ¡Bajame Saúl!- patalee y golpeé su espalda, pero fue inútil.

-¡Linda vista!- dijo Axl - ¿No crees, Duff?- preguntó poniéndose junto a el, en este momento quiero asesinarlo. Más bien, a ambos.

-¡Bajame ya!- le grité y este después de dar un par de giros me bajó. Enojada golpeé varias veces su pecho con mis puños, éste sólo reía.

-De nada.- sonrió con suficiencia.

-Vuelves a hacerme eso y juro que...- me callé la boca al ver pasar a Duff y Lauren por mi lado, la mirada de ella era una asesina.

-¿Y juras que, preciosa?- alzó una ceja - Se que Duff no podía quitar la vista de ti, es obvio.

-Nada, sólo no lo vuelvas a hacer.- negué - Ahora ve allí, tus fans te esperan.

-Gracias.- besó mi frente - Te vendré a buscar cuando toquemos Rocket Queen.- se dió la vuelta para irse.

-¿¡Que!? ¡Estas loco!

-¡Te obligaré!- gritó antes de subir al escenario.

El concierto acaba de finalizar. Tal cual como Slash dijo, él vino a buscarme para bailar en Rocket Queen, la sorpresa de todos era imaginable, es obvio, ¿Como puede ser que la ex del bajista esté allí de nuevo? Al principio tuve vergüenza pero me dejé llevar y por un momento olvidé que Lauren estaba allí, observando toda la escena.
Ahora mismo me encuentro caminando por los largos pasillos internos del estadio, buscando el baño. Necesito refrescar mi cara.

-¿Qué estas buscando?- me sobresalté al oír su voz.

-El... el baño.- sonreí.

-Dejame llevarte, se donde está.- se acercó a mi lado - ¿Te gustó el show?

-Me encantó, estuvieron sensacionales, como siempre.

-Estuvo mucho mejor cuando entraste tu a bailar.- removió su cabello nervioso.

-¿Eso crees?- él asintió con una media sonrisa.

-Si, fue excelente, para ser la primera vez.

-Emm...- reí - Te equivocas, no fue la primera vez.

-¿No?

-No, para cuando tuvieron la gira de Appetite For Destruction, Tom me contrató para ser una de las bailarinas.

-Oh... lo siento, no lo recuerdo.- hizo una mueca.

-Lo sé, no te preocupes.- sonreí algo triste - Bueno, aparentemente el baño está aquí así que... Gracias Duff.- el miró hacia ambos lados, y rápidamente tomó mi mano adentrándonos al baño - ¿Q-que que haces?- pregunté algo nerviosa.

-Se que luego me arrepentiré de esto, pero a la mierda todo.

Me tomó del trasero haciendo que enredara mis piernas alrededor de su cuerpo, conmigo así se metió en uno de los cubículos. Apoyandome contra la fria pared. Nuestros ojos hicieron contacto por unos segundos para después cerrarse ante el beso apasionado que estábamos formando.
Sus manos se paseaban por todo mi cuerpo, mientras que yo intentaba de alguna forma, quitarle las prendas de arriba.

Se lo que se viene y realmente no me lo esperaba, pero no voy a desaprovechar la ocasión.

A la mierda todo.

𝑹𝒆𝒎𝒆𝒎𝒃𝒆𝒓 𝒎𝒆 | Duff McKagan [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora