Charlie

1.8K 83 1
                                    

                   HANNAH
- ¿Qué te pasa? Te noto...ansioso.

Jan está encima de mí. Ya pasa la medianoche, nuestros padres duermen y nosotros nos entregamos uno al otro.
Siento que está tenso. Se recuesta a mi lado y me observa. Parece triste.

- Jan...

- Hoy papá y yo conversamos - me interrumpe - Me dijo que quería que me alejara un poco de ti, que tú deberías salir más, tener ...novio. No les gusta verte sola o conmigo todo el tiempo.

- Lo imagino. Durante la cena también me dijeron eso mismo. Pero yo no quiero.

- Hannah, yo...

- No digas nada. Entiendo. Tenemos que distanciarnos un poco, aunque me duela sé que tiene que ser así. - me asusta decir esto, pero es inevitable - Solo te pido esta noche. Solo esta noche. Mañana...mañana volveremos a ser hermanos... como siempre.

Lo beso, un beso cargado de furia, tristeza y desesperación. Me duele pensar que esto acabará.

La noche pasa demasiado rápido y llega el día.
La escuela nunca ha sido tan pesada como hoy. Tengo un humor de perros y todo me molesta, desde el ruido de las sillas contra el suelo hasta el más pequeño susurro. Las chicas no han querido hablarme en todo el día, se alejan de mí como si tuviera la peste. No las culpo, las he ignorado desde que llegué, no me apetecía hablar con nadie. Ellas no saben lo que ocurrió y yo no quiero explicar nada, me duele pensar, recordar los momentos vividos con Jan.

Dos semanas han pasado. Las cosas siguen igual. Mi hermano y yo nos evitamos tanto como podemos y fingimos delante de nuestros padres.

- Oye linda, ¿Estás bien? Últimamente no estás muy concentrada.

Charlie está parado frente a mí, me habla y yo no entiendo sus palabras. Trato de recordar los pasos que aprendí pero tengo la mente en blanco.

- ¿Qué? - pregunto confundida. Dios, estoy mal.

- Estás en las nubes Hannah. La entrenadora te ha estado observando todo el tiempo.

Es cierto. La lechuzona no aparta sus ojos de mí. Trato de coger el hilo de la coreografía. Poco a poco vuelvo a centrarme.
Horas después camino hacia casa acompañada por Charlie.

- Perdona lo de hoy. No estoy en mi mejor momento y a veces me desconcentro con facilidad - le digo.

- Mmmm, a ti lo que te hace falta es una fiesta. Divertirte, relajarte y por supuesto una buena compañía.... como yo.

Me río. Este chico se vende solo, pero no le falta razón.

- ¿Me estás invitando a salir?

- Sí, aceptas.

- Eso no es una pregunta - le digo.

- Tienes razón, no es pregunta, es afirmación. A las ocho te recojo.- me besa la mejilla y se aleja con sus manos en los bolsillos traseros y un andar desenfadado.

Este chico es fantástico. Voy a aceptar su invitación, de todas formas no tengo nada mejor que hacer.
A las ocho en punto, tal como prometió está en mi casa. WOW, está guapísimo. Su camiseta ajustada revela sus músculos perfectos. Mamá parece muy feliz de verlo y eso me hace poner los ojos en blanco. Me acerco a él y siento su aroma tan varonil, tan refrescante, tan... él.

- Hola preciosa. Estás guapísima. - dice Charlie siempre tan galán.

- Gracias. Tú estás fenomenal.

Mi atuendo es simple. Unos vaqueros ceñidos negros que, aunque no tienen adornos, me resalta el trasero. También llevo una camisa de las que se amarran delante con poco escote y unas Adidas.
Mamá y papá sonríen, están en la gloria al ver que voy a salir con un chico guapo. Por la forma en que nos miran parece que ya estén planeando la boda. Por favor, ¿Tan raro es que salga?. No es nada del otro mundo.

- Bueno, ya váyanse - “Mamá por favor, calma” le pido pero como no lo digo en voz alta, a pesar de mis notables miradas asesinas, no se da por enterada.

- Esperen un momento - Jan se acerca peligrosamente. Sus ojos lanzan dagas. Parece un león enjaulado queriendo avalanzarse sobre Charlie - La cuidas bien, no beban demasiado y sobre todo... nada de llegadas tardes.

Dice todo en carrerilla y su tono es amenazante. Parece que fuera mi padre, pero sé que le molesta que salga con otro chico. Por desgracia, se tendrá que aguantar. La tensión es palpable. Las expresiones de mi familia son diferentes. Mamá es toda felicidad, papá tiene el ceño fruncido,pensativo y Jan está hecho un furia, aunque trata de disimular.

- Claro hermanito. Bueno adiós.

Saco a Charlie y nos vamos sin mirar atrás, si me giro me quedaré en casa.
La ciudad parece viva a esta hora. Cientos de personas y autos recorren las calles y llenan el ambiente de la algarabía propia de un viernes en la noche. Charlie camina silencioso y de pronto toma mi mano. Miro nuestras manos entrelazadas. Él parece satisfecho de su audacia y yo solo sonrío. Caminamos hasta un club que está atestado.
Al entrar la música es estruendosa. Se escucha Katy Perry cantando “last friday night”.
Arrastro a Charlie hacia la pista y empiezo a bailar y cantar como una descocida.

“... Pictures of last night ended up online, i'm screwed, oh well. It's a blacked-out blur but i'm pretty sure it ruled. Damn.
Last friday night yeah we danced on tabletops and we took to many shots, think we kissed but i forgot.
Last friday night yeah we maxed our credit cards and got kicked out of the bar, so we hit the boulevard
Last friday night, we went streaking in the park, skinny dipping in the dark, then had a menage a trios.
Last friday night..”

Bailamos entre la multitud. Charlie baila muy bien y es muy divertido. Canción tras canción mi ánimo va mejorando.

- Voy a por algo de beber - me dice casi a gritos por lo elevado de la música.

Regresa a los pocos minutos con un par de cervezas, odio la cerveza, y una pregunta en los labios.

- Hannah, ¿Quieres ser mi novia? - me dice mientras me pasa una cerveza.

- ¿Qué? Charlie, esas cosas no se dicen de sopetón - mejor me tomo un trago de esta cosa amarga.

- Ay Hannah, solo piénsalo vale, cuando estés preparada me das una respuesta. Solo quiero que sepas...- se acerca peligrosamente a mí - que me gustas - me susurra provocándome escalofríos.

Me aparto un poco de él. No negaré que Charlie me atrae, mucho, pero yo amo a Jan, a mi hermano. No sé cómo empezar algo con Charlie, y no sé si quiero olvidar a Jan, aunque eso es lo que debería hacer pero, ¿Quién manda en el corazón?.

- Te lo dije para que supieras mis intenciones contigo, no para echar a perder la noche - dice tomando mi mano para volver a la pista.

Nunca pensé en poder hacer realidad mis fantasías románticas con Jan. Él me gustó desde que lo conozco aunque antes no lo reconociera ni siquiera ante mí.
La emoción de poder tenerlo era magnífica, un sueño. Por un instante creí que podríamos hacer frente a todo lo que se interpusiera en nuestro camino, que los dos siempre estaríamos juntos. Los sueños tienen un fin y los que son bonitos terminan más rápido de lo que uno pretende.
Lo único que me consuela es que aún nos queremos, lo sé, sé que él también me quiere. Esto sucedió solo porque nuestros padres están en medio pero estoy segura de que cuando Jan termine la universidad los dos podremos irnos lejos y comenzar nuestra propia vida juntos sin la interferencia de nadie, sin temor a los qué dirán.

Me dejo llevar por la música y despejo mi cabeza manteniendo el dulce sabor que dejan los sueños lindos, esos sueños a los que me niego renunciar...los sueños que son demasiado bonitos para hacerse realidad.

Mi princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora