Cita doble: Parte I

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Avisos antes de empezar el capítulo:

-Capítulo muy extenso (a comparación de los anteriores)

-Ver el final del capítulo, donde se dirá como se desarrollará el arco y se publicarán los próximos capítulos.

Inicio del capítulo:

Después de varios días de arduo entrenamiento, el capitán de los Toros Negros había decidido que el día de hoy sus miembros se podían tomar un pequeño descanso, pues tampoco debían sobreesforzarse demasiado. Además ese día había reunión de capitanes de orden con el Rey Mago, así que Yami salió temprano. Aprovechando la oportunidad, los Toros Negros salieron de la sede rumbo a diferentes lugares. Charmy fue a entrenar con su maestro cocinero a la capital, Gordon iría a visitar a su familia para saludar e investigar acerca de los diablos, e hizo que Grey y Gauche (a pesar del rechazo de este último) lo acompañaran. Vanessa fue hacia el Bosque de las brujas con una intención similar a la de Gordon. Cabe mencionar que ese día llegarían de su misión 3 de sus miembros: Magna, Luck y Zora. Así que el descanso de ellos empezaría cuando llegaran a la base. Mientras todos ellos salían, un joven de cabello marrón y de ojos púrpura pensaba que podía hacer.

«¡Demonios!» «Debo pensar que hacer con mi maldición» «La última vez practiqué con tan solo revistas de chicas lindas pero finalmente no pude evitar alagarlas como lo haría antes con cualquier mujer e incluso.... ¡Ahhh! ¡Piensa Finral! ¿Qué puedes hacer?...» paró de atormentarse, pues parece que la respuesta había aparecido ante sus ojos.

Dos lindas hechiceras, una de agua y otra de sellado, entraban en la sala en que se encontraba el mago de portales. Se sentaron en el comedor y se pusieron a conversar, pero estaban algo lejos como para que él pueda escuchar de lo que estaban hablando.

—¿Y —preguntaba Nero seriamente— qué piensas hacer?

—¿A-a que te refieres? —respondía nerviosa Noelle.

—Hoy es un día de descanso, así que podrías intentar acercarte a él —sugería la pelinegra

—Tienes razón, pero... —susurraba la menor de los Silva algo sonrojada.

—Buenos días señoritas —saludaba Finral alegremente quien se había acercado hacia donde ellas se encontraban.

—Buenos días —contestaron ambas.

—Hoy es un día libre así que... ¿qué les parece si salimos a divertirnos un rato? —proponía el pelimarrón.

—No —respondía tajantemente la chica de vestido negro.

—Tonto, seguro quieres hacer algo pervertido como la vez pasada cuando le pediste ayuda a la inocente Nero —acusaba la maga de agua.

—¡¿Ehhh?! ¿Qué estás diciendo Noelle? —preguntaba sorprendido su compañero con un sonrisa nerviosa.

—Nero me contó lo que hiciste la vez pasada. Tú, tonto pervertido —decía la chica de coletas enojada.

—Ahh, te refieres a eso... —contestó Finral.

El joven senpai tuvo que aclarar el malentendido, asegurando que todo es parte de su entrenamiento para vencer su maldición (o adicción) a las mujeres y ser un hombre digno para Finesse. Por eso es que le pidió ayuda a Nero aquella vez, y por eso es que estaba invitando a sus compañeras a salir. Sin total certeza, sus compañeras le habían dado el beneficio de la duda. Sin embargo, no estaban convencidas de aceptar la última proposición del pelimarrón. En ese momento un enano gritón entró en escena, estaba vestido para el aseo y llevaba un plumero en su mano derecha el cual pasaba por las paredes de la sala.

Un sentimiento prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora