(Necesito tu ayuda)

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Planeta Sadala, 1 año antes. Territorio del "árbol torcido".

- No estoy muy feliz de estar aquí, pero el señor Champa me amenazó con destruirme si no conseguía a los guerreros...

Una joven uniformada caminaba mirando al suelo, notablemente incómoda ante la penetrante mirada de los pueblerinos, era obvio que no era bienvenida en ese lugar. En eso, vio un vehículo marcado con el símbolo de la casa real de Sadala, eso la extrañó mucho, tal vez demasiado.

- ¿No es ese uno de nuestros vehículos?

Se preguntó en voz alta.

- Agh cómo sea, según la información de la gente del pueblo su base está en los límites entre su territorio y la zona boscosa... Por allá.

La chica continuó caminando entre las casas y los comercios del lugar, era hasta cierto punto un paseo agradable, pero ella debía recordar la razón por la que estaba ahí, reclutar a su antiguo mejor amigo de la infancia, el criminal más temido de todo el planeta, Kyabe.

Mientras continuaba caminando vio a niños murmurar entre sí, así como padres alejándolos de ella.

- ¡Mira, ella es del ejército!

- ¡No te le acerques!

Las madres de familia la veían con malos ojos, claro, después de todas las veces que el ejército entró especialmente para capturar al chico había dejado muchas huellas en ese sitio.

En fin, ella no debe de ocuparse de esos asuntos por el momento, el universo estaba pendiendo de un hilo y era urgente reclutar nuevos miembros para el equipo que lucharía por la existencia de todo el universo 6.

Luego de un rato caminando la soldado pudo vislumbrar la base de la pandilla criminal más peligrosa del planeta, a decir verdad era bastante simple, pero eso era lo de menos ahora.

- ¡Genial, le podré dar un poco a mis hermanos!

Al abrir la puerta esta rechinó un poco, lo primero que escuchó fue el alegre exclamar de un pequeño niño cuya cabellera estaba siendo acariciada por el criminal de cabellos espigados y flequillo cayendo sobre su frente, que ahora portaba un colgante azul que combinaba a la perfección con su traje de combate.

- ¿Quién anda ahí?

Preguntó una criminal de aspecto arácnido con una expresión no muy alegre que digamos. Otra chica que tenía los ojos cerrados tomó un arma y le apuntó directamente a la soldado.

- ¡Este es nuestro territorio, lárgate!

La mayor le disparó un rayo de ki para amedrentarla, no obstante Kyabe reaccionó rápidamente y desvió el ataque, luego, la miró de forma amenazante.

- ¿Qué demonios quieres ahora, Caulifla?

- Ha pasado tiempo.

- Sí sí, me alegra verte también, pero no respondiste a mi pregunta soldadita.

Le dijo de forma sarcástica, la soldado de élite le hizo una seña para que ambos "discutieran pacíficamente" afuera de la base, una vez en un sitio alejado del pueblo Caulifla aclaró su garganta.

- Sé que esto es muy espontáneo y seguro no has querido saber nada de mí desde hace meses, pero necesito tu ayuda.

Lo último dejó un tanto sorprendido al famoso líder criminal, luego de procesar lo que la soldado le había dicho este comenzó a reírse a carcajadas.

A cada bandido hay un soldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora