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—Mi príncipe ha crecido tanto —decía orgullosa su madre—. Parece que fuera ayer el día que lo sostuve en mis brazos por primera vez. Era un bebé hermoso.

—Y eso que los bebés no suelen serlo —añadió su padre con una sonrisa.

—Bueno, ya dejé de ser un bebé —murmuró Jin algo avergonzado.

—Seguirás siendo un bebé para nosotros, SeokJin —dijo el emperador.

—Siempre serás el bebé de papá y mamá.

—Ya cumplí los dieciséis, padres. No soy un bebé.

—Alto ahí, jovencito —dijo la mujer—. Naciste a medio día, todavía falta unos minutos para que los cumplas oficialmente. Mientras tanto déjame llorar porque mi hermoso príncipe se ha vuelto un hombre.

—Bien.

—Si me permite interrumpirlos, sus majestades —dijo BaekHyun con respeto y su cabeza agacha—. Ya es hora de que el príncipe empiece a arreglarse. La fiesta empezará en la tarde y será muy desafortunado si no llegara estar listo para ese entonces.

—Tiene razón. Es mejor que se vaya a arreglar, amor mío —dijo la madre—. Tiene que lucir radiante para su fiesta.

—Con su permiso padres, me retiraré entonces.

—Nos vemos en la fiesta hijo —se despidió el emperador—. No olvides que le amamos.

Ambos padres se acercaron y le dieron un abrazo a su hijo. A pesar de que el emperador era un tirano, este sí tenía corazón, pero le pertenecía únicamente a su familia.

El príncipe salió del cuarto de sus padres y caminó conjunto BaekHyun detrás de él. Derrepente la gran figura de Jeon quedó frente suyo.

—Príncipe, le molestaría unos minutos —preguntó, observando de reojo a Baek el cual le miraba con recelo.

—Oh claro, JungKook. BaekHyun, ¿podrías dejarnos a solas unos minutos?

—Claro su majestad —obedeció a pesar de no estar muy contento con que el príncipe se quedara a solas con él. Seguía sin confiar en Jeon.

—Venga por acá JungKook —le dijo Jin, tomando su mano y dirigiéndose a un lugar más apartado, donde difícilmente pudieran interrumpirlos—. ¿Ha pasado algo?

Para SeokJin era algo extraño ver a JungKook. Este seguía distante.

—Quería desearle un feliz cumpleaños, príncipe —confesó sacando algo de sus bolsillos—. Este es un regalo para usted. Sé que seguramente tendrá cosas más hermosas y costosas, pero es lo máximo que he podido comprar. Lamento eso.

SeokJin tomó el pequeño objeto de las asperas manos de Kook. Era una pulsera, bastante simple y con una piedra rosada en el centro. Era verdad que tenía cosas más costosas que aquello, pero sin embargo el simple hecho de que JungKook se la obsequió, la hizo la más valiosa en el instante.

—Es muy hermosa —dijo admirando la pulsera y después mirar a los ojos a Jeon—. Te acordaste de mi cumpleaños.

—No podría olvidarlo. Mucho menos no darle nada, cuando usted ha hecho mucho por mí. Quizá costó más de la mitad de mi salario, pero valió la pena.

Jin sonrió y sin aguantarse se lanzó a los brazos de JungKook.

—Muchas gracias. Desde ahora es lo más valioso para mí. Te quiero mucho JungKook —confesó depositando un beso en la mejilla de este, y después separarse. Sus mejillas estaban rojas por ese atrevimiento, pero no importaba. En el fondo se reclamó por no ser tan valiente al no dar el beso en los labios de JungKook.

Traición y venganza ㅡ KookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora