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Jungkook y YoonGi desarrollaron sus rutinas viviendo juntos. Cada mañana Jungkook
se despertaba profundamente feliz al amanecer a su lado; a medida que más
tiempo pasaban el uno con el otro, más se descubrían en los detalles de su
convivencia. Jungkook ya sabía que al igual que él, él mayor tomaba su café negro y con
azúcar; le gustaba dormir hasta tarde los fines de semana, haciendo el amor al
despertar y antes de dormir; YoonGi soñaba con llevar al menor a la playa después de
su graduación y constantemente le consultaba su opinión acerca de cosas
referentes a programación de la compañía de seguridad que manejaba con Jin.

YoonGi se sentía mejor de lo que se había sentido en mucho tiempo; si
cualquiera de sus colegas de la universidad supiera que su alumno más brillante
vivía con él y era su novio, algunos le darían una animada palmada en la espalda,
mientras que los otros pedirían su cabeza en una estaca por inmoral. Pero nada
de eso importaba, además, ya no faltaba mucho para que se graduara y pudiera
pasear con el pelirrojo por la calle tomados de la mano y besarlo frente a quien sea.

Habían desarrollado una especie de juego travieso durante sus horas en la
universidad. Resultaba un esfuerzo no delatarse frente a los demás, pero a pesar
de que su comunicación verbal se limitaba a lo indispensable y necesario, las
conversaciones que mantenían a lo largo del día por mensajes de texto
ruborizarían a cualquiera.

Ya hacía un mes que habían pasado aquel fin de semana sublime y decadente
con Jin y Sonya. YoonGi había dedicado parte de su tiempo libre en editar las tomas de los videos, creando una película casera que no tenía nada que
envidiarle al cine de entretenimiento adulto. Le envió un resumen del video por
correo electrónico de escenas particularmente estimulantes, cuadros donde
Sonya la lamía entre las piernas mientras Jin follaba a la pelirroja; en ese
resumen estaba una de las tomas favoritas de YoonGi, era cuando él eyaculaba
en la boca de Jungkook y el menor bebía la evidencia de su orgasmo con gula, su semen
chorreando por su mentón.

Cuando Jungkook abrió el video apretó los muslos instintivamente, su sexo
reaccionando de forma inmediata al recuerdo visual del primer encuentro entre
las dos parejas. Esa noche Jungkook llegó antes que YoonGi a casa y se masturbó
viendo el video que le había hecho, y cuando él mayor entró por la puerta no lo dejó
pasar más lejos del recibo, bajándole los pantalones para chupar deseoso su
hombría antes de hacer el amor en las escaleras.

Al día siguiente, Jungkook se tomó una secuencia de fotos al vestirse en la mañana,
empezando con la ropa interior que había usado en el último encuentro sensual
entre él, YoonGi, Jin y Sonya.
Durante la clase que veía con YoonGi, le envió la serie de fotos, en la primera aparecía
vestido con la ropa que llevaba puesta, y a medida que pasaba las fotos llevaba
una prenda menos, hasta que lo único que traía era aquella malla corporal
pornográficamente erótica con un texto que decía "esto te espera hoy en casa,
profe ;)"

Jungkook no le quitó los ojos de encima, espiando el momento que revisó su móvil
sentado detrás de su escritorio. Él menor se mordió el labio al ver como inhaló
profundamente antes de dirigirle una mirada cargada de deseo, notando aquellas
decorativas cintas negras que se perdían bajo su camiseta. Jungkook se hizo al
inocente, pero por dentro vibraba de anticipación al imaginar lo que le haría esa
noche.

[...]

Estaba recogiendo sus cosas al concluir su última clase cuando se le acercó
Jimin, el compañero que YoonGi decía que sus brazos tatuados parecían
estar cubiertas de algas.

–Hola Jungkook, ¿de casualidad te llegó el correo con los parámetros para el
proyecto de la clase de la profesora Kim?

–Sí, ¿por qué? ¿A ti no te llegó?

–No –respondió con cara de pocos amigos.

–Dame un segundo y te lo reenvío.
Jungkook agarró su móvil y encontró el correo con la asignación que debían
entregar la próxima semana.
–¿Cuál es tu dirección?

–Jiminelgeniosuperguerrero10milx@gmail.com

–¿Cómo?

El chico repitió su estrafalaria dirección, a lo que Jungkook le pasó su móvil y le
dijo que lo escribiera él mismo en el espacio para el destinatario.

En ese momento un profesor mayor de cabello blanco y anteojos se asomó al
salón. Su expresión reflejó su alivio al ver que Jungkook estaba allí.

–¡Jungkook!

El pelirrojo alzó la vista y sonrió al verlo.

–Hola Profesor Choi, ¿qué lo trae por aquí?

–Justamente buscándolo a usted. Necesito su ayuda. ¿Recuerda el sistema de
organización que desarrolló para la facultad de Derecho? Pues usted sabe que yo
soy un dinosaurio con esto de la tecnología. Por favor puede ayudarme a
encontrar la programación de mis clases.

–Claro que sí, y tranquilo, ya le daré unos truquitos para que recuerde como
acceder al sistema.

Jungkook no demoró más de cinco minutos en ayudar al profesor Choi en
resolver su problema. Se despidió agradecido y Jungkook volteó para ver qué pasaba
con Jimin.

–¿Ya te lo reenviaste?

Asintió y le devolvió el teléfono a Jungkook– Sí, gracias.

–Quizás deberías considerar un correo más… corto –dijo Jungkook–. Mientras más
largo hay más posibilidades de escribir una letra mal.

–Me va bien con el que tengo –dijo de modo tajante.

–Vale. Nos vemos.

Jungkook se encogió de hombros, acostumbrado ya a la personalidad abrupta y
defensiva de Jimin. Él formaba parte del grupo de amigos de Taehyung, por lo
que trataba de mantener la menor comunicación posible. No tenía idea cómo eso
iba a cambiar repentinamente.

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Tragedia.....

CLÍMAX - [YOONKOOK / KOOKGI] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora