Capítulo veintitrés.

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El empleado de Recepción no tardó ni una hora en llegar. Hombre de unos cuarenta y tantos, alto, moreno y autoritario, pero les dio la noticia amablemente:
- Buen día chicos. La señorita Julien Schneider fue hace un momento a recepción, dijo haber tenido problemas con su pareja y tenía que irse antes. Liquidó el día de hoy, por qué no era reembolsable, pero a partir de mañana está suite deberá estar desalojada, a menos que alguno de ustedes supla a la señorita Schneider con el pago.
- Mire Amigo – Charly se hizo cargo de la situación – La verdad es que no somos tan adinerados como la señorita Julien, pero tenemos el dinero suficiente para pagar por una habitación doble. ¿Qué le parece si usted disfruta lo que resta del día en esta suite? Y nosotros nos cambiamos de lugar.
- Si esa es su decisión, los apoyaremos. ¿Qué tipo de habitación necesitan?
- Solo necesitamos dos camas grandes. – interrumpió Ann
- Tenemos algunas habitaciones dobles, con baño, televisor, e internet en el segundo y tercer piso, Aunque no tienen balcón grande…
- Mientras tengamos donde dormir y dónde asearnos, es suficiente. – Terció Diane.
- Pagaré por lo que resta del día de hoy y mañana. Esperemos que podamos ponernos en contacto con mi familia.
El hombre de recepción asintió y salió de la suite, Charly salió detrás de él.

- Mejor llamaré a mis tíos, Charly. Ellos tienen más dinero que mis padres. podrán ayudarnos.
- De haber sabido que July haría esto, no le hubiéramos hecho caso de viajar en “ Su avión”
- Es mi culpa realmente Charly.
Estaban sentados en sendas sillas, alrededor de la cama que habían escogido para Chris; La habitación que Charly había alquilado estaba en el tercer piso, no tenía habitaciones separadas, era una sola estancia grande, donde estaban muy bien acomodadas las dos camas matrimoniales, una mesa con cuatro sillas, dos sillones, y un mueble con televisor y Módem para internet, solo el baño estaba a parte.
- Yo decidí hacer este viaje con Salazar, y los embarque a ustedes.
- La verdad es que no fue culpa tuya.
- No hables Chris, descansa.
- En serio Ann… El día que te invite a cenar, le conté mentiras a Salazar con tal de estar más tiempo contigo, y si eso implicaba llevarlos a todos así sería.
- Mira, quién diría… Metiéndonos en problemas a todo el grupo por una chica.
- Claro Charly, por qué en su momento, no nos fastidiarte a todos hasta que logramos hacer a Diane parte del grupo.
- Hey! Eso era un secreto! Hey Bro! ¿te sientes muy mal?
- Si te soy sincero… si. Creí que con los medicamentos me sentiría mejor pero no. Me siento peor.
- ¿Qué sientes primo?
- Estoy sintiendo… como si ardiera.
- ¿Cómo si ardiera que?
- No se decirlo, es como… la sensación que da el reflujo, je, je,je… no encuentro un ejemplo más exacto, esa sensación como de molestia, como ardor, pero en todo el cuerpo.
- ¿En todo el cuerpo?
- No, lo siento más en la espalda.
- No entiendo cómo, si te golpeaste la cara al caer al agua, te duela la espalda.
- Hey bro, me dejas revisarte. No es como que sepa mucho de medicina, pero echar un vistazo no está de más.
- Adelante Charly.
Con ayuda de Diane y Ann, Chris se incorporó hasta quedar sentado. Charly se subió a la cama hasta estar de rodillas a un lado de Chris, y le levantó la playera. Lo que vio, le causó un choque de emociones.
- Este… creo que deben ver esto.
Diane fue la primera en verlo, y se asustó muchísimo. Volteo a ver Ann que, más asustada aún, se acercó irremediablemente.
La espalda de Chris estaba deteriorada, en la parte izquierda de la espalda, Tenía una pequeña herida, como si se hubiese aruñado con una espina o la esquina de una hoja de papel, pero parecía más profunda, de esa herida, se ramificaba un moretón, que subía en hilos hasta el cuello, y probablemente bajaba a la pierna.
Ninguno de los tres había visto algo parecido, y sus rostros denotaban miedo, preocupación. La más asustada era Diane:
- Creo que… eso no sucede por una caída en el agua.
- ¿Qué tengo?
- Es obvio linda, debió haberle sucedido algo más. Tal vez le picó algún insecto venenoso de los que hay aquí en México.
- ¿Qué tengo? – repitió Chris.
- Pero… hemos estado aquí desde que bajamos del avión. – los ojos de Ann estaban llenos de agua.
- Debemos llevarlo rápido al hospital – La voz de Diane temblaba.
- No sabemos dónde hay uno, no hablamos mucho español, Mitch se fue con July y No tenemos mucho dinero.
- ¡Demonios! ¡contéstenme! ¿Qué tengo en la espalda?
- Chris… - Ann tomo una de sus manos – tienes una herida grotesca y un moretón gigantesco…
- Cubre la mitad izquierda de tu espalda. Pero está raro… parecen raíces…
- ¿que podemos hacer?
- No lo sé amigo, estamos atados, habrá una forma de hablar con tus padres y que vengan a ayudarnos, talvez, ellos que tienen más recursos …
- Charly, primero cálmate, ustedes también chicas. Pensemos.
- No hay nada que pensar Chris, Hay que hablar con tus padres.
- Sabes cómo son, nunca contestan una llamada a menos que sea importante de algún ejecutivo.  Necesitamos servirnos de lo que tengamos aquí.
- Yo… yo puedo ayudar.
- ¿cómo Ann? No sabes muchas cosas…
- Se que no soy de aquí, pero puedo ayudar a mi manera.
- Ann, no…
- Déjala Diane, tal vez y si pueda hacer algo.
- ¿Cómo que?
- Denme espacio… Necesito que Chris se acueste bocabajo. Quítense de la cama.
Charly se puso de pie de inmediato, Diane puso resistencia, pero Charly la regañó con la mirada.
- Chris, antes de que te acuestes, vamos a quitarte la playera.
- De acuerdo.
- Les voy a pedir algo. Por favor, vean lo que vean, no se asusten de donde vengo, todo esto es normal.
- ¿Qué? – Diane y Charly se voltearon a ver extrañados.
Chris estuvo listo, Ann respiró profundamente y poniendo las palmas de sus manos en la espalda desnuda, presionó ligeramente, y el brillo azulado apareció de nuevo. Esta vez, más intenso.
Charly no pudo evitar exclamar un <<¿Qué demonios?>> Diane ahogó un grito.
- No sé lo que estés haciendo, Ann, pero continúa, se siente increíble.
- ¿Qué sientes?
- Tampoco puedo explicarlo, es bienestar, es paz, no se…
- Seguiré haciéndolo hasta que estés curado completamente.
Las manos de Akulli siguieron emitiendo esa Luz tan peculiar, mientras que Los otros chicos seguían de pie, boquiabiertos, viendo la escena.
Y así pasaron los minutos, y el moretón de Chris solo cambio un poco de color, y las ramificaciones que subían hasta su cuello solo retrocedieron unos milímetros, Akulli estaba muy cansada, Diane lo notó y se acercó a ella, la tomo suavemente por los hombros y le pidió que parara.
- Necesitas descansar.
- Necesito curar a Chris.
- No podrás hacer nada si ambos están mal. No se lo que has hecho, pero se que ha ayudado bastante.
- No, no ha ayudado casi nada.
- Preferible eso a nada.
Señaló a Chris, que tal vez por el cansancio también él se estaba quedando dormido.
Ann despertó, la poca luz que entraba por la ventana le dijo que había dormido al menos cuatro horas, se acercaba el ocaso, y Charly estaba entrando al cuarto con una gran bandeja.
- Hola Charly. ¿ y Diane?
- Aquí estoy linda.
Estaba de nuevo junto  a Chris, poniéndole toallas frescas en el rostro para aliviar un poco su fiebre.
- Tengo que seguir intentando – Ann se incorporó, lista para seguir con la curación.
- Tranquila Chica, primero come algo, aquí en la bandeja hay unas tostadas de maíz, un plato hondo con aguacate cortado en cubos, Sandía picada con limón y chile y por petición de Chris, conseguí limonada con miel.
- Muchas gracias.
- De nada, es muy diferente la comida que sirven aquí a la que estoy acostumbrado ¿sabes? Me encanta que todo esté tan fresco. Para la cena van a tener todo tipo de pescados y crustáceos con…
- Pero… ah Ann no, no le gusta la carne – interrumpió Chris, un poco jadeante.
- Hola! ¿Cómo te sientes?
- un poco mejor gracias a ti, pero me siento muy cansado.
- Yo también.
- ¿quieres comer?
- No, siento que… lo que coma… lo voy a vomitar.
- No sé que es eso pero presiento que es malo.
- Lo suficiente.
Akulli comió sandía y se bebió dos vasos de limonada, se puso de pie y prosiguió con la curación. Pero está vez, descansaba en lapsos.
Esos momentos, fueron aprovechados por Charly, curioso y juguetón, para saber más cosas, y comenzó de la manera más extraña.
- Oye Ann y… ¿Dónde aprendiste a hacer brujería?
- ¿brujería? ¿Qué es eso?
- Ya sabes… eso de las manos.
- Ah…  Bueno, eso es algo que mis hermanos y yo tenemos en común, cada uno puede hacer algo en específico.
- ¿Cuántos hermanos tienes?
- Se supone que Salazar es uno de ellos.
- Entonces si son hermanos.
- Charly!
- Perdón Diane, no quiero molestar, solo quiero que nos conozcamos más, ya que vamos a estar aquí encerrados un buen rato.
- No somos hermanos, hemos vivido mucho…
- Si, Chris nos dijo lo del orfanato. Y que tienes más hermanos. ¿cuántos son?
- Conmigo y Salazar somos seis.
- Genial, y yo que me quejaba de mi hermano mayor. ¿ y si tú puedes sanar...que hacen los demás?
- Se que Errësirë puede seguir rastros, y Toka puede hablar con animales fluidamente y comunicarse con las vibraciones que emiten las plantas.
- What the F…!!!
- Charly!
- Lo siento, prosigue.
- Hasta ahorita, no se que pueden hacer Salazar, Dritha y Gjeth.
- ¿Cómo aprendieron a hacer esas cosas?
- No lo sé, yo soy algo nueva, cuando llegué,  todos ellos ya estaban allí…
- Cómo en las historias, puede que cada uno tenga algo en especial por su esencia, o por su forma de ser – Diane seguía poniendo toallas a Chris, pero no se perdía nada.
Akulli se levantó una vez más a poner sus manos sobre la espalda de Chris, cuando noto que esté tenía dificultad para respirar.
- Chris, necesitas calmarte, intenta detener el flujo de aire.
- ¿cómo lo va a hacer Ann? – Diane estaba desesperada.
- Intentando respirar cada vez más lento. Respira contando hasta tres, luego suéltalo lentamente. – Chris obedeció, batallando al inicio y calmando se poco a poco. – Necesitamos salir.
- ¿Para que?
- Mi poder es más fuerte en el agua.
- ¿no puedes meterte a la bañera?
- Necesita ser agua de una fuente natural Charly.
- Estamos a unos kilómetros de la playa, ¡pidamos un taxi Charly!
- Pero… ¿y si alguien pregunta que le pasa a Chris?
- Podemos mentir, decir que se peleó en una borrachera.
- No hablamos muy bien Español.
- Yo lo intentaré. Cuando el doctor vino, le entendí muy bien. No sé si podré hablar. Pero hay que intentarlo.
Charly consiguió taxi con ayuda de recepción, ya eran pasadas las ocho de la noche, el taxista los vio por el retrovisor, pero no hizo ninguna pregunta, los llevó lo más cerca que pudo a la playa, quedando a unos metros de la orilla más próxima. En cuanto Akulli sintió la brisa marina, se sintió fuerte. Tanto así, que agarro a Chris, lo cargo como a una damisela y lo tendió rápidamente en la orilla. Con lo que obtuvo miradas asombradas de los chicos.
- Diane, Charly necesito que vengan conmigo.
Ambos se arrodillaron a la orilla del agua, pero fueron regañados por Akulli.
- No pasa nada malo, Quiero que me ayuden a quitarle la ropa a Chris, y se queden a ayudarme a sostenerlo.
- ¿cómo?
- Necesitamos que esté completamente recto en el agua, como si estuviera de pie, nos vamos a meter a lo más hondo. No debemos tocar nada de arena o piedras.
- Bueno, al menos puedo quitarme  mi ropa también.
- Cómo gusten.
Desnudaron a Chris al completo, Diane quedó en ropa interior y Charly se quedó en bóxer. Entre el y Akulli lo metieron con cuidado al agua y comenzaron a nadar.
- ¿Por qué tú no te quitaste la ropa?
- Para mí no necesario.
- Tomen aire, nos zambulliremos.
A la cuenta de tres de Diane, todos se hundieron. Charly sostuvo el cuerpo casi inerte de Chris, y pudieron ver a Akulli en acción, Su ropa era de nuevo un vestido azul, iba descalza, y emanaba una luz blanca al completo. Ahora ya no puso las manos sobre Chris. Si no que se abrazó a el. Ambos se envolvieron en una corriente de agua giratoria, con lo que Charly ya no los pudo sostener. La corriente de agua se volvió luminosa también, y giraba cada vez más lento, Charly estaba tan asombrado que casi se le olvidaba que tenía que respirar, por lo que salió bregando a la orilla, con los pulmones ardiéndole por haber aguantado tanto, Tosió varias veces y respiro profundamente, en la orilla ya estaba Diane, haciendo justo lo mismo que el.
- ¿Viste lo mismo que vi yo?
- Claro que sí linda, y casi te quedas sin mí también por estar de bobo viendo.
- Fue magnífico.
- Lo sé.
Dejaron de hablar, y mientras so volvían a poner su ropa, no dejaban de ver playa adentro,  donde ellos creían que estaban Ann y Chris.
De pronto, el agua burbujeo y salió Ann caminando, envuelta en un vestido que ondeaba con un aire inexistente, completamente seca pero acompañada de un mojado, desnudo, y sonriente Chris.

Poder ElementalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora