Capitulo treinta y dos

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Daniel no podía hacer mucho. Night aún no ha vuelto, no puede forzar a usar la bendición de la oscuridad, no estaba seguro si el Hus Kha que le quedaba luego de usar "control del dragón de la oscuridad", era suficiente para usar la armadura y el potencial completo de portadora.

Estaban rodeados. Habían derrotado a diez, veinte, treinta, habían perdido la cuenta mientras Shiom había entrado a la iglesia. Proteger la puerta, ver como Lunael estaba siendo sometido por los seres que lo rodeaban. Querían moverse y ayudarlo, pero no podían. Cada vez más seres estaban forzándolos. Necesitaban ayuda, pero ciertamente, no llegaba nadie. No esperaban un milagro, pero tampoco algo peor. Blake sintió peligro y tiró a Daniel al suelo junto a él. Una ráfaga de aire y calor arrancó el cuerpo de la mayoría de seres que lo rodeaban. Si no hubiese reaccionado de esa manera... ellos hubieran muerto.

Ambos buscaron con la mirada quien había hecho eso, pero solo se toparon con una bata negra y el símbolo de la iglesia en la espalda. Notó como aquel hombre se lanzó por Lunael. Los dos trataron de moverse, pero un par de ojos azul puro los miró. No pudieron moverse. Estaban siendo inmovilizados por algo. Trataban de apartar la vista, pero había algo en esos ojos que les parecía familiar... Sí, eran iguales a los de ellos. El iris tenía forma de reptil. ¿Quiénes eran ellos? ¿Qué hacían aquí?

Lunael no aguantó más. Ellos dos miraron como lo atacaron y lo lanzaron a otro lado. Miraron como agarraron a Marian del suelo. Luego sintieron calor, vieron un fénix volar en el suelo y atacar a esos seres, pero fue golpeado y cayó al suelo sin mayor pelea. Los dragones reconocieron el fénix, era la emperatriz del cielo, vencido en simples dos golpes.

Ambos jóvenes vieron como la mamá de Shiom trató de moverse entre el aire, pero no pudo y cayó a un techo cercano. Trató de usar Hus Kha, pero le pasó lo mismo. Una mirada de uno de esos seres que estaban escondidos entre las capuchas. Y la detuvo, pero al compañero que estaba con ella, no. Trató de atacar en el aire, pero no pudo hacer mucho. Un golpe de Hus Kha lo mandó hacia el techo nuevamente.

Blake y Daniel trataron de gritar, rugir, o hacer cualquier cosa, pero no podían. Estaban petrificados al completo. No sabían con qué cara mirar al reino, a la orden y a Shiom. Habían fallado en proteger a la princesa. ¿Quiénes eran ellos? ¿Por qué tenían tanto poder? Y ese uso del Hus Kha, ¿qué tan avanzado estaba?

Los ojos azules se retiraron caminando hacia el cielo. Parecían estar volando, pero realmente eran como pequeños saltos en el aire. Blake notó como el viento cambiaba para impulsarlos, esto le sorprendió. Ni siquiera él, como el gran dragón de las tormentas podía hacerlo. Ni siquiera usando la libertad. El efecto duró unos minutos más. Cuando por fin pudieron moverse, corrieron hacia Lunael.

—¿Estás bien? —La pregunta de Blake hizo que el hombre, que estaba contra una pared, lleno de sangre y con su cabello del mismo color que su iris se riera y se quejara del dolor.

—¿Alguna idea de quiénes eran? —Daniel quería bajarlos, pero sin Night... no confiaba que pudiera siquiera rasguñarlos. Solo una mirada bastó para inmovilizarlo. Ellos no atacaron a ningún humano, pero si a Lunael y al fénix.

—¿Alguno de ustedes notó que había personas encima de esa ave? —Cecilia bajó con cuidado, ella también estaba llena de sangre. La cantidad de seres que mató mientras llegaba a ese sitio la llenó de aquel liquido—. ¿Serán ellos Lunael?

—¿Y lo dudas? —Trató de acomodarse, pero el dolor en las costillas lo hicieron gritar. Se partió más de una—. ¿Tú crees que cualquiera me puede dejar en este estado? Además, inmovilizaron a los dos dragones con solo verlos.

—¿De qué hablan? —preguntó Blake—. Ahora van a decir que es una organización secreta de la iglesia que ningún ciudadano de Txard conoce. Una que lleva siglos esperando a que el hijo de la diosa aparezca, para luego raptar a la princesa y usar las espadas para matar a Xertus.

El dragón de la luz | TERMINADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora