Me tomaba la mitología mucho más en serio desde que me había convertido en vampiro.
Cuando recordaba mis primeros tres meses como inmortal, solía imaginar el aspecto que tendría el hilo de mi destino que podía haber comenzado como uno encantador y de un color suave. Ahora debía de ser de un escarlata intenso o tal vez un dorado brillante.
Los lazos familiares y amistosos se iban entrelazando a medida que pasaba el tiempo, creando algo bastante grande. Por ejemplo, los licántropos, viejos amigos como Quil y Embry también acabaron por unirse a la manada de Jacob. haciendo que Sam y Emily se comportaran más cordiales. Las tensiones entre nuestras familias se redujeron en buena parte gracias a Mis angelitos, esas personitas tan adorables. Del mismo modo se entrelazaron en nuestras vidas Sue y Leah Clearwater, otras dos que no había previsto.
Mis padres parecían cómodos en su mundo de fantasías, donde todo parecía de maravilla, solo porque podían estar cerca de sus nietos y de mí.
Por otro lado Leah no se mostraba tan feliz como su hermano de estar rodeada de vampiros. Solo se mantenía ahí con nosotros por Young Soo.
Mi relación con Jasper había mejorado mucho más de lo que esperaba, pero obvio eso no fue de un día para otro. Al principio me sentía un poco abrumada con él.
—Ya es demasiado, ¿No crees? —me quejé con Edward una noche después de que pusiéramos a Soo y a Mi en su cuna de hierro forjado. —Si no he matado ya a mi Appa o a mi Omma, es muy probable que eso no vaya a ocurrir en un futuro. Me gustaría que Jasper dejara de andar a mi alrededor todo el día. ¡Parecemos siameses! —
Edward sonrió.
—Nadie duda de ti, Elina, en lo más mínimo. —aseguró. —Ya conoces a Jasper, no puede resistirse a un buen clima emocional. Tú emanas tanta felicidad todo el tiempo, corazón, que está a tu alrededor sin pensárselo. No lo hace de forma consciente. —
Asentí comprendiendo lo que decía mientras lo abrazaba.
Y es que en esa casa ahora era yo la perdona más feliz y eufórica. Los días no eran lo bastante largos para poder disfrutar de la adoración que sentía por mis niños, de trasmitirles todos mis sentimientos y mimarlos. Y las noches no tenían horas suficientes para satisfacer mi necesidad por mi esposo.
Sin embargo, había un punto débil en esta alegría. Si le daba la vuelta a la tela de nuestras vidas, imaginaba que el diseño en la parte del revés debía de basarse en los hilos desvaídos y grisáceos de la duda y el miedo.
Mi pequeña Mi pronunció su primera palabra cuando tuvo justo una semana de edad. La palabra fue "Omma", por otro lado la palabra que había dicho Soo había sido "Aléjate", cosa que me sorprendió porque se lo había dicho a Jacob en coreano cuando él se acercó a Young Mi. Jacob no le había entendido pero por la cara que había puesto mi bebé, él sabía que era mejor no acercarse.
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Eternal Love
FanficLibro I4I Es algo extraordinario conocer a alguien a quien abrir tu corazón y que te acepta como eres, he esperado lo que parece ser un tiempo muy largo para asumir lo que soy y contigo siento que por fin puedo empezar, el tiempo que quiero pasar ju...