9. La Visita.

224 31 25
                                    

Narra Daniel.

Después de aquel beso Rubén y yo nos habíamos quedado solo ahí sentados mirando las luces de la ciudad, él me protegía del frío mientras me cubría con su chamarra y acariciaba lentamente mi cabello.

—La mejor velada de todas —dijo él.

Lo giré a ver un momento y le sonreí para pegarme a su pecho, podía escuchar su corazón en calma, latiendo a un ritmo calmado y relajante.

—Rubén, ¿Qué hora es? —pregunté.

Él miró difícilmente su reloj un momento y respondió.

—Va a ser la 1 de la mañana.
—¿Qué? —pregunté sorprendido por el hecho de que el tiempo había pasado demasiado rápido y ya era tarde.
—¿Pasa algo? —preguntó él.
—Oh no, solo que es un poco tarde —respondí.
—¿Quisieras que te llevará a tu casa?, o... —comentó.
—¿O? —pregunté.
—Bueno, mi casa queda cerca de aquí, más cerca que la tuya de hecho, podrías quedarte a dormir ahí solo por esta noche y mañana temprano te llevaría a tu casa antes de ir al trabajo, no sé si te agrade la idea —comentó.

Ciertamente la idea me era muy llamativa, demasiado para ser verdad, aun así lo medité un poco mientras veía la ciudad.

«Vamos, así lo podrías conocer mejor»

Vi como él se levantó estirando su mano para después ayudarme a levantarme del suelo.

—¿Y bien? —preguntó.
—Está bien, supongo que es buena idea —contesté.

Pude ver como se formaba una sonrisa en su rostro, se dirigió a su moto para posteriormente ofrecerme nuevamente el casco.

—Vámonos —dijo sonriente.

Me subí no tan seguro de mi decisión y me aferré a él.

Como era de esperarse él arrancó y abandonamos aquel lugar, podía sentir el frío de la ciudad a pesar de tener una sudadera puesta, Rubén me generaba cierto calor pero no era suficiente.

Pude ver como se desviaba en algunas partes y como tomaba un camino diferente, estaba llegando a una zona de la ciudad que no conocía pero si estaba lejos de mi casa, lo sabía por un edificio que podía ver al fondo de todo.

Vi como se detuvo lentamente afuera de una casa, la fachada era color azul con detalles blancos, podía ver dos pisos y era realmente grande en cuanto a tamaño.

—Llegamos —dijo.

Me bajé cuidadosamente y me saqué el casco, la casa era iluminada tenuemente por una de las lámparas de la calle.

—¿Aquí es donde vives? —pregunté.
—Sí, así es —contestó sonriente.
—Qué bonita casa —comenté.

Él sonrió y se dirigió a abrir la puerta, metió la moto y me hizo una señal para que también entrara, camine lentamente algo nervioso por la situación y entré a su casa.

El patio era algo grande, pude ver como llevaba su moto a una especie de garaje para después regresar junto a mi, abrió la puerta de su casa y entró primero a encender las luces, nuevamente desde dentro me hacía señas para que lo siguiera.

Entré con algo de nerviosismo visualizando cada parte de su casa, cada detalle, pude ver una sala, de fondo una cocina, unas escaleras hacia el segundo piso, una puerta de cristal que seguramente daba a un patio trasero y varios tipos de adornos de pared y de decoración.

Llegué a un punto donde parecía que empezaba a marearme así que solamente me centré en Rubén.

—Vaya, es aún más hermosa por dentro —dije bastante impresionado.
—Jajaja, bueno, bueno aunque tampoco es para tanto jeje —dijo algo ruborizado.
—No digas eso jajaja, es una casa hermosa Rubén —dije sincero.
—Gracias —me sonrío.

Ambos sabíamos que si nos lo proponíamos podríamos estar ahí por horas solo mirándonos a lo ojos, era algo que nos hacía tener una conexión tremenda.

Sin embargo me surgió una duda ante el tamaño de semejante casa.

—Oye Rubén, una pregunta —dije nuevamente mirando la casa, específicamente las escaleras.
—¿Cuál es? —preguntó.
—Dado el tamaño de esta casa quería preguntar, ¿Eres el único que vive aquí? —pregunté.
—Oh, es un tema un poco complicado, verás, la casa es de mis padres pero actualmente yo... —no alcanzó a terminar de responder.

Ambos notamos como un ruido proveniente se hizo presente del segundo piso; al parecer alguien había abierto una puerta y las pisadas de dirigían al barandal que ahí había.

Pronto estás pisadas comenzaban a bajar las escaleras.

—Rubén, escuché voces, ¿Qué vamos a cenar? —dijo una voz un tanto jovén y se mostró a escena lo que parecía ser una versión más joven de Rubén solo que con otro estilo de cabello.

Al percatarse de ambos se quedó paralizado.

La situación era muy sorpresiva, aunque no sabía quién era él.

Levanté mi brazo lentamente y hice un corto saludo en el aire a aquel tercero.

—Pero actualmente vivo con mi hermano —terminó la frase— Daniel te presento al pequeño Máx, mi hermano menor.
—Hey, no soy tan pequeño —se quejó él.

Reí internamente, ciertamente me daba algo de ternura y curiosidad.

—Se parece mucho a ti —comenté.
—Sí, me lo dicen bastante jajaja —rió Rubén.

Máx parecía bastante incómodo ante la situación y yo seguía algo sorprendido.

—Ejem —carraspeó el menor.
—Ah, pues pide pizza, no lo sé, lo que quieras —dijo Rubén.

Máx hizo una mueca de felicidad y empezó a subir las escaleras.

—Por cierto, Daniel se quedará a dormir aquí hoy —comentó.

El menor no se inmutó ante las palabras de su hermano e igual siguió subiendo las escaleras hasta desaparecer en el segundo piso.

La situación era un poco incómoda y ambos la sentíamos, Rubén no hizo más que suspirar y sonreírme.

—¿Dónde quieres dormir? —preguntó.
—¿Puedo escoger?, Jajaja —pregunté y reí.

Él solo asintió a mi pregunta.

—Vaya, y ¿Cuáles son las opciones? —pregunté.
—Está el cuarto de invitados o mi habitación —respondió.

Me sentía muy tentado y en parte curioso.

—Si elijo tu habitación, ¿Dormirás conmigo? —pregunté ruborizado.
—Quizás jeje —respondió sonriente.
—Bueno, creo que la respuesta es obvia, jajaja —comenté.

Rubén tomó mi mano y me empezó a guiar hacia las escaleras.

________________________________________________________________________

Hasta aquí el capítulo, espero les haya gustado.

Nuevamente una disculpa por la tardanza, recién salí de vacaciones después de pasar la Cruel Semester jajajaja.

Espero que estén muy bien y nuevamente gracias por seguir aquí, por sus comentarios y todo el apoyo.

Laven sus manitas y si salen usen cubrebocas uwu.

Los quiero.

—MadSoul345.

Atypical Days (Furry - Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora