Capítulo 19: Es hora de que te vayas al infierno...

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Sonrió abiertamente malévolo y pensé que iba a desmayarme en ese momento. Luke estaba aquí y sabía que era lo que iba a pasar exactamente: la guerra iba a comenzar y mucha sangre se iba a derramar. Esta era la única oportunidad para derrotarlo, para matarlo y hacerle pagar por todo lo que me hizo. Luke iba vestido con jeans negro, una camisa blanca y un saco negro. No iba vestido como para una pelea. Sam se puso protectoramente delante de mí, y Mike, estaba petrificado en su lugar; él pocas veces se había enfrentado a Luke y tuvo suerte de salir con vida. Luke salió de su estado pacífico y empezó a caminar por el salón, aún lejos de todos nosotros. Los del Consejo, ya estaban parados y en posición de ataque.

- Vengo en paz, queridos amigos –anunció burlonamente- solo vengo a buscar a la hermosa Natalie y me voy. No busco guerra.

- Te acercas a ella y te parto en pedazos –masculló Sam. Luke lo miró divertidamente.

- ¿Ni siquiera puedes hacerme un rasguño y quieres despedazarme? –burló Luke. Sam estaba a punto de  atacarlo, pero lo detuve, podría matarlo con solo mover su muñeca. Luke desvió la mirada de Sam hacia mí y sonrió, lo que me causó más náuseas- hola, Natalie.

- Luke Lancaster –habló Angelina sutilmente. Éste se volvió a ella- ¿cómo osas venir aquí después de todo lo que has hecho? 

- Soy un Oscuro, madame –respondió con una sonrisa- esta es mi ciudad y hogar. Y vengo por la chica, no para pelear con vosotros. 

- No puedes llevártela –replicó Angelina- tú mereces la muerte. Quieras o no, habrá guerra contigo para toda la eternidad.

- Me encantaría, pero en este momento estoy de veras muy ocupado –se lamentó falsamente. Este idiota creía que esto era un juego. Y de repente, empezó a caminar lentamente hacia nosotros… a mí- vamos, Nat. ¿O quieres ver a morir a los que más quieres? Te prometo que no saldrás herida.

- Púdrete –respondí molesta. La ira ya estaba circulando como combustible por todas mis venas, haciendo que mi piel ardiera como fuego y preparando mi cuerpo para la lucha. Luke sonrió.

- Ese vocabulario no es apropiado para una dama ¿no crees, mi hermosa Natalie? –burló nuevamente. Hasta aquí llegué, ya no podía mantener el autocontrol, quería despedazar al muchacho. Alcé las manos y recité:

- ¡Obsidiani surgens!

Grandes pilares de obsidiana negra surgieron del suelo, cubriendo toda entrada y salida. En un lugar del salón, salió Krista Black asustada por lo que salía del suelo, la muy marica estaba escondida. Esteban abrió los ojos como platos al ver a su hija junto al enemigo. Al fin, debía saber la zorra de su hija era una maldita traidora.

- Krista –murmuró Esteban absorto por su hija. 

- Padre –saludó aburrida- que bueno es volverte a ver. ¿Cómo está mi hermano?

- ¿Cómo puedes traicionarnos?

- Créeme que no es nada personal…

- ¿En qué estábamos? Ah sí, Natalie –interrumpió Luke molesto- me encanta lo que hiciste, una buena decoración ¿no crees?

- Voy a decorar tu cara si te acercas un paso más–respondí amenazadoramente. Sonrió.

- Qué tierna eres –comentó y dio otro paso más haciendo caso omiso a mi amenaza. Ya estaba cerca de nosotros, Sam todavía me protegía con su cuerpo y Mike también, posicionándose a su lado- ahora basta de perder tiempo, vámonos, Natalie.

- ¿Ya quieres irte? –pregunté burlona- ¿sin tener antes algo de acción?

Él me miró indescriptible y eso me dio tiempo para pensar en el ataque. 

Pesadillas Reales La Maldición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora