Cuando Kagome termino su baño se sorprendió al no ver a Inuyasha esperándola, no tenía ni la menor idea de lo que el pobre individuo estaba pasando entre emociones y quehaceres, en su lugar fue Sango quien estaba esperándola con una sonrisa para pedirle que la acompañe a los comercios cercanos a comprar algunas cosas necesarias para los niños, montadas en Kirara era un viaje de poco tiempo, pero como buenas mujeres demoraron en su labor, hasta después de un par de horas que dieron por terminada la jornada de compras es que ambas regresaron a la aldea, siendo interceptadas antes por el hanyou, el monje y el pequeño zorro en las afueras....
—Estábamos esperándolas señoritas —dijo el segundo de estos.
—Por que tardaron tanto— grito el primero.
—Tengo hambre— se quejó el ultimo.
—Lo sentimos no entretuvimos un poco —Se disculparon ambas.
—¡Ja! No importa, Kagome ven conmigo tengo algo que hablar contigo —dijo el ambarino tomando de la mano a la sacerdotisa, quien solo atinó a decir un simple "¿eh?", y más rápido que de inmediato logro separarla del grupo.
—Kagome —Empezó un poco nervioso.
—¿Qué sucede Inuyasha? —Cuestiono la aludida.
— Yo...yo —«carajo como lo digo» se maldecía para sí mismo.
—Inuyasha me asustas —Interrumpió, claramente preocupada.
—Kagome-quiero-vivir contigo —soltó atropelladamente.
—¿eh? mmm...Y yo contigo, pero ¿No lo estamos haciendo ya?.
—...me refiero a...tu ...y yo...solos —dijo sin rodeos y expectante, al no escuchar respuesta alguna, él se estaba inquietando así que temeroso se giró a verla, para toparse con unos brazos alcanzándolo y rodeando su cuello.
—me encantaría
Él correspondió aquel abrazo atrayéndola más a su propio cuerpo
—ven —Susurro en su oído y empezó a caminar, ella lo tomo del brazo y camino a su lado, era grandioso como unas simples palabras podrían alegrarla, caminaron no por mucho, él aún seguía nervioso ella podía sentirlo así que solo atino a aferrarse a él, cosa que no lo ponía precisamente más tranquilo, al contrario, tal vez alborotaban un poco más sus hormonas, pero vamos él tenía los nervios de acero y el autocontrol suficiente para no pensar en esas "cosas".
—¿Eh? Inuyasha ...vamos en la dirección equivocada, la anciana Kaede vive por allá o ¿Dónde estamos yendo? —dijo preguntándole y a la vez recordándole esta información a su compañero, por si se le había olvidado.
—Tonta te dije que viviríamos solos o no me escuchaste —dijo Inuyasha, separándose del agarre y caminando delante para guiarla hacia "ese" lugar que quería mostrarle.
—Por supuesto que te escuche, pero no pretenderás que vivamos encima de un árbol o en una ...—Se dio de bruces con la espalda del chico, cosa que la hizo callarse —eso dolió tonto —Se quejaba mientras daba un paso al costado para ver el "porque" el otro se paró de golpe, solo para verse a sí misma parada frente a...
—Inuyasha esto es
—Es "nuestra" casa —dijo muy avergonzado, no estaba en su naturaleza ser "sensible" pero con ella simplemente no podía evitarlo.
—Inuyasha ...gracias —respondió ella con un par de lágrimas amenazando con salir de sus ojos.
—Espera no llores... acaso no te gus...esas palabras quedaron ahogadas al sentir repentinamente los labios de ella sobre los suyos.

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Origen y destino
RomanceLo que debe ser será, es lo que se conoce como destino, así movamos todas las fichas, inevitablemente ocurrirá, pero ¿Cuál es el mío?, después de todo lo que pasamos, después de estar separados, regrese por él, intente y trate de demostrarlo, o demo...