Capítulo 17: Exámenes chunin "Tercera parte"

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Filoso como el viento.


-¡Naruto!- Obito gritó el nombre de su compañero, mientras bloqueaba los ataques combinados que le proporcionaban dos shinobis de Suna. Al mismo tiempo, el rubio Namikaze esquivaba fuertes ráfagas de viento que cortaban los árboles con los que chocaban.

-Maldición.- Gruñó el rubio de Konoha, mientras sentía como sangre se desparramaba al sentir un corte por debajo de la rodilla. Poco más y hubiese perdido la pierna entera. 

Apenas era el segundo día, desde que se adentraron en el bosque, y sin previo aviso, los dos jóvenes habían sido emboscados por este grupo de ninjas de la arena. Este era el cuarto grupo contra el que se enfrentaban, y hasta ahora no habían tenido suerte con sus pergaminos. Además de que éste era algo más violentos que ellos. Atracaban con intenciones de asesinar.

-No te muevas, enano.- Dijo aquel shinobi de Suna, quien estaba en el suelo, corriendo contra el Namikaze. Así hasta sacar un kunai, y golpearlo desde arriba. Reaccionando a tiempo, Naruto copió su acción, y bloqueo su ataque, comenzando un frenético combate cuerpo a cuerpo entre ellos dos.

El sonido del metal chocando sonaba fuertemente por todo el bosque, saliendo chispas cada vez que se tocaban. Mientras, Obito seguía aguantando a los otros dos genins enemigos, quienes a diferencia del otro, no eran tan habilidosos como él, pero sí que demostraban deseos de acabar con su vida.

Fue entonces que para desgracia del Uchiha, dejó un punto ciego para uno de sus oponentes, dándole la oportunidad de golpearlo en un punto vital. La rapidez del joven de Suna, cargando chakra en su kunai, dirigiéndola directamente hacia el abdomen del Uchiha, mientras forcejeaba con el otro.

Trataba de hacer todo lo posible para soltarse, y escapar de la situación. Pero estaba siendo sostenido fuertemente por el otro. Ni siquiera le dejaba usar sus manos o algo. La desesperación crecía a medida que veía el filo del metal se acercaba, sintiendo como los latidos de su corazón aumentaban drásticamente, tanto que parecía que se iba a salir de su pecho, viendo solamente las sonrisas soberbias que tenían los de Suna.

Hasta que...

-¡Cuidado!- El tercer genin exclamó, dirigiéndose hacia su compañero, quienes no vieron cuando un pequeño rubio salió disparado hacia ellos. Fue cuando oyeron el grito, sin darles el tiempo suficiente para poder reaccionar, que uno de ellos quedó completamente inconsciente cuando Naruto le proporcionó un potente golpe en el rostro. Fue tan rápido que ni siquiera lo vio venir.

-¿Estas bien, Obito?- Naruto le preguntó, extendiéndole una mano al nombrado, viendo como los dos genins de Suna se juntaban viento a su compañero inconsciente. 

-Si...- Respondió, ignorando la ayuda, poniéndose de pie él solo. Esto llamó la atención al Namikaze, viendo como el Uchiha tenía sus ojos fijamente en los de la arena con el ceño fruncido, solo para después girar hacia él. -No necesitaba tu ayuda.-

-¿Pero que estas diciendo, Obito? Claro que la necesitabas.- Naruto preguntó algo molesto, luego de parpadear un par de veces confundido con eso, viendo la mirada de su compañero que le daba.  -Ahora vamos, y acabemos con esto.-

Después de gruñir eso, ambos se separaron con distintas ideas en su cabeza. Principalmente Obito era el que mas se quedó pensando en todo. ¿Por qué dijo eso? ¿Por qué no simplemente pudo decir gracias? ¿De verdad tenía que actuar siempre como un idiota? En verdad se estaba odiando con todo esto. Tal vez, hoy hablarían las cosas.

-Vaya...- Uno de los genin de Suna murmuró, viendo al Namikaze de pie, y notando que tenía una pequeña sonrisa de lado en su rostro. -...que interesante.- Rápidamente, cargó chakra en sus pies, solo para salir disparado a velocidades simplemente increíbles, que ni siquiera Naruto fue capaz de ver.

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