Capítulo 13: No me importan las reglas, te mataré igual...

75 6 2
                                    

Lo único que sabía era que la mujer que más odiaba del planeta me tenía raptada. El fuerte golpe que sufrí al caer no me dañó por suerte ningún hueso. El crujido era que había caído encima de una caja llena de copas, que obviamente varios cristales se clavaron en mi piel. No eran cortes graves, pero dolían por igual.

Estaba atada contra una silla común de madera, las manos y los pies amarrados con una gruesa soga, lastimando mi sensible piel. Ella caminaba en círculos a mí alrededor mirándome como una presa fácil lista para atacar. Como siempre, estaba vestida como toda una zorra: una minifalda, tacones y una camiseta corta que dejaba ver su plano ombligo. Forcejeé contra mis ataduras, pero fue inútil. Krista sonrió.

I- ntenta todo lo que quieras –comentó con una sonrisa cínica- nunca podrás escapar.

- ¿Por qué haces esto? –pregunté ahogadamente. Las heridas ardían y mi cabeza martilleaba- ¿lo haces por Sam?

- Sí, por una parte sí, pero por otra –continuó caminando y mirando sus perfectas uñas- lo hago porque le debo un favor a Luke. El que vendrá en unos momentos.

- Por favor Krista, no lo hagas –rogué y fue vergonzoso hacerlo. Ella empezó con las carcajadas.

- ¿Tú estás rogándome? –preguntó entre risas- qué cómico. Nunca te haré caso zorrita, te dije al principio que te alejaras de Sam y no me hiciste caso. Ahora sufre las consecuencias.

- ¡Entiende que él no te quiere más! –le grité furiosa. Sus ojos se encendieron y me dio una fuerte bofetada, dejando el ardor en mi cachete izquierdo y el sabor metálico de la sangre en mi boca.

- Desde que llegaste fuiste un problema para todos. Ahora por tú culpa, Luke quiere muerto a Sam y yo nunca lo permitiré. Por eso te tengo retenida aquí hasta que él llegue, este favor por mi favor de que no mate a Sam. Seguro que tú misma lo aceptarías ¿verdad? Porque le amas, y harías todo por amor –prosiguió- como lo estoy haciendo. Por amor a él.

- Eso no es amor –dije en un susurro- es obsesión, como Luke siente por mí. Y como tú lo sientes por Sam.

- Escúchame bien zorrita –masculló Krista a pocos centímetros de mí cara. Su cara era una contorsión de furia- yo le amo y es amor de verdad. Uno que nunca podré sentir por otra persona. Llames como lo llames, es amor.

Y con eso se marchó dejándome sola con mis heridas abiertas y sangrantes. Tal vez amaba a Sam, pero era muy… celosa y loca. Era como una telenovela romántica y de terror a la vez. Llamé a James mentalmente hace unos minutos, pero no llegó. ¿No me escuchará? ¿O me bloqueó por mandarles cosas impuras en su mente? Energía para usar no tenía, eso significaba que estaba acabada, y esta vez; de verdad. 

No sé cuánto tiempo estuve aquí, ya tenía hambre y ganas de ir al baño. Muchas ganas. Grité varias veces, pero nadie vino. Ni Krista, ni Luke. Intenté dormir para regenerar la energía que necesitaba para seguir con vida, así la podría usar por las dudas tenga que defenderme. Carajo, no podía, tenías muchas ganas de ir al baño. Removí mis manos y piernas para desatarme, pero lo único que lograba era lastimarme aún más. Siseé del dolor. Empecé a sentir la ira creciendo en mí por todo lo que estaba pasando. Bien, eso era lo que necesitaba. Ira. ¿Cómo usaban los Oscuros los poderes? No tenía ni idea, pero imaginé que tenía fuego en mis manos y pies en las partes donde estaba atada. Y como obra de magia, las cuerdas se quemaron dejándome libre y sin quemadura alguna. Al fin, pero usé la poca energía que tenía y al levantarme, me caí sin fuerzas con una muñeca de trapo.

Estaba consciente aún, pero sin las fuerzas necesarias para escapar. Me dolían todas las extremidades del cuerpo. Cerré los ojos, y me concentré en James, volví a enviarle un mensaje mental, y sin respuesta alguna. <<vuelve hablar –escuché su voz- háblame de nuevo Nat, estamos cerca>> ¿Me escuchó? ¿Y venía con alguien más? Seguro que Sam, era obvio. <James –llamé mentalmente desesperada- aquí estoy. Ayúdame, estoy sin fuerzas> <Krista me tiene –continué. La cabeza me empezaba a doler aún más- y no sé si Luke ha llegado> <<tranquila –me respondió- ya sabemos dónde estás. Quédate quieta>> <bien –dije por última vez. Sentía que me iba a desmayar- te espero> Me dispuse a respirar profundamente y calmar mis acelerados latidos del corazón. Funcionó al menos para no desmayarme y mantenerme consciente hasta que James llegase.

Pesadillas Reales La Maldición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora