Había sido un pesado día en el trabajo, Temo lo único que quería era ya dormirse. Entró a su cuarto y encontró a Ari ya dormido, también había tenido un día cansado. Temo se puso la pijama y se acostó junto a su novio.
-¿Temo?- lo llamó Ari medio dormido al sentirlo acostarse.
-Si Tahi, soy yo- le susurró Temo.
Ari abrió un poco sus ojos solo para ver a su novio sonriendo y Temo hizo lo mismo. Entrelazaron sus manos y se acercaron un poco juntando sus frentes, estaban medio dormidos, pero aun tenían algo de pila para hablar.
-¿Cómo te fue en el trabajo?- preguntó Ari.
-Hoy me estresé mucho pero sé que al menos valió la pena- dijo Temo-. ¿Y a ti cómo te fue?
-Bien, hoy tuve muchos viajes.
-Que bueno amor, me alegra.
Se quedaron un momento en silencio porque realmente estaban cansados, pero Temo se acercó un poco más a Ari y le dio un beso en la punta de la nariz haciéndolo sonreír.
-¿A qué se debió ese bonito beso?- preguntó el rizado.
-Fue porque a pesar del estrés en el trabajo tú eres mi razón por la que quiero llegar a casa- dijo Temo-. Tú eres mi todo.
-Tú también eres mi razón para llegar a casa, mi inspiración para mis canciones y mi todo.
-Te amo Ari, te amo mucho.
-Yo más mi amor y quiero que siempre lo recuerdes.
Se unieron en un lindo beso que demostraba que realmente se amaban y que eso era lo que realmente importaba.
