Harry es un alfa viudo con una pequeña de 6 años. Louis es un Omega que fue víctima secuestro y terminó abandonado en las calles.
Por obras del destino Harry termina encontrando a Louis y deberá tomar una decisión arriesgada para salvarlo.
Tal vez...
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Había pasado una semana desde su celo, estaban a inicios de diciembre y el frío corría por todos lados, parecía incluso que nevaría. Louis estaba en la Sala leyendo un libro, hecho bolita con una manta. Harry estaba en el trabajo y Cali en la escuela, era su última semana antes de las vacaciones y estaban haciendo muchas actividades navideñas que la pequeña no se quería perder.
Terminó otro capítulo de su libro y decidió que era hora de tomar un poco de aire. Dejó las cosas en su lugar y se puso una enorme chaqueta de mezclilla que era de Harry. Se puso zapatos, que aunque no le gustaban debía usar por el frío de afuera, y salió al jardín.
Su nariz se puso Roja casi al instante en que hizo con tacto con el frío y Louis inhaló profundamente el frío aire de Londres, observó como su exhalación se convertía en una pequeña nube de vapor y rió.
Se sentó en el pasto como solía hacerlo y recargó sus manos en el mismo para poder mirar las nubes, ahora el cielo estaba cubierto por ellas y parecía que en cualquier momento empezaría a caer nieve. Se quedó un buen rato perdido en sus pensamientos hasta que fueron interrumpidos por un agudo chillido.
Se incorporó en su lugar y miró a su alrededor en busca de la fuente de aquel sonido, volvió a escuchar el chillido y lo ubicó cerca de unos arbustos de flores. Se levantó y caminó hacia ellos.
Cuando estuvo al lado ya no sólo se escuchaba el chillido si no también una pequeña respiración que cada vez sonaba más cortada.
Se agachó y comenzó a buscar a la pequeña criatura que sonaba y encontró debajo del arbusto, metido entre las ramas a un pequeño gatito gris con manchas blancas, cubierto de tierra que temblaba de frío.
De inmediato lo tomó entre sus manos teniendo cuidado de no asustarlo ni lastimar lo y lo sacó del arbusto ganándose algunos rasguños de las ramas del mismo pero sorprendentemente ninguno del gato.
Ya fuera del arbusto lo llevó a su pecho y lo cubrió con la chaqueta, el pequeño animal estaba muy frío y en cuanto Louis lo cubrió empezó a ronronear.
Louis lo llevó dentro de la casa para poder verlo mejor y que entrara en calor. Fue hacia su habitación por una toalla para envolverlo y ahí lo revisó con más cuidado. Tenía 3 quemaduras de lo que parecía un cigarro en su lomo y patas y algunos rasguños en todo el cuerpo, sus ojos eran grises casi azules y no parecía tener más de 4 meses.
-Hola pequeño -puso al gatito de nuevo en su pecho y vió como cerraba sus ojitos- Soy Louis, seré tu nuevo amigo
Bajó a la cocina con el minino en brazos mientras le acariciaba la cabecita- Ya nadie te hará daño lo prometo, pero ahora debo darte un baño porque estás lleno de tierra y ramitas
Puso al gato en el fregadero y desenvolvió la toalla, después tomó un trapo limpio del cajón y lo mojó con agua tibia para pasarlo por todo el cuerpo del animal que no se movió en ningún momento, después puso un poco de jabón para trastes en el trapo y talló toda la mugre y pequeñas basuras de su pelaje para limpiarlo, cuando toda la pequeña criatura estuvo llena de jabón Louis abrió el grifo con agua tibia y le quitó todo el jabón.
