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—¡JiMin!

El rubio al escuchar que le llamaban, aceleró el paso. Reconocía perfectamente que era la voz de NamJoon, y después del beso lo había evitado a toda costa. Sin embargo, el joven noble era insistente y se la pasaba buscándolo por los pasillos, incluso después de una semana de lo ocurrido.

De pronto una mano fuerte le tomó el brazo. NamJoon lo había alcanzado y cuando se dio la vuelta para encararlo este no parecía muy feliz.

—Me ha estado evitando todos estos días, JiMin

—Lo sé, y creo que debería seguir siendo así. Si me disculpa, tengo que terminar de hacer mis mandados.

—Por favor JiMin, pare —pidió con delicadeza—. ¿Por qué hace todo esto? Fui sincero ante mis sentimientos por usted.

JiMin suspiró algo agotado y triste.

—Lo sé, señor, pero entienda que no lo puedo aceptar.

—Creí que usted podría sentir lo mismo por mí.

JiMin sintió su corazón doler. Durante todo el tiempo que había pasado junto a NamJoon, la tracción física que sentía por él, pasó a ser mucho más, descubriendo que le gustaba todo de él.

— siento, señor, pero no es así —mintió evitando mirarle a los ojos—. E incluso, si fuera de aquella forma, no podríamos estar juntos, usted se va a casar con el príncipe.

—Pero, podríamos buscar la solución.

—¡No! El príncipe es mi amigo y estar con su prometido no es lo correcto... el hecho de que nos hemos besado ya es más que grave como para sumar cosas. El emperador no dudaría en cortar nuestras cabezas si supiera que compartimos un acto como aquel. Solo dejemos esto aquí, olvidamos aquel error y sigamos adelante.

—¿Eso es lo que realmente quiere? —preguntó NamJoon tratando no hacer caso al dolor que se formó en su corazón cuando escuchó la palabra error.

—Sí —aseguró, sintiendo como el nudo en su garganta se empezaba a formar—. Si me disculpa, he de irme.

NamJoon cabeza agacha dejó que el sirviente se fuera. Sabía perfectamente que lo que sentía por él era real y fuerte, sin embargo, si el joven no quería nada con él no podría hacer nada al respecto salvo respetar su decisión por mucho que lo hiriera. Aceptaría con amargura el hecho de que se casaría con Kim SeokJin, a pesar de que su corazón hubiera elegido a otra persona.

[...]

—BaekHyun, llama a JiMin y a Momo.

—Enseguida, su majetad —dicho eso, salió de los aposentos del príncipe para buscar al par de amigos.

Mientras tanto SeokJin, agarró su violín y empezó a tocar. Durante el último tiempo se dedicaba a recordar lo cerca que estuvo de JungKook, en cómo sus respiraciones chocaron, en el ligero rose de sus labios que estuvo a punto de besar. Sus mejillas se encendieron y el ritmo de la música empezó a ser más meloso de lo habitual. Había pasado una semana, pero todo se sentía tan reciente.

Cuando el sonido de su instrumento se detuvo, unos aplausos retumbaron por la gran habitación. SeokJin se giró encontrándose con el par de amigos y les sonrió.

—Suena tan romántico —le dijo Momo.

—Claro que no —murmuró Jin avergonzado, dejando a un lado su violín.

—Mira, si está todo rojo —le apuntó a su cara, Jin llevó sus manos al rostro tratando de tapar sus mejillas, y la risa de su amiga se hizo presente.

Traición y venganza ㅡ KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora