Tadaima

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Hola, mí nombre es Sakura Haruno, tengo 13 años y actualmente pertenezco a Anbu Raíz. Tengo nuevamente mí sello Yin, y estoy bajo la tutela de Danzo Shimura.
En este instante estamos atravesando las puertas de Konoha

- Hogar, dulce Hogar...

Dije al momento de cruzar las puertas y ver la aldea, en verdad había extrañado este lugar pero sobre todo, a su gente. Mí viaje con Danzo-sama se alargó un año más, es decir que he estado fuera por 5 años. Sin dudas una eternidad.

- Puedes hacer lo que quieras, yo iré a hablar con Minato. No olvides que te quiero en casa para la cena - escuché que Danzo-sama me dijo, haciendo que me diera cuenta de algo

- Abuelito Danzo

- Te he dicho que dejes de decirme así. Y qué quieres mocosa?

Simplemente sonreí, me había dado cuenta que pese a que cada vez que lo llamaba abuelo, él me decía que dejara de llamarlo así, notaba que una sonrisa pequeña se posaba en él..

- Abuelito... Donde queda tu casa?

- No te preocupes, nos vemos en la sede raíz. No llegues tarde

- Hai. Nos vemos - al decir esto, le di un fuerte abrazo y desaparecí en una nube de humo para reaparecer sobre las cabezas Hokage.

- Estoy de vuelta! - dije en voz alta al aire.

Me mantuve un rato más admirando los pequeños cambios que había sufrido la aldea y luego salí en la búsqueda de mis amigos. Sintiéndome nerviosa, insegura

"Será que todavía me quieren?"

*Tranquila Cerezo, estoy seguro que se alegrarán de verte*

#Yuki tiene razón tonta. Recuerda la promesa que hicieron#

- Es verdad! A por ellos!!

Rápidamente corrí hacía el barrio Uchiha, moría por verlos a todos pero en especial a mis Pelinegros favoritos. Quería saber cuánto habían cambiado. Con una sonrisa más grande, aceleré el paso.

Al llegar a la mansión principal, me tomé un momento para regular mí respiración y luego toqué. Escuché unos pasos acercándose y mí corazón comenzó a palpitar con fuerza. No importaba quien abriera, cualquiera de ellos provocaba lo mejor de mí.

Cuando la puerta se abrió, vi a un hermoso Pelinegro de 9 años, quien me miraba de manera fija, analizándome. Esto me entristeció...

"Al parecer Sasuke-Kun no se acuerda de mí"

Sin embargo, me tragué la tristeza y le regale una sonrisa

- H-hola... Mí nombre es

- Sakura. Lo sé! Te has tardado - dijo el pequeño Pelinegro haciendo que mí sonrisa se ensanchara más y de la alegría lo jale hacia mí y lo abrace con fuerza

- Te acuerdas de mí!! No sabes cuándo te he extrañado -le dije cuando lo solté.

Vi que sus mejillas estaban sonrojadas y aquello simplemente me hizo sonreír.

"Al parecer Sasuke-Kun va por buen camino"

Supongo que me quedé mirándolo embobada porque de un momento a otro me vi siendo arrastrada por él hacía el interior de la casa.

Al entrar en la cocina, una hermosa Pelinegra me daba la espalda, estaba concentrada preparando algo.
Mis manos comenzaron a sudar y los nervios se estaban apoderando de mí nuevamente, pero un fuerte apretón me llenó de valor, Sasuke-Kun aún seguía agarrado de mí mano, así que suspirando hondo, le devolví el apretón y dije

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