"El departamento"

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Había caminado una distancia considerable, las lagrimas inundaban sus cuencas vacías y ese sentimiento de desesperación se apoderaba de cada parte de el, rechistaba con su lengua sobre el paladar para poder distraer un poco su mente pero lo único que le venia a ella era la cara sorprendida que el mismo interpreto como asco por parte de Edd.- No vino tras de mi, debí imaginarlo..

Volteo levemente para ver la calle vacía tras el, el pequeño sonido de sus propias pisadas al detenerse calo fondo en su corazón, muy a pesar de lo que demostraba con sus ex-compañeros de casa el solía ser muy sensible cuando se trataba del desprecio, sobre todo cuando venia de Edd, unas ultimas lagrimas cayeron de sus ojos vacíos como si fueran un agujero de depresión que absorbían cualquier tipo de tristeza, cerro sus ojos y demostró una expresión fría en ellos, sin emociones o algún tipo de sensibilidad, saco nuevamente aquella pequeña cantimplora para beber el resto del contenido, un contenido que mantenía unas pequeñas pastillas de clonazepam, unas cuales adormecieron su cuerpo y sus sentidos, por unos momentos dejo de importarle todo y tambaleando su cuerpo comenzó a caminar a tientas a su hogar.- Vale la pena, Vale la pena..

En el restaurante...

Edd había entrado en el restaurante, con un rostro algo preocupado y un tanto acongojado, aun quería ir tras Tom después de todo lo que escucho, quería arreglar las cosas con el y hacerle saber que seguiría para el aun si habían sentimientos por parte de el, claramente no le correspondía pero aun así quería que se sintiera apoyado.

¡Hey Edd! - Escucho a su amigo Matt que lo observo con una sonrisa, una sonrisa que fue compartida por la mujer a su lado.- Te ves un tanto pálido ¿Pasa algo?

Bueno yo..- Se quedo en silencio mirando a la entrada de aquel recinto.

- ¿Edd?

- ¿Cariño, estas bien?

Hablo la voz femenina

- Hey, amigo ¿Paso algo malo?

Edd seguía mirando aquella puerta, absorto en sus pensamientos.

¡Edd! - De un salto observo nuevamente a Matt.- ¿Si?

Estas demasiado distraído, creí que ibas a llegar con Tom ¿No sabes donde esta?  deberíamos llamarlo.- Hablo la voz femenina y calmada junto a Matt, quien sostuvo la mano de su esposo y observo a Edd de forma preocupada.

¡No, no es necesario! El tuvo un contratiempo, dijo que lo disculpara con ustedes, luego iré a verlo a su departamento.. - Dirigió su mirar a la feliz pareja y les dedico una sonrisa alegre que logro calmar a ambos, estaba mintiendo, el mismo en ese momento no se estaba sintiendo bien, conocía una de las peores facetas de Tom, esa faceta drogadicta y alcohólica que solo había soltado con el, una faceta que Tom no había tenido la confianza de mostrar con Matt o con Tord, una donde conocía los peores temores de Tom, una de las tantas veces que lo vio llorar  o escuchaba los miedos de aquel pequeño ser, debía admitir que se sentía muy especial por eso pero jamás habría creído el porque de la causa.

Es un alivio escuchar eso, por un momento pensé que se pondría celoso de que conseguí una hermosa esposa y mi esposa un hermoso ser con el cual casarse.- Edd coloco un rostro sin emoción alguna, ya había escuchado miles de veces a su amigo amante de si mismo decir eso, si supiera lo que realmente sentía Tom por el definitivamente lo dejaría sin habla, su lado egocéntrico le estaba ganando al querer restregarle en su rostro que EL, Edd Gould había enamorado a uno de los chicos "Mas difíciles" a los cuales acercarse de forma amorosa, uno que a veces demostraba ser un pesado con los demás pero que por dentro tenia un lado muy tierno y amoroso que se sentía orgulloso de solo el poder ver.

Estoy seguro que si, amigo .- No pudo evitar que eso le saliera con un tono sarcástico de su boca, una sonrisa arrogante se apodero de su rostro al mismo tiempo que Matt había percatado algo raro en el, nunca había visto a Edd comportarse de esa forma, al menos no presente a su esposa, rio un tanto nervioso mirando al chico de suéter de verde color algo raro y se animo a pedir las ordenes, comieron de forma tranquila entre risas y alguna que otra vista a la puerta por si Tom aun se animaba a entrar a compartir con ellos pero eso nunca sucedió.

La vida sin SmirnoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora