El sonido de la flauta inundaba el conticinio que había en ese lugar oscuro, las estrellas no eran tan vistas ya que algunas nubes las cubrían.
Era un a persona solitaria y su estilo de vida era tranquila y fuera de lugares que fueran muy ruidosos, era esa clase de persona que cuidaba a los indefensos entre las sombras y mientras su identidad fuera desconocida todo estaba bien.
(...)
Aquella chica llegaba de una de las aldeas cercanas, su trabajo en el mercado de ese lugar la había mantenido tan ocupada que no se percató de la hora hasta que el sol comenzó a ocultarse entre las montañas del este.
Tenia que llegar o su hermano y tío se preocuparían, el camino de noche no era el más cómodo y menos cuando ya se habían escuchado rumores sobre ladrones que merodeaban por la zona.
Sin contar los demonios y almas malignas que parecían ser tendencia por esos años, tenía que ser cuidadosa y mantener en alerta cada uno de sus sentidos en caso de que algo parezca fuera de lugar esa noche.
(...)
Aquel extraño de la flauta seguía tocando su melodía hasta que entre las ramas se escuchaban pasos pesados, el activo el don que se le había heredado por si clan y visualizó a 4 hombres con actitudes sospechosas.
A lo lejos también vio a una mujer que caminaba a paso rápido algo nerviosa, supuso que quizás ella también se había percatado de la presencia de esos sujetos.
Creo que terminaré en otra ocasión. – miro de reojo su flauta y se dirijo hacia el lugar.
(...)
La mujer sentía pesado el ambiente por lo que acelero el paso, pero en un segundo ya estaba rodeada.
Asustada dio un paso hacia atrás y con voz temerosa habló.–¿qué quieren?
Uno de ellos se acercó con una sonrisa maliciosas.–no te asustes bonita, solo pasábamos por aquí.– tomo uno de los mechones de la chica.
Ella se apartó y lo miro con el ceño fruncido.– déjenme en paz.
Eres muy linda.– comenzó a caminar en círculos mientras la rodeaba mientras la insoeccionaba como una bestia a su presa.–¿Por qué una belleza como tu camina sola a estás horas?.– se acercó a sus espaldas.– podría pasarte algo malo.
Ella se alejo con una mirada molesta y preocupada, el sujeto trono los dedos y los otros hombres se acercaron a ella.
Déjenme en paz.– uno de ellos la tomo de los hombros.–¡¿Qué es lo que quieren?!.– estaba asustada.
Solo pasar el rato.– la tomo del rostro.– de verdad que eres muy linda.– ella como pudo lo mordió y mientras se quejaba logro soltarse del otro tipo.– perra.
Ella salió corriendo sin mirar atrás, los gritos de aquel hombre llamadole con insultos la hicieron correr más rápido y más rápido pero una flecha llegó hasta su tobillo donde era más difícil correr hasta que sus piernas no pudieron más...cayó al suelo y una sombra se hizo presente cuando la luna brillo.
Levantó la visita y vio a un hombre de cabellera larga quien portaba una espada y unos ojos peculiares, su rostro era oculto detrás de una máscara blanca al igual que su vestimenta; no era ninguno de los hombres de hace un momento pero le era extraño sentir paz con tal solo mirarlo, la voz de los otros sujetos comenzaron a acercarse y como pudo se levantó poniéndose detrás de aquel extraño enmascarado.
Oye tú.– uno de los sujetos miro altanero al enmascarado.– quítate de mi camino.– el hizo caso omiso.– ¿Qué eres sordo?.– se acercó con la misma postura.– dije que te..– fue demasiado tarde ya que el era tomado del cuello.
La mujer quedó asombrada con la rapidez de aquel movimiento, no duró mucho ya que quedó incondicionalmente.
¿Alguien más quiere jugar al jefe?.– su voz era grave pero daba cierta paz y seguridad, los otros atónitos quedaron en silencio y solo pudieron negar.– lléveselo y no vuelvan.– los demás obedecieron y se llevaron el cuerpo inconsciente.
La chica que se mantenía de pie no pudo más y cayó de rodillas, el enmascarado la detuvo antes de que su cuerpo cayera por completo.
Ella solo se quejaba, el hombre miro que tenía una flecha en si tobillo, miro a la mujer quien sostuvo un contacto visual intenso, era de asombro, gratitud y miedo por lo que enmascarado aunque entendió lo que quiso decir no podía apartar la mirada de aquellos ojos cafés que apesar de tener miedo eran cálidos y gentiles.
Me duele.– corto el contacto visual al sentir el dolor.
No te preocupes.– su voz le erizo la piel he hizo que lo mirara otra vez mientras sacaba la punta de la flecha, la mujer dejo salir gemido de dolor al sentir el ardor punzante.– lo siento.– comenzó a vendar el tobillo herido.–te llevaré a un lugar seguro.– apartó la vista y la cargo.
Comenzó a saltar de rama en rama hasta una parte del bosque donde al saltar una vez más, la mujer pudo observar la belleza de esa mirada peculiar, esos ojos exóticos era lo más bello que nunca antes había visto.
Se detuvo en una casa humilde la cuál reconoció al instante.
Es mi hogar...– el enmascarado se detuvo.–¿Cómo sabes donde vivía?.
No tenía idea.– bajaron hasta estar lo suficientemente cerca.– ¿vives sola?.– ella negó.
Viví con mis tios y mi hermano, deben estar preocupados.– en su mirada se notó la misma preocupación por lo que entendió el fuerte vínculo que tenían.
Toma.– la dejo en el suelo con una bolsita de tela.– ponte esto después de que te limpien la herida, es un ungüento de hierbas.– ella tomo la bolsa entre sus manos.– ten más cuidado la próxima vez.– estaba por alejarse cuando ella tomo una de sus mangas.
Espera...– este volteo.– muchas gracias.– sonrió.– soy sarutobi tenten.– de nuevo una mirada gentil se hizo presente y de alguna manera su corazón comenzó a palpitar con fuerza.
Es un placer señorita sarutobi,hasta pronto...– ella lo soltó y en un abrir y cerrar los ojos el ya no estaba.
¿Quién era?, Se preguntaba observando la luna, sus pensamientos fueron interrumpidos por una puerta que se abrió.
¡Tenten!.– salió un joven castaño.– ¡tío, tenten está herida!.– salió un hombre de barba acompañado de una mujer de cabellos negros y una pequeña en brazos.
Dios tenten, ¿Que fue lo que pasó?.– miraba preocupado a la chica.
Les explicaré dentro.– les sonrió con cariño, los dos asintieron mientras la ayudaban a entrar.
Una vez dentro el enmascarado se sentó en una de las ramas a continuar con la melodía que había quedado pendiente pero no pudo concentrase ya que al cerrar los ojos miraba a la chica de hace un momento y su corazón latía con fuerza.
Pertenecía a uno de los clanes encargados de mantener la paz de los demonios o almas malignas por lo que tenía que ser alguien de sangre fría pero al recordarla no podía.
"...La noche será larga..."