capítulo veintinueve.

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Ambos aterrizaron a las orillas del palacio.
Nadie estaba a la vista, todos se encontraban en el centro de reunión.
Errësirë llevaba aún a Zjaar por el hombro:
- Ya me di cuenta, por como me estás “sosteniendo” que más que hermano, soy un prisionero.
- No estás tan errado hermano.
- Así que lo soy. Bueno, queda esperar a ver de qué se me está acusando.
- No lo sé, Dritha quiere verte eso es todo.
- No mientas Errësirë.
Llegaron al centro. Allí estaban los Zoti restantes, incluido Chris.
- Tenía razón, lo trajiste Akulli.
- ¿Tú le hiciste esto al humano Zjaar?
- No sé de qué me hablas Toka.
- ¡De eso! ¡míralo! ¡mira su cuerpo!
Akulli seguía sosteniendo a Chris bocabajo, permitiendo así, ver su espalda, que en estos momentos ya estaba completamente amoratada, y las raíces subían ya por su nuca.
- En estos momentos, Zjaar, No interesa quien lo hizo. Importa que estemos reunidos para sanarlo. Debes recordar, que estamos en contra del daño a cualquier ser vivo.
- ¡Pero si es un humano! ¡a ustedes no les gustan los humanos!
- Con eso estas aceptando…¿Qué tu lo hiciste?
- ¡No! Solo digo algo obvio.
- Lo obvio es que es un ser vivo. Y como tal, no debe ser lastimado.
- ¿si sabes por qué traigo especies de la tierra? ¡¡Para salvarlos de estás cosas!! Los humanos son seres despreciables Dritha… ¡y esto va para todos! ¡Sobre todo tú! – dijo señalando a Akulli -  Los humanos son derrochadores, sucios, desagradables, y no les importa arruinar toda una especie con tal de expandirse, de tener más dinero, no les importa desaparecer áreas completas de árboles, hierbas y flores, como las que tanto amas Toka, para crear edificios y derramar asfalto.
- Esto no lo hiciste por salvar a una especia Zjaar, tampoco para evitar que los humanos destruyera  un área verde. Lo hiciste por celos. – Akulli lloraba, pero no de tristeza, si no de coraje, las lágrimas salían y resbalaban por sus mejillas, sus ojos también eran rojos. – Lo entendí cuando desperté y lo vi retorciéndose de dolor, por haberme dado un simple beso.
- Eso significa que, aparte de envenenarlo, lo hechizaste para que no pudiera tocar a Akulli. Eres cruel hermano.
- ¡Cállate Errësirë!
- Bueno. Espero que esto haya sido esclarecedor para todos. Sobre todo para ti Zjaar, esto cuenta como un Vdekja Thelbësore. Ya que todos estamos aquí. Serás despojado de tus poderes, tu nombre, y tu posición de Zoti. Y como bien sabes, al terminar…
- Si, ya se, me mataran, eso dicta la ley Zoti. No me importa, Hagan lo que crean necesario. Me voy feliz sabiendo que hice todo esto por amor.
- ¡No es amor Zjaar! ¡Estás completamente loco!
- Cómo tu digas.
- Yo… yo quiero decir algo, Dritha.
- Adelante Gjeth.
- No debemos matarlo todavía.
- ¿por qué no? Si por mí fuera ya estaría muerto.
- Lo sé Toka, pero creo que primero debemos sanar al humano.
- Por eso me encantas Gjeth ¿que dices Dritha?
- Procedamos. Y Zjaar, no intentes nada que te pueda desfavorecer.
- ¿más de lo que ya estoy muerto? No lo creo.
Akulli acomodó a Chris en uno de los sofás más grandes, todos los Zoti se posicionaron alrededor de el, y extendiendo sus manos. Emitieron distintas formas de poder. El de Akulli era un haz de luz azul. Toka tenía una esencia verde, el de Errësirë era vapor oscuro, Zjaar entregaba ligeras flamas naranjas, el de Dritha era una luz blanca cegadora y Gjeth emitía una brisa brillante.
Duraron unos segundos entregando su poder de sanación, y pararon cuando Chris despertó. Este se incorporó y los vio a todos extrañado.
- ¿ustedes quienes son?
- ¡Christian! ¡Estás bien! ¿Cómo te sientes? Akulli le había caído encima y lo abrazaba.
- Me siento muy bien, creo que nunca me había sentido tan bien en mi vida. Salazar… Aquí estás.
- Hola Chris.
- ¿Qué sucede?
- Parece que voy a morir.
- ¿Qué? ¿por qué?
- Verás…
- Toka, haz que se calle.
Por orden de Dritha, Toka hizo gala de sus poderes, tapó la boca de Zjaar con barro y lo enredó con lianas.
- No tienes derecho a decir una palabra más. Estás condenado.
- Errësirë, por favor, muéstranos sus memorias.
- …Para que es necesario esto…?
- Cuando un Zoti pierde un Thelbësore, sus memorias deben ser expuestas para conocimiento de los demás. Y así poder evitar desastres futuros.  Créeme Akulli, se aprende bastante de esto. Ahora, hablando de Zjaar, este nos dará información valiosa de los seres humanos. – Dio la señal y Errësirë envolvió la cabeza de Zjaar en oscuridad, poco a poco, sus memorias fueron proyectándose en la niebla oscura, y todos pudieron verlas. Allí fue donde pudieron ver todas las cosas malas que Zjaar había hecho por los humanos, que desgraciadamente, eran más que las buenas. Akulli observó con los ojos rojos y las lágrimas saliendo otra vez, como la caída de Chris había sido mentira, vio la pelea, El como Zjaar les había cambiado el recuerdo a todos, incluida ella, y pasados unos momentos, como había fingido ayudar a Chris a recostarse en su cama y como le había clavado una de sus uñas.
Todos voltearon a ver a Akulli con tristeza. Sabían lo que pasaría pero no lo detuvieron. Poco a poco, el agua se convirtió en hielo, la temperatura bajó. Comenzaron a caer pesados copos de nieve, La tierra vibraba por el poder del agua cristalizándose, el vestido de Akulli también se llenó de cristales de hielo… Era tal el odio que Akulli sentía hacia Zjaar que temblaba. Sus ojos ya no eran rojos, se habían vuelto del color del acero, fríos y sin vida. La sangre abandonó su piel, dejándola completamente blanca. Y aun así, cuándo todos habían rodeado a Zjaar para despojarlo de sus poderes no lo permitió.
- Estás loca Akulli. Estás viendo todo lo que ha hecho, ¿y aún así lo defiendes?
- No lo estoy defendiendo Toka. Quiero darle un castigo digno.
- ¿a qué te refieres?
- Que si tanto es su gusto por los humanos, quiero desterrarlo y abandonarlo a su suerte en la tierra.
- Un castigo más que digno hermana. Nunca me había sentido tan orgullosa de ti.
- Basta Toka, hay que proceder a quitarle los poderes. Y pido contenerlos para mis propósitos.
- No puedes ser Zoti de dos elementos por mucho tiempo Dritha, te destruirían.
- Lo sé, pero quiero que se den cuenta de que algo estamos haciendo mal. Cuando se produce un Vdekja Thelbësore, debemos conseguir primero al siguiente portador del poder, y no lo tenemos. Entonces deberemos cuidarlo hasta tener a algún fénix digno.
- ¿Qué me dices de un humano?
Todos voltearon a ver a Gjeth con incredulidad.
- Es una posibilidad.
- ¿por qué piensas que es posible?
- Por que… Akulli lo ama. Por fin estaríamos en pareja, y el humano se salvaría de que le borremos la memoria de nuevo.
- Casi nunca hablas hermano – Errësirë se acercó y posó un brazo en sus delgados hombros. con lo que hizo que se sonrojara – esto es lo más inteligente que te he escuchado decir. ¿Qué dices Dritha? Yo pienso que es una buena idea.
- Tendríamos que pasarle el poder poco a poco, para ver si lo resiste.
- Primero deberíamos preguntarle al humano si lo quiere.
Todos se acercaron a Chris.
- ¿Cómo dijiste que te llamabas humano? – dije Errësirë adelantándose.
- Christian.
- Bien Christian, tenemos un poder libre aquí, que necesita un portador. ¿Qué dices?
- Yo..
- El tener el poder del fuego, implica muchas responsabilidades, pero sobre todo, el mantener a raya tus emociones. Y la que puede mantenerte a un nivel perfecto es Akulli. – Dritha estaba orgullosa.
- Yo… no lo sé… me enamoré de Ann. Pero tengo familia en la tierra.
- ¿Qué es familia? – pregunto Toka.
- Tengo hermanos como ustedes.
- Nadie dijo que no puedes visitarlos de vez en cuando. Zjaar lo hacía ¿recuerdas? Solo que ahora serás un dios.
- …
- Necesitamos una respuesta rápida.
- ¿Acaso están locos? ¡¡No me pueden pedir algo tan importante!!
- ¡solo di si o no!
- De acuerdo. Quiero estar siempre con Akulli.
- Una respuesta más que excelente. ¡vamos hermanos! – Errësirë estaba muy emocionado. Parecía un niño pequeño con juguetes nuevos.
Entre los cuatro Zoti, rodearon a Dritha. Esta, puso su mano izquierda en el pecho de Zjaar y los demás se agarraron al brazo de ella. No pronunciaron palabra, no emitieron nada de ruido, pero Chris pudo Notar como el color iba abandonando a Salazar, antes sonrosado, ahora pálido.
La mano de Dritha, hasta el codo, Emitía un brillo rojizo.
Aún sosteniéndola entre todos, se acercaron a Chris.
- Te pasaremos el poder poco a poco. No sabemos cómo reaccionará tu cuerpo. Normalmente, se entrena a un fénix para esto… ¿listo?
- Estoy listo.
Dritha puso la mano en el pecho de Chris, Este se estremeció, el poder de Zjaar entró a su cuerpo en ráfagas lentas. Por los nervios, Christian soltó unas carcajadas, pero los Zoti no dijeron nada, cada fénix tenía sensaciones diferentes al recibir tal grado de poder. Llegó un momento en que Chris comenzó a sentir cosquillas. Primero en las costillas, y no pudo evitar seguir riendo, luego en las axilas, en el vientre, el cuello y al final los pies. Comenzó a retorcerse.
-¡Chris! ¡necesitas aguantar!
- Lo… lo siento.
- ¿Te duele?
- No… ja, ja, ja, ja, - resoplaba entre risa y risa – es que siento…muchísimas… cosquillas. Espera.
Se quedó quieto de golpe, con lo que Dritha continúo el flujo:
- Estoy empezando a sentir mucho calor. Uff… Es mucho… Siento que me voy a quemar.
El brazo de Dritha ya casi no brillaba. Faltaba poco para terminar.
- Espera solo un momento más.
- está ... siendo… muy doloroso… ¿No puedes…apúrate?
- No lo sé… ¿podemos pasarle todo el poder restante?
Todos tenían cara de preocupación.
- ¡Me estoy quemando!
- Que te parece que le des unas ráfagas frías Gjeth? Tal vez así se sienta un poco mejor?
- ¿y soltarte? No lo creo.
- Yo lo hago.
- Bien Akulli. Suéltame.
Akulli se soltó. Del lugar donde estaba agarrada a Dritha salió un haz de luz. Y eso fue todo. Sintiéndose segura, intentó sacar de sus manos un poco de agua, y solo salieron copos de nieve.
- Creo que me he quedado sin agua…
- No importa, viértele encima lo que tengas.
Bañó a Chris hasta dejarlo como un muñeco de nieve deforme, y de paso cubrió un poco a sus hermanos. Todos respiraron aliviados, pero el hielo se derritió rápidamente, dejándolos humeantes.
- Sigue Akulli. Inténtalo hasta que terminemos.
Y allí estaban. Los cuatro Zoti unidos a Chris, Akulli vertiendo escarcha sobre ellos, y… Zjaar…

Poder ElementalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora