JAN
Estoy conduciendo con mi hermana a mi lado. Hoy lleva el pelo sin peinar y me hace gracia, se ve tan dulce y a la vez tan sexy. Ella no para de hacerme preguntas sobre la universidad y mi casi ex novia Gía. Yo no sé por qué sigo con ella, ya ni siquiera me gusta. Supongo que porque es un polvo fácil.
Hannah llama zorra a Gía y la miro serio, sabe que no me gusta que hable de esa forma. Por dentro me río y me digo que soy un maldito hipócrita. « Si ella supiera lo que sale de mi boca cuando...». Me doy un puñetazo mental, «deja de pensar estupideces Jan».
Después de parlotear otro poco, el timbre de su escuela suena. Ella sale disparada hacia la puerta después de darme un beso en la mejilla y yo solo puedo sonreír como idiota.
Me quedo allí aparcado hasta que la veo desaparecer dentro del instituto. Bueno, es mejor que me ponga en marcha o el que llegará “jodidamente tarde” seré yo.
Mientras conduzco camino a la universidad pienso en la carita de Hannah esta mañana mientras me pedía que la llevara, tan tierna.
Sí que es mi culpa que se despertara tarde. Sé que ella nunca pone alarma para despertarse, normalmente es mamá quien lo hace, pero mamá hoy entra al mediodía al restaurante donde trabaja. Yo lo sabía.
Pensé en ir a su cuarto y aporrear la puerta hasta que despertara o entrar directamente, quitarle la sábana de un tirón y hacerle cosquillas...«o besarla», no, mejor no. Eso no estaría bien, podría no tener nada puesto y eso no creo que le guste. «A ella no...pero a ti...»
- Cállate - me digo a mí mismo.
Lo cierto es que me divierte verla como loca por la mañana y claro, me gusta hacer de chofer...nah, mentira. Hacía tiempo que no pasaba un rato con ella y quería charlar aunque fuera por unos momentos. Hannah me divierte mucho, tiene una alegría poderosa y un ánimo arrollador todo el tiempo que me reconforta.
Aparco en la plaza para alumnos de tercero que está hasta el tope, parece que todo el mundo llegó temprano hoy. Cojo mi mochila y mi laptop y subo directo al aula de diseño gráfico. Justo a tiempo, el profesor Mason y yo entramos prácticamente juntos.
Me siento y pretendo atender a la clase pero mi amigo George no me deja. Me pasa un hoja de papel discretamente.
La abro y veo lo que hay escrito:" Bro, esta noche hay disco, ¿Te apuntas?"
En una esquina escribo:
"No"
Le paso la hoja. Lo miro y sé que está contrariado. Últimamente no me pierdo una fiesta, pero claro, ¿Quién le dice a Gía que se pierda una?. A ella le encanta lucir modelitos cortos y provocadores mientras se contonea y también ponerse hasta las cejas de alcohol. Por supuesto, después ella y yo celebrábamos por todo lo alto y en privado... A veces no tan privado.
"Vamos Jan, no seas amargado. Mira, mi hermana va a llevar a una amiga que está buenísima. Quiero conocerla, además te doy permiso para ligarte a mi hermana. Ganamos los 2, si la chica no me gusta no tendré que irme con ella para no dejarte solo ;) y tú te puedes sacar de encima a Gia, ¿Qué me dices?."
Vaya panfleto me ha escrito. Lo pienso un instante. La idea de quitarme de arriba a Gía es tentadora pero no creo que sea buena idea ligar con la hermana de George, Amy. Ella es linda y todo eso pero no es mi tipo y no quiero tener que inventarme una excusa para librarme de ella también, además es la hermana de mi mejor amigo y no me sentiría cómodo.
" No George, esta noche he quedado en pasar un rato con Hannah".
Le escribo. No es cierto, pero es muy buen pretexto.
"Jo, estás hecho una niñera. Vale, pero te vas a perder la diversión."
