Capítulo 21: Pesadillas.

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Vacío...

Naruto levantó su cuerpo rápidamente, seguido de un grito ahogado, aspirando aire. El recuerdo de Asashi gritando segundos antes de que algo explotara, y lo dejara inconsciente, hicieron que su mente diera vueltas. ¿Que fue lo que pasó?

Girando su cabeza de un lado hacia el otro, miraba en diferentes direcciones, solo para toparse con única y exclusivamente una cortina de niebla roja. Todo lo que veía era ese denso y profundo color que parecía que no tenía fin. No podía ver más allá de unos metros.

-¿Kurama?- Rápidamente, Naruto se puso de pie mientras llamaba a la gran bestia que habitaba en su interior, al no haberlo escuchado desde el momento en el que despertó. Sin embargo, que el zorro no respondiese preocupó al Namikaze. -¡¿Kurama?!-

Pero ninguna respuesta. Era como si su contacto hubiese desaparecido. No podía ingresar a su espacio mental por alguna razón. Estaba solo.

Sin saber que hacer por el momento, comenzó a caminar en aquella cortina roja en dónde estaba. La observaba detenidamente, aun sin comprender que era en verdad. No parecía algo que antes haya visto. Sentía como si estaba dentro de una bomba de humo, pero de color roja, y más densa, sintiendo como si su cuerpo le pesara más de lo que debería.

De repente, un extraño cosquilleo hizo que frenase en su lugar. Respirando profundamente estuvo unos segundos con la vista en la nada. Pero llegó al punto en el que abrió los ojos de la impresión, sorprendiendose al momento en el que profundizó más su olfato, percatandose de que esto era sangre. Pero... ¿Sangre evaporada? ¿O que?

Cada vez esto se volvía más raro y tenebroso. Apenas podía recordar lo que ocurrió; perdió todo el contacto que tenía con Kurama; se veía envuelto en sangre en estado gaseoso; y lo peor de todo era que parecía no tener fin.

-No recuerdo que la arena de los exámenes fuese tan grande.- Murmuró para sí mismo, después de haber estado caminando por un rato. En tan solo dos minutos ya tendría que haber llegado a uno de los muros. Pero no lo hizo. No sabe cuánto, pero estuvo demasiado tiempo caminando.

Manteniéndose alerta, temía que algo pudiese pasar. Fue por ello que recordó algo en ese instante. Con una pequeña sonrisa de alivio, se sentó rápidamente en el suelo en posición de loto, cerrando los ojos, pasando los segundos sin hacer nada.

Habrá estado por varios minutos, y seguía igual que antes. Nada. Un ceño fruncido se adornó en su rostro, con un pequeño gruñido de frustración y enojo.

-¿Que diablos está pasando?- Preguntó con confusión, luego de volver a abrir sus ojos, girando su cabeza en diferentes direcciones. Hasta ahora no tenía la más remota idea de cómo salir. Ya había intentado todo. Y si ni siquiera podía activar el modo ermitaño, quiere decir que el resto de las cosas estaban descartadas. -Maldición...-

Recostando su cuerpo en el suelo, extendió sus brazos, con sus ojos puestos hacia arriba, viendo aquella cortina roja encima suyo. Se estaba agotando de esto. En cualquier momento enloquecería. La simple idea de no saber que hacer lo estaba frustrando, pero tenía que mantener el control.

No fue hasta que escuchó el sonido de una gota golpeando el suelo a un lado, haciendo echo en todo el lugar. Rápidamente, giró su cabeza en esa dirección, siendo el único sonido que escuchó desde el momento en el que despertó.

Fue entonces que vio una figura borrosa de una persona en la cortina roja. Cabello negro, ropas grices, y pequeños caminos de sangre recorriendo su brazo. Naruto levantó lentamente su cuerpo, sin perder de vista a la única persona que había visto desde que apareció en este lugar.

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2021 ⏰

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