Cambios necesarios

Capítulo 11: "Lo que uno debe hacer."

Luego de la llegada del Uchiha, el equipo Minato junto con su nuevo miembro y el grupo médico, salieron de la aldea con dirección a su destino, cerca de los límites entre la hoja y la roca. Iwa había avanzado sobre los territorios del país de fuego, donde se concentraba toda la acción, y dónde la mayoría de los shinobis combatían hasta la muerte.

Se requería urgentemente el servicio médico para atender las heridas de gran cantidad de hombres que estaban en malas condiciones. La misión no era algo de otro mundo, y escoltar al equipo médico no tomaría mucho tiempo. Pero Minato temía que fueran emboscados por varios shinobis de la roca. Se les informó que varios fueron capaces de escabullirse y adentrarse en los territorios del país del fuego.

El Namikaze separó a sus alumnos alrededor de los shinobis a escoltar, estando Kakashi Hatake en frente, guiando al grupo. Obito Uchiha junto con Rin Nohara, cada uno a ambos lados de los médicos, y en la retaguardia Naruto cubriendo sus espaldas. Un par de metros más atrás estaba Minato Namikaze atento de su equipo y vigilando a cierta distancia en caso de algún imprevisto.

El grupo estaba corriendo bajo los potentes rayos del sol que daban sobre las cabezas de los ninja de Konoha. Sudaban y a la vez se empezaban a agitar debido al gran calor que ocasiona la gran estrella, y a la falta de agua que deseaban los jóvenes. Los que peor la estaban pasando eran los del equipo médico, al estar cargando con gran cantidad de medicamentos, materiales, entre otras cosas, en sus espaldas.

Estuvieron corriendo por un par de horas a paso normal. El destino no era muy lejos, por lo que llegarían cerca del mediodía si todo salía bien. El viaje estaba siendo tranquilo. La kunoichi del equipo Minato estaba hablando con unos de los médicos que estaba junto a ella, compartiendo experiencias de su misma profesión. Obito observaba de reojo a la peli marrón, mientras que el Hatake se mantenía serio mirando hacia el frente, atento de algún ataque sorpresa.

-mocoso- Le llamó el zorro de las nueve colas a Naruto, quien se mantenía al igual que el peliplata con una vista sería.

-"Lo sé"- Contestó el rubio, mirando disimuladamente de reojo hacia los costados, para luego pasar su vista hacia el Uchiha de espaldas que estaba unos metros enfrente suyo. Al salir de la aldea, tanto él como su padre estaban atentos al pelinegro. Ambos sabían que tendrían que estar vigilando en caso de que algo ocurriera para evitar lo que se temían que pudiera pasar.

Como habían hablado hace unos días, Obito Uchiha sufriría un accidente, que desataría una cadena de eventos que los llevarían hasta el futuro de Naruto. Sabiendo que esto ocurriría en una misión fuera de la aldea, estaban preocupados y atentos al pelinegro, pensando que ese día podría ser hoy.

En ese momento Naruto volteo su cabeza hacia atrás, observando a su padre quien le asintió mientras seguía corriendo. El también se percató de lo que ocurriría tarde o temprano con sus perseguidores.

Desde que el joven rubio se vinculó con Kurama, además de haberse hecho más fuerte ganándose su poder, varios de sus sentidos mejoraron, entre ellos su olfato, que a pesar de no estar tan desarrollado como el del zorro, podía oler a sus perseguidores. Ese olor a tierra y mugre que llevaban encima. Naruto lo había descubierto el día de su combate con su padre, y ahora se había dado cuenta de que era algo bastante útil, a corta distancia.

Estando más atento a sus alrededores, y percatandose de que un escuadrón de shinobis de Iwa estuvieron siguiendolos hace media hora. Minato Namikaze se acercaba un poco a su hijo, mientras que él bajaba un poco su paso para estar junto a su padre, sin separarse mucho del grupo.

-¿cuántos son?- Preguntó en un murmuro el rubio menor observando a su derecha los árboles que habían, mirando de reojo. A pesar de que los pudo notar, no sabía la cantidad de enemigos que habían.