Shiom agarró a Marian sin dudarlo un segundo y la colocó en su espalda. Sacó la espalda y apuntó al Lunael que había estado detrás de ella. Marian sonrió, se sentía protegida, aunque no lo necesitara. Era lindo que la reacción de Shiom haya sido esa.
—¿Por qué te haces por mí? —preguntó el que estaba al frente de Shiom—. Chicos, no se dejen engañar, él está usurpando mi puesto.
—¿Será que te callas y muestras tu verdadero rostro?
—Miren, ni siquiera sé de qué habla ese mentiroso. —Laure comenzó a reírse mientras el Lunael dos hablaba—. Tu cállate, ni siquiera das para ver quien es tu verdadero capitán.
La risa se intensificó en ella e hizo que los demás chicos la acompañaran. Todos los del escuadrón de Lunael lo habían entendido desde el inicio. El dragón de la luz estaba involucrado en muchas cosas, pero al final, no era un mentiroso.
—Quien lo diría, el chico no era un mentiroso. —Nicolea sacó su espada, pero su capitán hizo un movimiento con la mano—. Ash, quería ver si podía usar tus habilidades.
—Es mi presa. —La voz de Lunael demostraba su enojo—. Y yo soy su presa.
—Y bueno, al parecer mi plan fue dañado, quien lo diría. —La voz del Lunael que no era Lunael sonó, tenía un tono más macabro y grueso—. Quién lo diría, encontrar al verdadero usurpador en un pueblo en medio de la nada.
—¿Qué haces aquí? —Lunael comenzó a caminar desenvainando su espada. Le hizo una seña con la cabeza a Shiom para que se moviera, cosa que hizo de inmediato junto con Marian—. Pensé que te habíamos matado.
—Casi lo hacen, pero no pudieron. —Este hombre también comenzó a caminar, pero con cada paso parecía más alto—. Cuatro contra uno y no lograron matarme, ¿qué te hace pensar que podrás hacerlo? Los otros dos pilares fueron un buen juguete. Faltas tú.
La piel de aquel ser, que con cada paso iba creciendo un par de centímetros, comenzó a rasgarse. Era como si se quebrara. Su verdadero color, un azul tan oscuro que parecía negro comenzó a mostrarse. Se puso la mano en el cabello y lo jaló, y como si hubiese sido una máscara todo salió por arriba, dejando ver un rostro: era plano, solo tenía dos orificios debajo de los tres ojos y una boca. El resto era como un espejo. Donde se reflejaba todo, incluso la luz.
—Ah, eres un Darefe, serás una presa simple —bufó Nicolea.
—No, no es un Darefe, no es nadie de la raza "espejo". —Lunael se colocó en guardia, todas las espadas que había creado se colocaron en posición para ser disparadas—. ¿Qué eres?
—Cierto, cierto. —El ser extendió su brazo derecho, musculoso y lleno de cicatrices. El brazo de él eran dos piernas de Shiom—. Ustedes lucharon contra los nobles esa vez y confundieron a esos niñatos con uno de sangre de la realeza. —Abrió y cerró el puño, haciendo que un mazo se manifestara allí. Uno grande, con rastros de varios choques de armas—. Soy un emisario de Gui Land, y soy parte de los guardianes de la realeza. Pero sí, soy de la raza espejo. Se nota que ustedes no aprendieron nada de esos nobles.
—Que raro, nunca vimos tu verdadera forma. Solo eres un cambia formas. —Lunael bufó—. ¿Estás tan debilitado que te tocó sacar tu verdadera...?
Antes que Lunael siquiera pudiera terminar de preguntar, todas las espadas creadas con Hus kha trataron de bloquear algo, pero se quebraron en miles de pedazos. Si el capitán Knox no hubiera dado dos pasos atrás, aquel martillo le hubiera destrozado la cabeza por completo.
Lunael se dio cuenta de algo. Él había luchado contra ese ser, los cuatro pilares lo habían hecho, y juraban que era un príncipe de la realeza. Prats no fue lastimado por él, pero Cecilia, Dutla y él mismo lograron salir por suerte. Esa vez solo tenía un escudo y una espada, ahora parecía que tenía su verdadera arma. Esto no iba a ser para nada fácil.
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El dragón de la luz | TERMINADA |
ФэнтезиEsta es una historia que ha sido escrita a través de los siglos en Txard y ha tenido más de mil versiones: Poemas, historias, canciones, obras de teatro y todas narran lo mismo, una sola versión: Tres espadas que consigo traen una maldición, una ben...