Soy una mala persona

1.2K 103 58
                                    

POV Asta

¿Eh? ¿Qué es esto dónde estoy? Parece un cuarto oscuro ¿Qué hago aquí?... Mmm parece que hay alguien ahí, ¿una mujer? ¡Es la hermana Lily! ¿Qué hace ella aquí?

—¡Hermana Lily! —corrí hacia donde esta ella.

—Oh, Asta —me respondió ella con una gran sonrisa.

—¡Cásate conmigo! —le pedí poniéndome de rodillas.

—Uhm, de acuerdo —aceptó sin pensarlo dos veces.

—¿Eh, lo dices enserio? —quise confirmar.

—Si Asta, quiero convertirme en tu esposa —dijo acercándose un poco más hacia mí.

Su respuesta me desconcertó después de tantos años de solo escuchar negativas de su parte. Sin embargo solo podía estar más que feliz al escucharla, se acercó tanto que me empezó a dar vergüenza tal situación... No me importa donde este, lo mejor es que estoy junto a ella quien será mi esposa.

—As-ta. —susurró Lily con tierna voz sosteniendo mi rostro con ambas manos.

—¿S-sí? —le respondí rápida y nerviosamente, casi gritando.

Junto su rostro hacia el mío, su respiración... sus labios... me besó. O eso es lo que creo porque solo lo hizo con la mitad de sus labios. Fue tanta la emoción en aquel momento que inconscientemente cerré los ojos, mi corazón empezó a acelerar sus latidos, mi respiración era agitada, mi mente estaba en las nubes o quizá en el mismo cielo.

—Hermana Llily... —dije abriendo los ojos.

¿Eh? ¿Dónde... dónde está? Miré hacia los alrededores pero no se encontraba ahí. ¿Acaso simplemente desapareció? Maldición todo esta tan oscuro que no puedo ver casi nada.

—¡Hermana Lily! —grité desesperado con la esperanza de que ella acudiera a mi llamada.

—Oh, Asta aquí estoy. —Dijo una voz tras mío, ella estaba ahí.

Sin pensarlo dos veces, me lancé hacia ella abriendo mis brazos y gritando su nombre. Aunque esta vez no recibí un beso sino un golpe de uno de sus hechizos de agua, de esos que la Hermana solía darme, me dejó sobre el piso. Eso me confundió.

—¿Qué crees que haces? —me preguntó ella amablemente.

—¿Eh? Pues yo... —no sabía que responder.

—Oh lo siento Asta, pero ya te dije que yo no me puedo casar —me decía algo triste pero con un tono de total sinceridad.

—¿Ehhh? —me confundí más—. Pero si tú me dijiste que aceptabas casarte conmigo e incluso me diste un beso —repliqué

—Jaja que cosas dices —dijo burlándose un poco pero sin intensión de herirme—. Parece que no estás bien, necesitas seguir descansando —dijo acercándose a mí para acariciar mi cabeza con su suave mano—. Nos vemos Asta. —Se puso de pie y se fue.

—No te vayas —hablé.

—Lo siento, pero ya es hora de que me marche —respondió ella

—¡No te vayas! —insistí.

—Nos vemos —dijo Lily con una sonrisa y continuó su camino.

¿Qué acaba pasar? Todo esto es muy raro y no tiene sentido. Pero jeje nos besamos, yo y la Hermana Llily «nos besamooos» grité aun sobre el piso que en ese momento me pareció muy suave y acogedor. No sé si sea por el golpe que me dio, pero me siento cansando. Maldición creo que me voy a dormir. Hundí mi cabeza hacia abajo. Que bien besas... que bien besas Hermana Lily (...).

Un sentimiento prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora