Faltaban menos de 24 horas para que Ari y Temo se convirtieran en los señores Corcega López. Temo había terminado de ponerse su pijama y antes de acostarse se acercó al espejo donde estaban colgados sus trajes de novios, estaba feliz de ya casarse con el amor de su vida. Salió de sus pensamientos al sentir unos brazos rodear su cintura.
-¿Estás nervioso?- preguntó Temo.
-Un poco, ¿y tú?- dijo Ari besando su cuello.
-También lo estoy, pero sé que todo saldrá bien.Se quedaron un momento allí parados sin dejar de abrazarse, Temo se dio vuelta para mirar de frente a Ari y le regaló una sonrisa mientras acariciaba su mejilla.
-Gracias Ari- le dijo.
-¿Por qué amor?- preguntó Ari sonriendo.
-Por llegar a mi vida. Si no te hubiera conocido no imaginaría que el día de mi boda estaba cerca y sobretodo con la persona que de verdad amo. Fuiste el mejor novio y ya mañana serás mi esposo.
-No me agradezcas Tahi. Yo soy quien debo agradecerte por llegar a mi vida porque cuando te conocí me cambiaste por completo y descubrí la felicidad a tu lado, tú también fuiste el mejor novio y sé que serás el mejor esposo.
-Tú también serás el mejor esposo, la persona con quien quiero pasar el resto de mi vida.
-Estaba muy nervioso porque mañana es la boda pero al platicar contigo ya me siento mucho más tranquilo. Mañana será un día especial para nosotros.
-Y lo mejor será que vayamos a dormir porque mañana nos espera un día especial.Ambos se metieron entre las cobijas y antes de dormirse se dieron un beso para después abrazarse.
-Descansa mi amor.
-Tú también Tahi, dulces sueños.