CLÍMAX - [YOONKOOK / KOOKGI] +18

26.

–¡Eso te queda fabuloso! –exclamó Sonya al ver a Jungkook salir del vestidor, el traje azul marino realzando sus curvas y exaltando el brillante color de sus
ojos.

–Es precioso, pero ¿estás segura que me queda bien? No es exactamente miestilo.

–Nada de eso, un buen traje y los zapatos adecuados le quedan bien a
cualquier hombre. Todo se trata del corte. Además, el estilo vintage te queda a laperfección, pareces un modelo pin–up.

–Gracias –sonrió halagado por el cumplido de su amiga–. Ese color te quedaespectacular.

Sonya sonrió y se dio una vuelta, la tela esmeralda realzando sus ojos y
contrastando con el rojo fuego de su cabellera.

–Ya estamos casi listos para volver a cenar con los chicos.

–¿Casi? Qué falta?

–Lo que llevaremos debajo de estos traje y vestido –dijo con tono travieso.

La casa estaba impregnada de una fragancia deliciosa, Sonya y Jungkook
encontraron a Jin en la cocina. Recién estaba apagando el fuego y las ollas
estaban cubiertas para mantener la comida caliente.

–Llegaron justo a tiempo –dijo Jin y se giró para encarar a el pelirrojo y la pelirroja.

Sus pupilas se dilataron al ver a Jungkook y Sonya. Su mujer llevaba el cabello
suelto y lustroso, sus ondas cayendo sobre sus hombros hasta rozar su cintura
ceñida en un vestido esmeralda que abrazaba las curvas de sus caderas hasta las
rodillas. Las medias que envolvían sus piernas eran de un encaje ornamental que
hacía juego con la gargantilla del mismo material que rodeaba su cuello y bajaba
como un ancla entre sus pechos. Los altos tacones negros con suela roja le
incrementaban su estatura por unos diez centímetros, pero aun así su cabeza no
llegaba hasta la clavícula de Jin.

YoonGi entró a la cocina, y al igual que su amigo, admiró a Jungkook y Soya
después de su día de spa.
Dónde el vestido de Sonya abrazaba sus curvas, el traje de Jungkook contaba con
una camisa blanca simple pero elegande junto con aquel saco de vestir ajustado que estrechaba en su cintura, al igual que el pantalón de vestir de tela el cual se ajustaba muy bien al delgado pero formadas piernas y muslos.

–¿Les gusta? –pregunta Sonya en tono coqueto, tomando a Jungkook de la mano
para darle una vuelta y luego ella, luciendo sus atractivos atuendos.

–Ambos estan expectaculares –dice YoonGi sin dejar de apreciar a ambos.

–Creo que esta noche deberíamos empezar con el postre –dice Jin.

–Eso suena bien –responde Jungkook–. ¿Qué hay de postre?

–Ustedes dos – replica con una sonrisa hambrienta en su rostro.

Una sonrisa complacida ilumina su semblante y Sonya dice guiñándole el ojo a Jungkook–. Vale, pero tengan mucho cuidado con el envoltorio.

Los dos hombres se desvistieron rápidamente, pero Jungkook y Sonya se tomaron su
tiempo.

Sonya le dio la espalda a Jungkook, quien bajó la cremallera de su ajustado vestido
verde. El encaje de su escote que parecía hacer juego con el de sus medias en
realidad era una malla de cuerpo entero que se ceñía a sus curvas como una
segunda piel, solo que las aberturas del encaje estaban estratégicamente
colocadas, dejando precisamente expuestos sus pechos y su entrepierna.

Jin sentía su erección completamente rígida entre sus piernas, su boca hecha
agua al querer devorar a Sonya en aquella ropa interior tan provocadora. Cuando
su pelirroja se giró para bajar desabotonar el sacó de Jungkook y deslizarlo peor los hombros del menor y hacer que este caer al suelo, seguido de la camisa que este portaba repitiendo la misma acción que con el sacó no sin antes desaserce de la corbata azul de Jungkook, continuo desvistiéndo al menor llevando sus delgadas y delicadas manos hacia el borde del pantalón del pelirrojo para desabrochar el sinturon de este y deslizar sus pantalones hasta el suelo sintió su verga
pulsar con deseo al deleitar su vista con la grieta entre sus nalgas descubierta
mientras que el resto de su figura estaba envuelta en la prenda transparente.