✨𝙃𝙚𝙧𝙢𝙤𝙨𝙤 𝙎𝙚𝙘𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤✨

003

Día 1

Yoongi salió del sótano hecho una furia por el revoltillo de emociones que tenía en su interior, sin darse cuenta había retenido la respiración para contenerse y no caer en la completa locura así que tomando un respiro y pasando su mano por por su cabello se dirigió hacia la primera sirvienta que apareció y le pidió unos supresores para Omega cuanto antes.

La beta llegó casi de inmediato con los supresores, colocándolos en la mano izquierda de Yoongi, quien enseguida volvió al sótano donde se encontraba el pequeño Omega.

En cuanto entró observó con sus pupilas dilatadas, la imagen del pequeño jadeante Omega con su piel perlada gracias al sudor, y su rostro completamente sonrojado mientras mantenía su ceño fruncido y sus labios despegados, pues no podía parar de jadear y gemir.

El alfa sabía muy bien que el Omega se resistiría a tomar los medicamentos y no quería ser brusco con el, así que tomó las pastillas y las metió en su boca, pero obviamente las mantenía en su cavidad bucal sin tragarlas.

Se acercó a paso lento y se arrodilló en el colchón y colocó sus manos a los costados de la cabeza de Jimin para poder sostenerse, y sin rodeados se acercó a los labios del pequeño Omega comenzando un increíble beso. Ambos movían sus labios de manera sincronizada, como si se conociecen de toda la vida y conocieran cada rincón de sus bocas.

En un movimiento inesperado el alfa mordió delicadamente el labio inferior del Omega, quien ensimismado en el beso abrió sus labios para que el alfa pudiera recorrer cada rincón de su boca, y eso hizo.

Yoongi introdujo su lengua en la boca contraria, ambos comenzando una danza incomparable, y en cuanto menos se lo esperó dos pastillas habían pasado a su cavidad bucal, tragándolas casi involuntariamente.

En cuanto el alfa logró su cometido se alejó del Omega, ambos jadeantes. Sin darse cuenta el alfa juntó su frente con la del Omega mientras sus lobos brincaban y se alegraban por el contacto íntimo que habían recién tenido. Y eso provocó la irá nuevamente en el alfa, y su partida nuevamente terminó hiriendo al Omega, quien solo quería mimos por parte de su alfa.

Yoongi

Estaba hecho una total furia, sus feromonas se regaban por toda la mansión, asustando un poco a sus guarda espaldas, siempre tenía guarda espaldas alfas, solían ser más efectivos que un beta.

El que dirigía su grupo de guarda espaldas y mejor amigo Jung Hoseok se acercó a el para decirle que unos autos sospechosos se acercaban al perímetro, en cuanto Yoongi escuchó la noticia envió un equipo élite para que revisaran de quién se trataba y qué querían.

Antes de que Jung se alejara le ordenó a desatar a Jimin, quien lo más seguro ya se encontraba más calmado, no quería que el Omega escapara, pero tampoco quería verlo lastimado por su culpa.

A los minutos Jung salió del sótano con expresión sería como la mayor parte del tiempo, y sin decir nada hizo una reverencia y se alejó en busca de sus alfas.

Yoongi no volvió a entrar al sótano en lo que restaba del día, simplemente le ordenaba a las sirvientas que le llevarán comida a Jimin y que le atendieran en lo que necesitara, porque el estaba muy seguro de que no quería volver a tener ese manojo de sentimientos en lo que restaba del día.

Día 2

Yoongi se levantó más temprano de lo usual así que optó por ir a revisar al Omega, a veces pensaba algo y sus acciones le contradecían pero era su lobo quien lo guiaba así que ya hastiado de las actitudes de su lobo se dirigió hacia donde estaba Park.

Eran las 5:30 de la madrugada así que sin hacer mucho ruido entró al pequeño sótano. El Omega no dormía, de hecho intentaba mantener callados sus jadeos, no quería hacer ruido y dicha imagen cautivó a Yoongi.

El pequeño Omega metía y sacaba de manera desesperada sus pequeños dedos en su mojada entrada mientras con la otra mano callaba sus gemidos, pero no era suficiente. Estaba tan metido en lo que hacía que no se había dado cuenta de la presencia contraria hasta que se cansó y sacó sus dedos de su interior, mientras sus jadeos continuaban saliendo involuntariamente.

El alfa se acercó hasta el Omega quien en cuanto sintió su presencia se colocó de pies tirándose a los brazos del alfa quien de manera posesiva tomó al Omega de las mejillas para después iniciar un fogoso beso.

El Omega subió sus piernas a las caderas del alfa quien no tardó ni un solo segundo en tomarlas y dirigirse a su habitación, esa noche alfa y Omega dejaron que su lado animal los dominara, la racionalidad había sido olvidada y el placer los había guiado al punto más alto y al mismísimo infierno.

Día 3

Un rayo de sol traspasaba la ventana chocando con el rostro adormilado del Omega quien intentó estirar sus músculos entumecidos, sin embargo en ese mismo instante sintió que algo molestaba en su interior y el peso de otra persona se encontraba sobre él, jadeó con sorpresa al ver al alfa que le había secuestrado con su miembro en su interior mientras le rodeaba la cintura con sus brazos de manera posesiva.

Con cuidado Jimin sacó el miembro de su interior e intentó acomode al alfa a su lado, en cuanto lo logró se volteó y observó detalladamente su rostro mientras las preguntas comenzaban a aparecer en su mente.

¿Quien era el? ¿Como es que llegamos a la misma cama? ¿Que sucedió anoche? ¿Porqué no recuerdo nada?

Y como si de una película se tratase su mente comenzó a enviarle flashes de la noche anterior, recordando que extrañamente había entrado en un celo más fuerte que los otros, y también recordando el nombre del alfa.

Sin darse cuenta el Omega comenzó a acariciar la delicada piel del alfa temiendo despertarlo. Pasó sus dedos sobre la superficie hasta llegar a sus labios, obervándolos más de la cuenta y lamiendo los propios involuntariamente. Sin embargo el alfa habló sobresaltado al Omega.

—Si así despertaría todos los días de mi vida, jamás me negaría —asustado el Omega alejó su mano pero el alfa nuevamente la tomó colocándola sobre su mejilla. Jimin sintió una calidez en su pecho, pero tenía dudas, dudas que quería que fuesen contestadas.

—¿Porqué me secuestró? —Hizo la primera pregunta el dulce omega.

—Te lo explicaré todo, pero primero, vamos a desayunar.