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JungKook se encontraba en el pequeño sector de ayer, esperando al príncipe. Ansioso que este llegara. Por eso cuando sintió unos pasos y vio el hermoso rostro de Jin sonrió. Su plan avanzaba más rápido de lo que creía, no podía comprender la suerte de haber ido al mismo lugar que el príncipe y mucho mejor congeniar con él. Con algo de más suerte podría llegar a enamorarlo.

—JungKook ¿y su espada? —le interrumpió de sus pensamientos la hermosa voz de SeokJin.

—La he dejado en mi aposento. Quería descansar, he estado practicando duro durante la semana, pero... también quería verle —dijo logrando sonrojar a Jin.

—Oh... bueno, yo también estoy algo agotado y me pareció buena idea salir. Es agradable esto y no estar encerrado en cuatro paredes.

—Supongo que debe ser agotador ser el heredero.

—Lo es, pero no hay nada que pueda hacer. Nací siendo príncipe. Es algo más allá de mis manos, y debo hacer las cosas bien para no decepcionar a mis padres.

—Parecen una familia muy unida, digo, para ser la familia real —comentó de manera relajada, pero con la intención de sacar información.

—Sí, la mayoría de las veces se ven a las personas con poder y con riquezas, con una familia separada y fría, pero no es mi caso. Padre ama a madre, desde pequeño me ha dicho que es el amor de su vida. Padre pudo traicionarla, teniendo su poder y las concubinas por todo el palacio, pero siempre le permaneció fiel. Y a mí me ha amado desde pequeño. He oído que el emperador MinHyuk es muy despiadado, y la verdad no siento que ese emperador cercano a mi. Como si fuera alguien más, como si mi padre y él no fueran el mismo.

JungKook sentía rabia al escuchar el nombre de ese desgraciado tirano. No podía entender cómo podía haber engendrado a un ser tan hermoso como SeokJin y peor aún hacerle creer que era alguien bueno, cuando estaba lejos de ello. Pero se vengaría, incluso si eso implicaba destrozar al pequeño joven de ojos inocentes y alma pura que tenía al frente suyo.

—Su padre debe amarlo mucho.

—Lo hace, ¿y el suyo?

—Mi padre falleció cuando yo tenía diez años.

—Es una pena. Debe ser duro perder a un ser querido.

«Perdí más de uno y dos de ellos fueron por su padre»

—Sí... pero hay que seguir adelante. Padre murió de forma natural, los médicos dijeron que era una enfermedad que no tenía cura. Así que no había nada que se pudiera hacer por él, más que pasar los últimos momentos a su lado.

—Ni me imagino lo doloroso que habrá sido. Es mejor que cambiemos de temas, este día ha sido para tomar un descanso y relajarnos, no entristecernos ¿te parece hacer algo?

—¿Algo como qué?

—¿Qué tal jugar?

—¿Jugar? —preguntó incrédulo ¿el príncipe le acaba de pedir que jugaran? ¿Acaso alguna fuerza superior estaba a favor de su venganza y por eso le ayudaba de esta forma?

—¡Sí! A las escondidas. Desde pequeño que no lo hago y creo que deberíamos divertirnos un poco.

JungKook sonrió al ver a SeokJin de esa forma, como un pequeño niño que no conocía el mundo, despreocupado y feliz. Sintió algo de envidia al ver ser, alguien que nunca había sido corrompido por el mundo y sus habitantes. Y por otra parte sintió pena cuando pensó que él se encargaría de hacerlo.

—Me parece bien.

—Eso sí, hay que tener cuidado con los guardias. Ellos no nos pueden pillar, estoy seguro que padre no estaría contento si se entera que el príncipe ha dejado a medias sus deberes para ir a jugar a las escondidas con un sirviente. No lo digo porque sienta que al usted ser un sirviente esté mal llevarnos bien, pero nunca sé cómo reaccionará padre, dudo que a mí me castigue severamente, pero podría castigarlo a usted y odiaría el hecho que por mi culpa le despidieran cuando has estado esforzándote por mucho tiempo —explicó apresurado cuando se dio cuentas de que sus palabras no sonaban cordiales.

Traición y venganza ㅡ KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora