- ¿Y que si estoy jodido? -Exclamo Percy- Que este en la oscuridad no significa que no quiera salvarte de ella. Estamos jodidos, Annabeth, pero nos tenemos al otro, somos tu y yo. ¿No era lo que decías? La mirada que Percy me dirigió me erizo la piel. Estaba desesperado, perdido; ahogado. ¿Cómo si quiera podría no sucumbir a él? Mis pies estaban paralizados, sentía haber dado veinte pasos en retroceso. Sentía que solo saltábamos sin parar en un trampolín. No se en que momento nuestra nube rosa se torno gris. Percy siempre estaba cuidando mis pasos, aún cuando yo no me daba cuenta. Aún cuando el estaba ahogado en sí mismo. ¿A caso éramos dos almas rotas intentando encajar con la otra? Al romperse un corazón de cristal, solo quedan los fragmentos, no vuelve a ser el mismo. Y sentía que ambos estábamos danzando sin detenernos, sobre cenizas de recuerdos agridulces. Nos estábamos quebrando más, lo sabíamos, pero nunca soltamos la mano del otro. Porque así éramos Percy y yo, nunca soltábamos la mano del otro, ni siquiera estando apunto de caer al abismo. °°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°° ° Los personajes en esta obra no me pertenecen, no obstante la trama de la misma es originalmente mía. Cualquier copia completa o parcial de esta historia está prohibida. ° Los personajes inmersos en esta historia son los personajes de la saga de libros de Percy Jackson, cuyo autor es Rick Riordan. Solo uso sus personajes con lucro de entretenimiento al fandom de las parejas inmersas en su saga de libros. ° Esta historia estaba publicada y guardada bajo el nombre de Corazón de Cristal, título original de la historia, que debido a cambios y leves correcciones en la historia, decidí empezar desde cero. 𝓒𝓸𝓻𝓪𝔃ó𝓷 𝓭𝓮 𝓬𝓻𝓲𝓼𝓽𝓪𝓵 resurge de las cenizas.