No hay vuelta atrás

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Calle:

Caminaba a pasos apresurados por el desolado y frío aeropuerto, faltan unos minutos para abordar y yo apenas llegaba con la niña a comprar los boletos, me sentía nerviosa, muy nerviosa de lo que estaba a punto de hacer, pero tenía un plan B por si el plan A fallara, pues según había visto podría tomar el vuelo de las 8 siendo la última oportunidad, pero corriendo el riesgo de ser descubierta claramente.

Buenos días.- saludo amablemente la señorita a lo que yo solo pude sonreír.

Buenas podría darme dos boletos para México porfavor.- pedí a lo que ella dijo que esperara unos minutos para checar si había lugares disponibles

Después de unos intranquilos minutos, me dijo que había unos cuantos puesto que era muy temprano.

Me permite su identificación y los documentos de la niña.

Claro.- dije buscando entre mi "bolso de mamá" todo lo que solicitaba.

Había pasado antes con la señora, la cuál me había dado todos los documentos necesarios para viajar con la niña como su tutora, así que con eso no habría problema.

¿Señorita María José Garzón?.

Ammm no, soy Calle, Daniela Calle, compartimos tutela, pero está vez solo viajamos nosotras dos.

¿Ella lo sabe?.

Claro, por supuesto, de hecho ella tomara el vuelo más tarde.- que gran mentirosa.

Excelente, bueno aquí están sus boletos, disfrute su vuelo.- sonrió ampliamente dándome aquellos papeles, los tomé con dificultad comenzando a caminar con los brazos ya cansados de cargar con todo registre el equipaje.

Tarde Daniela.- escuché una voz que me dejó quieta en mi lugar.

Gracias, buen día.- le dije a la señorita simulando no haber escuchado con toda la intensión de huir de ahí lo más pronto posible.

No me ignores.- me tomo del hombro y no tuve más remedio que voltear a enfrentarla

Cómo supiste que...

Querida, estoy atenta a todos tus movimientos aunque a decir verdad eres muy predecible.- dijo descubriendo la carita mi niña dormida en mis brazos.

Lo que me sorprende es no ver a Poché por aquí.- me dijo mirando por todas partes como si la tuviera dentro del bolsico.

Discutimos.- resumí sin querer entrar en detalles.

Ay Calle.- suspiró.

Por favor, déjame hacer esto.- comencé a hablar cuando mis manos comenzaron a temblar ante la idea de que ella no me iba a dejar ir, que llamaría a Poché, que me quitarán a mi bebé.

¿Tanto quieres a esta niña?.

Asentí sin poder hablar.

Sin decir nada más tomó las maletas de mis manos y comenzó a caminar hacia donde había que abordar.

Vamos que no pienso perder este vuelo y esperar al otro y ni se te ocurra decirle a Lina y mucho menos a Raúl porque si saben que te estoy ayudando a ir a México justo el día antes de lo de Adidas me matan.- la abracé agradeciéndole.

Oye pero tu bole...

Ya lo tengo, lo compré desde hace una hora, pensé que llegarías más temprano.

TE ADORO MANUELA.- grité despertando a Michi.

Lo sé, lo sé.- mencionó justo cuando entramos al avión que estaba casi vacío.

Entre pequeños quejidos de parte de Kim buscamos nuestros asientos y nos acomodamos, Manuela estába situada justo del otro lado del pasillo a mi lado.

Ma...mi...

Ya está linda, vuelve a dormir.- le susurré viendo como entraban los últimos pasajeros y el avión comenzó a avanzar.

Se acomodó en mi pecho y abrió sus ojos, ¿porque tenían que parecerse tanto a los de Poché? evite mirarla y ella después de unos segundos se acostó de nuevo abrazándome estando lo más cerca de mi posible.

Poché.- se levantó repentinamente.

Ehh ahorita viene mami.- dije al mismo tiempo que el piloto hablaba por medio de los altavoces anunciando que despegariamos.

Poché.- repitió queriéndose aventar al pasillo.

Señorita es necesario que se mantengan en sus lugares con el cinturón puesto porfavor.- la azafata comentó a mi lado.

Sí, lo siento.- dije tratando de controlar a la niña.

Mi amor ven, necesitamos estar sentadas.- le decía siendo inútil poder tranquilizarla.

Y de la nada comenzamos a sentir como el avión se elevaba, Kim se alarmó mucho más y se aferró a mi justo cuando yo reaccioné recordando mi fobia a los aviones, hasta ese momento no había pensado en eso, Poché era la que siempre solía tomar mi mano en está situación pero ahora era distinto mucho muy distinto y no podía darme el lujo de tener miedo cuando miraba la carita aterrorizada de la niña en mis brazos.

Mi amor.- le decía tratando de distraerla.

Solo será un momentico.- le susurré recordando cuando la voz de mi novia me lo decía.

Mami, tengo miedo.- dijo comenzando a llorar.

No tienes por qué temer, mami te cuida.

Y mi ma... y Poché...

Apenas el avión se estabilizó la niña en mis brazos comenzó a llorar mucho más fuerte, no paraba ni un solo segundo las personas me veían molestas y yo me encontraba muy avergonzada pues no sabía que mierdas hacer.

Calle, calla a esa niña.- Manuela desesperada dijo a mi lado después de un rato.

¿No crees que lo estoy intentando?.- dije yo también fastidiada.

Ush...- Manuela se volteo dándome la espalda tapando sus oídos de forma exagerada.

Ya chiquita, porfavor.

Quiero a Poché.- decía sin parar con pestañas y ojitos empapados, sus lágrimas caían recorriendo su rostro, se le veía notablemente cansada pues lo más seguro es que tuviera sueño pues apesar de todo aún seguía reponiendose.

Por el amor de quien tu quieras Daniela o calmas a esa niña o van a terminar sacándonos de este avión a medio vuelo.- gritó entre susurros.

Una brillante idea se me ocurrió y saqué mi celular, percatandome que era el de Poché, maldije por lo bajo y recé desbloquéandolo, entré a YouTube y coloqué un de nuestros videos de forma aleatoria siendo el único remedio contra la niña chillona en mis brazos quien con solo ver a mi novia en la pantalla dejó de llorar.

¿Y mami Poché?...

25 enero 2021.

HijaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora