Capítulo 4

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¡Que estúpida había sido!

-No,Jennie,por favor,espera...

Colgué bruscamente y el auricular se me cayó de las manos ,golpeó sonoramente sobre mis piernas y sobre el suelo y quedó a los pies de la escalera.Imaginé a Lisa.La imaginé con otra mujer,teniendo una aventura,haciendo el amor,
ahogándose en suspiros...

Me dieron naúseas y me cubrí la boca con una mano,apretando mi puño contra mis fríos y tembolorosos labios.

El teléfono sonó otra vez.Un llanto cansado que provenía de la cocina se mezcló con el sonido del teléfono.Me puse de pie.Poseída de una extraña calma,levanté el auricular y lo volví a colgar.Luego,con la misma calma,que no era mas que una manifestación del profundo choque que acababa de sufrir,lo agarré,lo dejé descolgado y me dirigí a la cocina.

Nada más terminar su cena,David se
durmió.Se tumbó boca abajo,hecho un
ovillo abrazado a un osito de peluche.
Me quedé mirándolo un buen rato,
aunque sin verlo realmente,sin ver nada en absoluto.

Me había quedado con la mente en blanco.

Eché un vistazo a las habitaciones de los mellizos.

Leo estaba dormido,con las sábanas
arrugadas a los pies de la cama,como
siempre,y los brazos cruzados sobre la
almohada.Me acerqué,le dí un beso
y lo tapé.De mis hijos,Leo era el
que más se parecía a su madre,piel aperlada y con unos ojos avellana hipnotizantes,señal de su
cáracter decidido,como el de su madre.Era alto y fuerte,igual que Lisa a la misma edad,tal y como había visto fotos del álbum de mi suegra.

Luego fuí a ver a mi hija,Ella era muy
diferente a su hermano mellizo.Al
entrar por la mañana en su habitación,
me la encontraba siempre en la misma
posición en que se había dormido,Ella
tenía el pelo sedoso y claro,esparcido
sobre la almohada.Era el ojito derecho de Lisa,que no ocultaba su adoración por su princesa de ojos miel.Y mí pequeña lo sabía y explotaba la situación al máximo.

¿Cómo podía Lisa hacer algo que le
pudiera doler a su hija? ¿cómo podía hacer algo que pudiera rebajarla a ojos de su hijo mayor? ¿Podía ponerlo todo en peligro sólo por el sexo?

¿Sexo? me dieron escalofríos.Tal vez era algo más que sexo,tal vez era amor,un amor verdadero.La clase de amor por la que una persona lo traiciona todo.

Pero,tal vez,fuera todo mentira.Una
mentira sucia y estúpida,y yo estaba
cometiendo con ella él mayor de las
indignidades con tan sólo suponerla capaz de algo así.

Pero recordé el perfume,y las muchas
noches que había pasado fuera,échandole las culpas al contrato Harvey's.

¡Maldito contrato!

Una esposa infiel-Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora