Valientes

Comenzando de cero

Desperté desorientada y me tomé un momento para rememorar los hechos

- Creo que me desmayé - pensé en voz alta.

- Y vaya susto que nos diste - ante esa voz, gire y vi como Minato-san y Fugaku-san estaban parados cerca de mí.

- Lo siento, no era mí intención preocuparlos. Qué pasó?

- Es como nosotros pensábamos, te has estado sobreexigiendo. Las heridas que te causó Obito, no sanaron bien ya que tú no dejas de moverte. - habló Fugaku-san, reprochándome con la mirada.

- Lo siento, prometo tener más cuidado

- Estamos seguros de eso. Saku estuvimos hablando y te mereces un descanso, al menos hasta que tus heridas sanen correctamente. - habló Minato-san, quise interrumpir pero su mano me hizo callar- no hay lugar a quejas, desde hoy quedan suspendidas tus actividades como anbu y pasas directamente a ser sensei de estos chicos.

- Pero yo...

- No hay pero Sakura. Esto es una orden - dijo Fugaku-san y yo solo pude hacer un puchero.

- Ya qué... A ver qué mocosos me tocaron

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Una semana llevo siendo sensei de estos renacuajos y la verdad que no es tan malo como yo creía. Iruka-sensei se enfermó así que por una semana más yo estaré a cargo de su curso.

Desde que salí del hospital, he estado yendo a cenar a casa de Mikoto-san y de Kushina-san, ambas han organizado para que dos veces a la semana cenara con ellas, los otros 3 días cenaba con Danzo-sama.

Hoy me toca ir a la mansión Uchiha, así que en este momento me dirijo hacia allá. No llevo prisa, la verdad es que no he querido ver a Itachi-kun; no quiero enfrentarme a su mirada, pero como nada sale como yo quiero, apenas salgo de la academia me lo encuentro. Ambos nos dirigimos al barrio Uchiha.

Él se acerca hacia mí y saluda

- Hola, como has estado?

- Hola Itachi-san, bien y tu? - poco a poco comencé a acelerar el paso.

- Bien, me parece a mí o has estado evitándome? - se colocó a mí lado

- No, yo no.. solamente he estado ocupada

- Ajá y por eso vas casi corriendo? - no sé si fue imaginación mía pero su voz sonó un poco divertida.

Me detuve de golpe y lo miré, estoy segura que mí cara estaba roja por la vergüenza.

- lo siento, solo aceleré el paso para llegar más rápido y ayudar a Mikoto-san

Él solo río y se acercó más a mí haciendo que yo retrocediera.

- Eto...mejor... sigamos. M-Mikoto-san está... esperando. -maldición, por qué no podía hablar de corrido.

- Está bien -dijo y comenzó a caminar, pero al dar dos pasos se detuvo, esperándome. No me quedo de otra más que suspirar profundo y alcanzarlo. Ambos permanecimos en silencio, hasta que este fue roto por él

- Por qué Shisui y tú no me dijeron que nosotros éramos novios? - su pregunta me tomó por sorpresa pero rápidamente reaccioné y dije

- Fue lo mejor, no quería tu lástima o que te sintieras culpable de algo.

- Entiendo, pero eso me hubiera aclarado muchas cosas - aclararle cosas? Aquello despertó mí interés

- Qué tipo de cosas?