La verdad no creo que vaya a ser muy divertido. Cerveza o wisky quizás, baile y un polvo rápido. Nah, esta noche no.
Al terminar las clases de la mañana voy a la cafetería y luego al salón de informática...o eso pretendía. Gía me está esperando justo en frente, por desgracia, ella sabe que voy allí casi a diario. Paso a su lado sin mirarla pero ella me detiene sujetando mi brazo.- Cariño, ¿Por qué me evitas?
- Gía, ya te dije que no me llames así.
- Está bien Jan. Como quieras - suspira - Ayer me escribiste que querías hablar conmigo. Dime.
- Bueno, pretendía tener esta conversación después pero ya que estás aquí no perdamos más tiempo. Gía - le digo mirándola a los ojos - Nuestra relación no da para más, lo mejor es que terminemos ya.
Me mira sorprendida, no se lo esperaba.
- Jan, ¿Pero qué bobería estás diciendo?. Ya sé, todavía estás molesto porque creíste que Edward estaba coqueteando conmigo la otra noche - me mira con dulzura, como si le estuviera hablando a un niño de cinco años con berrinche - cariño, sabes bien que Edward no me interesa. Solo estás tú. ¿Por qué mejor no aprovechamos que no hay nadie en el aula de Dibujo a esta hora y hacemos lo que mejor sabemos?.
Me mira con coquetería mientras su mano va bajando desde mi abdomen hasta la cremallera de mi pantalón. Se supone que tendría que sentirme excitado, pero no siento nada.
- Gía - le digo mientras sujeto su mano exploradora - aunque folláramos sin descanso durante toda la tarde, no cambiaría el hecho de que terminaremos. Tú y yo ya no somos nada, lo siento.- Eres un imbécil Jan Michelson - me grita señalándome con rabia - te arrepentirás cuando me veas con otro y sueñes con lo que podrías tener y perdiste por ser un idiota.
La miro sonriendo con esa sonrisa torcida que ella no soporta.
- Me importa una mierda a quien le abras tus piernas. De hecho, sentiré pena por el próximo que caiga en tus redes.
- Eso no era lo que decías cuando estábamos juntos - me lanza una mirada asesina - De hecho, si mal no recuerdo, disfrutabas bastante mi compañía. Sentías mucho y no precisamente pena.
- Esa es la cuestión Gu-Gu - así la llama su hermana pequeña y ella odia ese mote - contigo solo sentía placer por momentos, en la cama y solo en la cama, porque en otros aspectos eres incapaz de desarrollarte . Adiós Gu-Gu, sigue siendo buena en la cama, eso es lo único que se te da bien.
Le doy la espalda y me voy dejándola echando chispas por los ojos. Llego a la plaza y me subo al coche. No tengo clase en la tarde así que me voy a casa.
Mi móvil suena con la notificación de un mensaje nuevo. Miro la pantalla y aparece “mi princesa” escrito. Sonrío preguntándome qué querrá ahora.
"Holaaaa hermanito, ¿Tienes clases en la tarde?¿Estás o estarás ocupado?""No princesa, ¿Por qué?"
Respondo. Pasan unos minutos cuando recibo su contestación.
"Hoy tengo ensayo de baile y necesito que me vengas a recoger y luego me lleves de vuelta a casa. ¿Puedes? Porfa, porfa, porfa."
"No hay problema hermanita, paso por ti en 10 min".
"Graciaaaas, ¿Te he dicho que eres el mejor hermano del mundo mundial? Hasta ahora ;)"
Sonriendo doy la vuelta para ir a recoger a mi princesa.

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Mi princesa
Teen FictionHannah Anderson solo tiene 9 años cuando aparece Jan Michelson en su vida. Para ella él será su amigo, confidente, su hermano. Para él ella es la niña de sus ojos, su consentida...su princesa. Un amor fraternal une a estos 2 protagonistas. Sin embar...