Doce. ¿Dos?

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Había pasado el día intentando distraerme

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Había pasado el día intentando distraerme. Me distraía con la comida y la sangre que tenía que ingerir, además le había dicho a Edward que pusiera algunos doramas.

Ya me había recuperado más, así que pensé que sería buena idea hablar con mis padres y decirles que estaba mejorando.

Había veces que no quería hacer nada más que mirar con anhelo el exterior, tenía tantas ganas de poder salir y caminar un poco, sentir la brisa fresca y que los pocos rayos de sol que se filtraban entre las nubes tocaran mi rostro.

En ese momento me encontraba regresando del baño con ayuda de Rosalie. Y me lleve la sorpresa de que Jacob había llegado de visita.

—Sabía que algo apestaba. —murmuro Rosalie.

Jacob la ignoro y me miro.

—Hola, Elina. —

Lo salude con la mano y una sonrisa cuando Rose me dejo con cuidado en el sofá. Me envolvió con las mantas pero eso no ayudo en nada, sentía como si la temperatura hubiera bajado de repente, haciendo que me doliera hasta los huesos.

Edward me paso una de sus manos frías por la frente y luego la bajo a mi cuello, midiendo mi temperatura.

—¿Tienes frio? —me pregunto.

—Si, un poco. —dije.

No había caso de restarle importancia. Carlisle ya me había dicho que dijera cualquier molestia que tuviera por más mínima que fuera, eso hacía que mi cuidado y el del bebé fuera más fácil.

—Qué bueno que yo estoy aquí. —dijo Jacob.

—No quiero molestarte. —dije. —De seguro debes de estar cansado. —

No me hizo caso y se sentó en el sofá a un lado de mí, pasándome un brazo por los hombros. De inmediato sentí el cambio agradable del frio a lo caliente.

—Gracias, Jake. —dije.

—De nada. —

Edward se sentó a un lado de mis piernas pero un poco alejado procurando no tocarme.

—¿Por qué no le traes algo de comer a Jacob, Rosalie? —pidió Alice.

Rose la miro sorprendida, para después mirarla mal.

—Gracias, Alice, pero no. Prefiero no comer algo en lo cual Rosalie pudo haber escupido. Estoy seguro de que mi cuerpo procesa su saliva como veneno. —

—Rosalie nunca avergonzaría a Esme con semejante falta de hospitalidad. —dijo Alice.

—Claro que no. —dijo Rose con voz amable.

Rápido supe que algo tramaba.

Edward suspiro.

—Me dirás si le puso veneno, ¿No? —le pregunto Jacob a Edward.

Eternal LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora