✨𝙃𝙚𝙧𝙢𝙤𝙨𝙤 𝙎𝙚𝙘𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤✨

021

1 mes después
   Yoongi ya se encontraba en la sala de operaciones en medio de su cirugía, ansiando que ya pasara su mes de recuperación y pudiera volver a caminar, pero lo más que ansiaba era poder encontrar a su omega.

   La operación había sido un éxito y los padres de Jimin se encontraban con su hijo fuera de la habitación, pues, con la desaparición de Jimin ellos se habían hecho cargo la gran parte del tiempo.

   A pesar de que Yoongi estuviera en la camilla del hospital el tenía la ligera sospecha de lo que había pasado, sin mencionar las enormes esperanzas que tenía pues a través del lazo sentía que aún se encontraba vivo, sin embargo algunas veces el lobo de Jimin le llamaba asustado y llorando mientras sentía un horrible dolor en el pecho.

   Habían veces en las que el alfa sufría de una alta fiebre, haciendo que se debilitara por completo y tiritara mientras tomaba reposo, sin embargo el estaba ansioso de que pudiera caminar. Hablaría con el padre de Jimin e iniciarían una búsqueda inmediata en su nombre, haciendo que lo anunciaran hasta en las noticias.

Un mes atrás
   Jimin se encontraba tomando reposo, su alfa recién se había marchado y solamente su madre se había quedado con el. El Omega mantenía sus ojos cerrados, sin embargo no dormía. Pensaba en el futuro, su alfa enseñándole a caminar a su cachorro y ambos llevándolo juntos a la escuela. Estaba totalmente ilusionado con la idea.

   De repente un escándalo se escuchó en el pasillo frente a su puerta y segundos después la misma fue abierta de golpe. El Omega abrió los ojos asustado buscando el causante de tal escándalo.

—Rápido, cubran sus ojos y boca —No, no podía estar ocurriendo esto, no de nuevo.

   El conocía perfectamente la voz de aquel alfa, tan bien que al oler su esencia su lobo gruñó molesto, tratando de alejar a todos en un vago intento. Dos hombres se abalanzaron a él y mientras uno lo aguantaba el otro cubría las partes antes indicadas.

   Cuando terminaron sacaron la intravenosa que tenía con cuidado y lo secuestraron por segunda vez, bajando a toda prisa por las escaleras y montándose en una guagua blindada arrancaron hacia su destino.

   Jimin se removía en su lugar y pateaba sin saber a donde pegar, sin embargo en un intento golpeó en la pierna de uno de sus secuestradores y éste gruñó adolorido, pronto lo que sintió fue como una aguja penetraba la piel de su cuello, durmiéndolo al instante.

1 semana después
   Jimin se encontraba amarrado en una silla, y llevaba una semana sin comer. Sabía donde estaba, ya había estado ahí antes, sin embargo el alfa aún no había mostrado la cara.

   Como si fuera un dios, un fornido alfa se dejó ver en la pequeña habitación, haciendo que Jimin levantara la cabeza, esperaba que le dieran un poco de comer, sin embargo no fue así.

—¿Que quieres de mi? —Preguntó Jimin casi sin fuerzas.— ¿No has obtenido ya lo que querías? —Lo que pronto sintió Jimin fue un horrible golpe en su estómago, haciendo que se quedara casi sin aire.

—No es obvio Jimin, ¿En serio crees que te quería para eso? Eres un tonto —Dijo el alfa con burla.

—Entonces.. —Dijo el Omega con dificultad— ¿Que quieres de mi?

   El alfa se acercó peligrosamente hacia el Omega y levantó su cabeza por el mentón, con una sonrisa diabólica se acercó más a su rostro susurrándole al oído.

—Quiero tu hermoso trasero brincando en mi polla

   Y Jimin supo que sufriría el peor de los infiernos en ese lugar...